El país concluyó el 2023 con un crecimiento económico de 3.5 por ciento, índice superior al que auguraban los organismos internacionales que, en su escenario más optimista, previó solo 1.5 por ciento, afirmó José Luis Guardado Pérez, docente de la Unidad Académica de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
“Organismos internacionales y el Banco de México preveían cerrar el año con un crecimiento apenas superior del 1 por ciento, mientras que sectores más optimistas hablaban de un 1.5 por ciento, pero al final terminó con 3-5 por ciento. Esto significa que se rebasaron las expectativas”, expresó.
Expuso que todas las consultoras y calificadoras, organismos empresariales y el Banco de México han tenido que ajustar sus previsiones y han tenido que reconocer que el ritmo de crecimiento de la economía mexicana es saludable en un entorno internacional adverso.
Además, destacó que se frenó el proceso inflacionario a pesar de las dificultades que hubo el año pasado, de forma que se presenta una coyuntura en la que hay expansión económica, aunque moderada.
Guardado Pérez también refirió que el consumo interno, especialmente el que se realiza a crédito, no se ha detenido a pesar de que hay una tasa alta de interés, lo que significa que las familias se encuentran en buenas condiciones en materia económica.
Incluso recordó que agosto del año pasado fue el mes en el que se rompió récord en venta de automóviles, ello a pesar de que se venden a crédito con una tasa de interés de referencia de 11.25 por ciento.
No obstante, precisó que no todo ha sido mérito del gobierno federal ni de la política de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sino que hay una coyuntura favorable con la llegada de empresas que se están reubicando a nivel internacional, pero lo que sí ha funcionado es la política rígida en términos fiscales.
De acuerdo con Guardado Pérez, “independientemente de las críticas que podamos hacer y de los desacuerdos que podamos tener con la política del gobierno federal, le están atinando en cuanto al control del déficit público, en cuanto a la austeridad en el gasto de gobierno y para evitar desvío de recursos por corrupción”, dijo.
En ese contexto, comentó que las expectativas sobre el crecimiento económico para este año ya se han corregido al alza, pero se espera que el ritmo de expansión se mantenga igual y posiblemente se reduzca.
En ese sentido, informó que el escenario más optimista es que haya un crecimiento equiparable al del 2023, pero un sector de analistas plantea que ese nivel no se va a sostener, aunque podría ser cercano al 3 por ciento, ello aun cuando habrá un proceso electoral.
