El Centro Acuático Centenario, ubicado en la calle Preparatoria, Hidráulica, 98068, Guadalupe, Zacatecas, enfrenta una situación crítica debido al avanzado deterioro de su infraestructura. Una reciente inspección del establecimiento ha revelado problemas serios que comprometen tanto la seguridad de los usuarios como el equilibrio del ecosistema acuático del centro.
La evaluación de las instalaciones mostró un estado preocupante en el techo de lámina, el cual presenta evidentes signos de óxido. Esta corrosión ha provocado acumulación de humedad, que a su vez ha causado el desgaste de la estructura y, en algunos casos, la caída de fragmentos de la misma. Esta situación es alarmante, dado que las goteras resultantes caen directamente sobre los carriles de las albercas, creando un riesgo potencial para los nadadores.
Además, el problema de las goteras no se limita al interior de las albercas. En el exterior, el suelo presenta manchas marrones debido a las filtraciones continuas. Estas condiciones no solo afectan la estética del centro, sino que también podrían representar un peligro para la seguridad de los usuarios al generar superficies resbaladizas.
En entrevistas con los visitantes del centro, surgieron problemas adicionales de preocupación. Algunos usuarios han señalado un olor persistente a «sanitario» en las instalaciones, lo que indica posibles deficiencias en el sistema de saneamiento. Además, se reportó la presencia de una mancha negra en el interior de una de las albercas, específicamente en el carril 4. Aunque la mancha fue retirada de inmediato, obligando a la suspensión temporal del uso de ese carril, los usuarios manifestaron que la situación fue incómoda durante su visita.
La presencia de óxido en una piscina puede originar una serie de problemas que afectan tanto la calidad del agua como la salud de los nadadores. El óxido tiene el potencial de liberar partículas de hierro y otros metales pesados en el agua, lo que puede causar decoloración y turbidez. De acuerdo con el National Center for Biotechnology Information (NCBI), estas partículas pueden comprometer la calidad del agua, provocando irritación ocular y dermatológica en los nadadores. La turbidez del agua también puede dificultar la visibilidad, reduciendo la seguridad y el atractivo de las piscinas.
Adicionalmente, el óxido puede alterar el equilibrio del pH del agua, haciéndola más ácida, lo cual puede ser perjudicial para la piel y los ojos de los nadadores. Según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC), un desequilibrio en el pH puede causar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias.
Finalmente, el óxido puede contener metales pesados como hierro, manganeso y zinc, que, al filtrarse en el agua, pueden volverse tóxicos tanto para los organismos acuáticos como para los seres humanos. La World Health Organization (WHO) señala que la exposición prolongada a metales pesados puede ocasionar problemas de salud graves.
El personal del centro informó que la limpieza se realiza cada hora al finalizar las clases, y se esfuerzan por mantener un buen nivel de mantenimiento. Sin embargo, no se ha abordado el deterioro del techo de lámina. A pesar del esfuerzo en el mantenimiento de las albercas, mientras el desgaste no se solucione, el problema persistirá.
Es imperativo que se tomen medidas urgentes para reparar la infraestructura del Centro Acuático Centenario y abordar los problemas de mantenimiento. Esto garantizará la seguridad de los visitantes y protegerá la calidad del entorno acuático del centro.