■ En El Mineral sólo 0.5% del Fondo para la Infraestructura se destinó a localidades de alto rezago
■ El municipio de Zacatecas, con buenos resultados; tiene mecanismos de control interno
Pese a que Fresnillo y Pinos son los dos municipios que reciben mayores apoyos por parte de la Cruzada Nacional Contra el Hambre (CNCH) debido a los elevados índices de pobreza que registran, durante 2013 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que los recursos del Fondo para la Infraestructura Social Municipal, que buscan abatir rezagos sociales, no fueron invertidos correctamente.
En el caso de El Mineral, la auditoría practicada a este fondo federal destinado al desarrollo social, concluye que sólo 0.5 por ciento fue invertido en localidades de alto y muy alto rezago.
Mientras tanto, se menciona que otro 39.3 por ciento se destinó a obras de urbanización, como las relacionadas con pavimentaciones, aunque la ASF señala que “persisten déficits de cobertura de agua potable, drenaje y electrificación”.
Derivado de esta situación, “esta práctica pone en riesgo la correcta eficacia de los recursos y el cumplimiento de las metas y objetivos del fondo. (…) En conclusión, el municipio no realizó una gestión eficiente y transparente de los recursos del fondo, apegada a la normativa que regula su ejercicio y no se cumplieron sus objetivos y metas”.
Asimismo, se menciona que otro aspecto que genera deficiencias a la hora de alcanzar las metas trazadas en este programa es el no haber ejercido más de 9 millones de pesos, los cuales a la fecha siguen sin ser aclarados por las autoridades fresnillenses.
De igual forma, en el municipio de Pinos, que también fue incorporado desde un inicio a la CNCH por sus elevados índices de pobreza, se establece que solamente 3.4 por ciento de los recursos del Fondo para la Infraestructura Social Municipal fueron invertidos en las comunidades de alta y muy alta marginación.
El de Saín Alto es otro de los municipios auditados en su cuenta pública 2013, que tampoco hizo un buen ejercicio de los recursos del fondo mencionado debido a que, al igual que Pinos, sólo destinó 3.4 por ciento del presupuesto en este rubro a las comunidades con alta marginación, mientras que 64.4 por ciento se orientó a localidades que presentan un índice “muy bajo” de rezago social.
Igualmente, se puntualiza que el 7.8 por ciento del dinero ejercido se invirtió “en obras o acciones que no beneficiaron de manera directa a la población en condiciones de rezago social o pobreza extrema”.
En cuanto a los resultados que obtuvo Sombrerete, se concluye también que los recursos de este fondo se enfocaron a comunidades que tienen un rezago social medio, bajo o muy bajo; mientras que en servicios básicos “solamente” se invirtió 55.9 por ciento del dinero, pese a los retrasos existentes.
En Valparaíso se expone que, a pesar de que la mayoría del recurso (66.6 por ciento) se orientó a comunidades con un nivel de rezago muy bajo, sí se destinó 57.1 por ciento a obras públicas, que permitieron “un aumento en la cobertura de servicios necesarios para la población, como electrificación, educación, agua potable, vivienda, drenaje y letrinas, caminos rurales y urbanización municipal”. Esta misma distinción se advierte en el caso del municipio de Villa de Cos.
Cabe destacar que también se aplicó una auditoría a los recursos de este fondo que fueron ejercidos en 2013 por el ayuntamiento de Zacatecas, habiéndose obtenido buenos resultados.
En concreto, la ASF concluye que en el municipio capitalino existen mecanismos de control interno y se realizó una gestión adecuada del presupuesto asignado para este rubro de infraestructura social.
