La educación es un proceso social multidimensional en el que interactúan la sociedad, los aspectos culturales, los individuos. Por ello es imprescindible tener en cuenta la transversalidad y globalidad de los procesos educativos, que se dan a lo largo de la vida y en lugares concretos. Nuestra concepción del sistema educativo está vinculada a una educación pública, gratuita, de calidad, laica, democrática, participativa y progresista, construida desde la igualdad y la equidad.
En nuestro país, pese a que la educación ha sido una bandera de todos los gobiernos federales del PRI y del PAN, es un hecho que la educación de los mexicanos nunca ha sido una prioridad.
El analfabetismo en nuestro país constituye uno de los problemas sociales y educativos que han persistido, como signo de la desigualdad y la pobreza, a través de las décadas.
De acuerdo con los datos el INEA, en nuestro país hay un total de 5.39 millones personas mayores de 15 años que no sabían leer ni escribir. De ellas, la mayoría eran en ese año mayores de 65 años, es decir 1.95 millones.
A lo anterior debe agregarse que también es un problema que afecta a miles de jóvenes, pues de acuerdo con los resultados del Censo, hay un total de 558 mil 823 jóvenes entre los 15 y los 29 años de edad que no saben leer ni escribir.
Como puede verse, comparado con los recursos de que disponemos, resulta inadmisible que haya medios millón de jóvenes que tienen canceladas la mayoría de las posibilidades de empleo y vida digna, por no tener siquiera la posibilidad de leer y escribir al menos un recado.
Adicionalmente se encuentran las niñas y niños de 8 a 14 años que aun cuando deberían haber cursado al menos el tercer grado de primaria, no saben leer ni escribir. De acuerdo con el Inegi, hay en esa condición un total de 554 mil 204, de los cuales, 315 mil 715 eran hombres y 238 mil 489 mujeres.
Además, en México viven 32 millones de personas mayores de 15 años en condiciones de rezago educativo pese a que la educación es un derecho social establecido en la Constitución.
En promedio, de cada 100 niños que ingresan a la primaria, 50 concluyen sus estudios del nivel medio superior, 21 egresan de formación universitaria y sólo 13 se titulan.
Ante esta situación la derecha encabezada por el PRI y el PAN, plantearon la solución en varios sentidos:
Vicente Fox, en 2011, acatando solitudes internacionales que exigían 12 años de educación básica, hizo la Educación Preescolar obligatoria y no el Bachillerato, manteniendo una educación en México de bajo perfil.
El PRI hoy regalar tabletas electrónicas a niños de quinto grado y publicarlo en televisión y más importante aún, impuso una Reforma Constitucional sin sustento pedagógico y que ni siquiera menciona un planeamiento de combate contra el rezago educativo en el que se encuentra nuestro país, esto que se aprobó no es para nada una reforma educativa, sino que es el método utilizado por el estado para aplicar la reforma laboral a los maestros, con esta reforma se le quita al SNTE la conducción de la educación pública así, los maestros perderán el derecho a la estabilidad en el empleo.
Cabe aclarar que los problemas en el sector educativo no corresponden única y exclusivamente al sector docente, los rezagos en la educación se deben a la suma de diversos factores, principalmente se debe a la falta de interés del estado por que la población tenga una educación de calidad, no hay inversión en infraestructura, no hay interés en la aplicación de un programa pedagógico adecuado a nuestra realidad nacional, así que no podemos echarle la culpa a los maestros del rezago educativo, si bien el burocratismo, los aviadores y la corrupción en el SNTE causa problemas, existen miles de maestros de calidad, con un alto compromiso con la patria y dispuestos a luchar por sus derechos y por la mejorar de la educación en México.
Por todo lo anterior, como legislador trabajaré:
Por incrementar el presupuesto para la fortalecer la educación básica. Tenemos que garantizar el acceso a una educación de calidad, laica y gratuita, que fortalezca los valores de solidaridad y democráticos en todos los mexicanos.
Debemos incrementar los años de formación académica de nuestros jóvenes, por lo cual, propondré en el Congreso, la necesidad de incluir el bachillerato.
Buscaré que se convierta en ley, la impartición de las Artes y las Humanidades en los planes de estudio, con el fin de educar a los mexicanos en la apreciación de la belleza y la humanización de los jóvenes, como una forma de enfrentar los graves problemas de individualización y violencia que sufrimos como país.
Trabajaremos, desde la Cámara de Diputados por fortalecer políticas que de manera real y efectiva abatan el rezago educativo y el analfabetismo, pues una sociedad sin educación, es una sociedad pasiva que es incapaz de defender sus derechos.
Debemos incrementar en 48% la cobertura de educación superior, con una meta para superior a los 4 millones 700 mil estudiantes, lo que implica alrededor de 170,000 alumnos por año.
No se trata sólo de aumentar matrícula, sino de evitar que su masificación redunde en una oferta educativa de baja calidad y en una distribución desigual de las oportunidades. Será necesario revisar las capacidades de las instituciones de educación superior para formar a los miles de profesores y académicos que supone ese aumento.