Los plazos se agotaron y con ellos la posibilidad de que la administración de Alejandro Tello Cristerna pusiera en marcha una reformada Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issstezac), para que el gobierno entrante, a partir del 12 de septiembre, tuviera herramientas para comenzar la reconstrucción del sistema pensionario.
Cuáles fueron los motivos por los cuales la iniciativa, entregada en junio a los diputados de la 63 Legislatura no avanzó como se pretendía, tiene ahora escasa relevancia. Lo realmente necesario es que la Legislatura 64, que apenas ayer tomó posesión del Congreso del estado, se encamine tan pronto como le sea posible a la discusión de la normativa legal que habrá de regir durante los próximos años al Instituto de pensiones.
Tendrá la nueva diputación una iniciativa entregada por el Ejecutivo estatal, otra propuesta por diputados de la 63 Legislatura, y no se puede descartar la aparición de más propuestas. Deberán revisarse y discutirse para que el final salga una legislación que, en primer lugar, garantice, de forma permanente, el oportuno y justo pago de pensiones, objetivo principal del Issstezac, y también esencia de la iniciativa formulada por el gobierno de Alejandro Tello, para quien el bienestar de los trabajadores fue durante todo su mandato una premisa concretada constantemente en hechos durante los cinco años de su gobierno.
Como lo afirmó apenas el lunes pasado, su administración no dejó de pagar salarios ni aportaciones a los derechohabientes y pensionados, a pesar de que estos cumplimientos requirieron importantes sacrificios del presupuesto, los que se realizaron, a pesar de las dificultades financieras prevalecientes a lo largo de los últimos cinco años, originadas principalmente por dificultades financieras del gobierno federal, que repercutieron en recortes presupuestales para Zacatecas y todas las entidades del país.
Escasos aumentos de participaciones federales tuvimos, a pesar de que el gobierno estatal se empeñó en reordenar eficientemente las finanzas, refinanciar la deuda pública e impedir que esta creciera. Disciplina fiscal y cero endeudamientos fue la fórmula seguida para no dañar más la estabilidad financiera del estado, meta cumplida cabalmente.
Bajo cualquier circunstancia, la reforma a la Ley del Issstezac deberá efectuarse y seguramente, en la agenda del Gobernador electo, David Monreal, ya está entre las mayores prioridades, como debe ser.
Dentro de la gobernanza practicada durante este quinquenio que ya fenece, siempre se buscó una buena gobernanza, lo cual quedó reflejado en la reforma legal propuesta, porque esta surgió de ideas consensuadas entre todos los involucrados e incluso se contó con la participación de especialistas en el tema de las pensiones, provenientes de otros estados. Antes de concluir la iniciativa de reforma, el proyecto fue comparado con lineamientos de otros sistemas pensionarios, no solo de México, sino que incluimos experiencias de otros países.
Una propuesta de Ley moderna, ciento por ciento aplicable, y destinada a resolver graves deficiencias y a perdurar indefinidamente, fue lo logrado. Por supuesto, no se trata de un instrumento perfecto, sino de un corpus perfectible y adaptable a situaciones cambiantes. Incluso, cuando fue enviado a la 63 Legislatura para su conocimiento, debate y aprobación, contábamos con que una multiplicidad de ideas y buenas voluntades la rociaran, para que de ese órgano de la soberanía popular emergiera una Ley que resolviera problemas a corto, mediano y largo plazo, y perdurara hasta llegar a la consolidación de un sistema pensionario eficaz, seguro y siempre encaminado a la prosperidad, tanto del Instituto como de los derechohabientes y pensionados.
Ahora debemos aspirar a que todas las partes involucradas asuman sus roles con mayor sensibilidad y responsabilidad, con mucho diálogo, para no dejar espacio a imposiciones partidistas o intereses grupales.
Como lo saben todos los que han mirado de cerca la problemática del Issstezac, uno de sus mayores enemigos fueron la corrupción, los abusos extralegales, el desvío del patrimonio institucional, los excesos burocráticos, los dispendios personales y el torcimiento de los reglamentos para favorecer a sectores e individuos.
Nuestra iniciativa de reforma está encaminada a impedir esas infracciones o retorcimientos de la ley. En lo personal, durante el corto tiempo al frente del Issstezac, poco más de año y medio, apostamos siempre al cumplimiento de la Ley vigente, a pesar de las deficiencias que contiene, pero aspiramos a su corrección y mejoramiento.
Ojalá pronto, el objetivo de una legislación superior y ciento por ciento aplicable y ajustada a la situación real sea elaborada y puesta en vigor, por el bien de los pensionados y de Zacatecas. ■
*Director general del Issstezac
