7.8 C
Zacatecas
sábado, 25 enero, 2025
spot_img

I saw the TV Glow, de Jane Schoenbrun

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 647 / Cine

- Publicidad -

 

Owen (Justice Smith) es un tímido adolescente afroamericano que vive con sus padres en una casa de los suburbios durante la década de los 90. Es un chico introvertido y retraído, completamente cerrado en sí mismo. En su escuela, Owen conoce a Maddy (Brigette Lundy-Paine), una chica unos años mayor que él. Ella también es solitaria y reservada, aunque, a diferencia de Owen, parece que es más por elección propia.

Lo que une a ambos personajes, más allá de sus dificultades para socializar con otras personas, es su gusto por The pink opaque, un programa televisivo de ciencia ficción de un tono y argumento bastante extraños. La serie sigue la historia de dos chicas con poderes telepáticos, que combaten contra un monstruo diferente cada semana; siendo el verdadero villano de esta historia el terrorífico Mr. Melancholy. Los dos adolescentes se sienten profundamente conectados con las protagonistas, a tal grado de que comienzan a notar ciertos paralelismos entre sus vidas cotidianas y aquello que está ocurriendo del otro lado de la pantalla. 

Este proceso de identificación continúa durante muchos años más. En todo este tiempo, The pink opaque es cancelada, con un final abierto e inconcluso. Maddy desaparece del pueblo y después vuelve como una persona totalmente renovada, casi como si hubiera transicionado de un mundo a otro. Owen, por su parte, ha iniciado una conflictiva búsqueda para encontrarse a sí mismo y reconocerse tal y como es.

Fotograma de I saw the TV Glow, de Jane Schoenbrun
Fotograma de I saw the TV Glow, de Jane Schoenbrun

Ésta es la peculiar premisa de I saw the TV Glow (2024), excepcional cinta de Jane Schoenbrun (We’re all going to the world’s fair, 2021) que bebe de muchos referentes, que van desde series juveniles como ¿Le temes a la oscuridad? (1990-1993) y Buffy, la cazavampiros (1997-2003), hasta la obra del legendario David Lynch. En relación con este último, tal vez la mayor influencia de la cinta de Schoenbrun sea Twin Peaks, serie que inició en 1990 con dos temporadas y que se mantuvo inconclusa durante casi treinta años, hasta el estreno de la tercera temporada en 2017. En este programa televisivo también se abordan cuestiones relacionadas con dualidades, mundos alternos y una desconexión clara con la realidad.

Este sentimiento de desconexión es el punto central de I saw the TV Glow, al abrazar esas sensaciones tan típicas de la adolescencia, como sentirte más cercano a los personajes de ficción de tu serie favorita que a tus compañeros de escuela, o hasta a tus propios padres. Como si se tratara de una versión coming of age de The Matrix (1999), Schoenbrun, persona no-binaria que inició su proceso de transición de género mientras preparaba este proyecto, canaliza las emociones de dicho procedimiento en el conflicto central del filme. Owen y Maddy tienen la certeza, casi instintiva, de que hay algo ficticio, no auténtico, en la forma en la que se relacionan con las personas a su alrededor. Es ahí cuando iniciará el viaje de ambos personajes para reconfigurar su identidad desde cero.

En ese sentido, I saw the TV Glow es una emotiva y dolorosa reflexión sobre las inquietudes y angustias generadas por no poder encontrar un lugar en el mundo, un aislamiento donde la imaginación y la ficción se vuelven canales de fuga y espacios de libertad. Entre luces de neón, imágenes inquietantes y un soundtrack indie repleto de melancolía, el filme de Schoenbrun es una oda a la cultura pop, a la nostalgia, así como una reivindicación hacia aquéllos que no encajan; esas personas que, en sus momentos más solitarios e inseguros, sólo encontraron consuelo en una serie de televisión de una calidad tal vez cuestionable, pero recordada con mucho cariño.

 

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -