Uno de los compromisos de campaña del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador fue la autosuficiencia en gasolinas, para dejar de pasear nuestro petróleo, ya que los sexenios pasados neoliberales se distinguieron por exportar nuestro petróleo hacia los Estados Unidos a precios baratos para luego importar las gasolinas de ese país a precios caros, es como exportar naranjas e importamos jugo de naranja.
En el sexenio de Peña Nieto, las importaciones de gasolina crecieron 31%; en promedio durante ese sexenio se importaron 471.000 barriles diarios de gasolina con un gasto de 14.898 millones de dólares. En 2018, según datos del Sistema de Información Energética, México alcanzó una cifra record en importaciones de gasolinas, se internaron del extranjero 594.315 barriles diarios de gasolinas, con un valor de 18.615 millones de dólares, lo cual representó comprar el 77.7% de la demanda nacional de gasolinas, procedentes en un 85% de Estados Unidos.
En ese último año del sexenio de Peña Nieto se produjeron 1.833 millones de barriles diarios de crudo y las exportaciones significaron ingresos por 30.572 millones de dólares; sin embargo, el costo de las importaciones de hidrocarburos y sus derivados alcanzaron los 53.761 millones de dólares, por lo cual la balanza comercial petrolera fue negativa en 23.189 millones de dólares (27%).
Estos datos denotan dos grandes problemas; por un lado, el déficit económico al vender barato nuestro petróleo y comprar caras las gasolinas del extranjero, y por el otro, es preocupante la fuerte dependencia de nuestro país en gasolinas del exterior, principalmente de Estados Unidos; todo ello, por falta de infraestructura de refinación, de ahí que el Presidente López Obrador se propuso construir refinerías y modernizar las seis existentes, ya que como dijo “no es nada más un asunto económico, es también un asunto de seguridad y de soberanía nacional, imagínense lo que pasaría si Estados Unidos decidiera no vendernos gasolinas”.
Para reducir la dependencia extranjera y lograr la autosuficiencia en gasolinas, diésel y turbosina, López Obrador se propuso emprender varias acciones, una de ellas fue iniciar la construcción de la de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, la cual tendrá una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles de crudo por día, para obtener 170 mil barriles de gasolina y 120 mil de diésel; misma, que se inaugurará el 2 de julio de 2022. Esta obra de infraestructura petrolera, considerada como insignia de su gobierno, se realiza con presupuesto público y sin contratar deuda. Cabe mencionar que la última refinería que se construyó en México fue la de Salina Cruz, hace 40 años.
En el sexenio de Felipe Calderón, el Congreso autorizó la construcción de otra refinería en Tula (Hidalgo), la cual fue fallida y solo se hizo la barda perimetral, dejando una deuda al pueblo de México de 1,500 millones de pesos.
Asimismo, el Presidente se propuso modernizar las seis refinerías existentes de Salina Cruz (Oaxaca), Tula (Hidalgo), Salamanca (Guanajuato), Minatitlán (Veracruz), Ciudad Madero (Tamaulipas) y Cadereyta (Nuevo León), las cuales en el 2018 operaban al 40% de su capacidad.
Con el mismo propósito de lograr la autosuficiencia en gasolinas, el 20 de enero de 2022 se adquirió la refinería de Deer Park, ubicada en Houston, Texas con una capacidad de procesar 340,000 barriles diarios de crudo. En sus primeros 100 días de operación, procesó 282,000 barriles diarios y obtuvo utilidades por 195 millones de dólares. Hoy con la adquisición de esta refinería y las seis existentes, PEMEX tiene una capacidad de refinación de 1 millón 980,000 barriles diarios, a los cuales se sumarán 340 mil barriles al momento que entre en operación la refinería “Olmeca” de Dos Bocas. Es por ello que el Presidente López Obrador dijo hace unos días que para el 2023 México logrará la autosuficiencia en gasolinas.
La oposición arguye que la construcción de la refinería de Dos Bocas y la adquisición de la refinería de Deer Park son un error por considerar que el uso del petróleo pronto llegará a su fin y será sustituido por energías limpias, lo cierto es que petróleo es un insumo estratégico para la seguridad nacional y para el desarrollo del país, y la transición energética será paulatina y gradual y parcial, de lo contrario en el mundo no seguirían construyendo refinerías. Para 2050, año meta para los Acuerdos de París habrá 83 nuevas refinerías en el mundo, China tiene 9 proyectos de refinería para los próximos 5 años. En la actualidad existen 680 refinerías a nivel mundial, destacan por su número y capacidad de refinación: China con 179 refinerías, Estados Unidos 135, Rusia 40, Japón 23, mientras México tiene 7 y próximamente con la refinería de Dos Bocas serán 8.
