■ Hay cientos de casos similares, que no se justifican o que no cumplen con su labor, dice
■ Necesario, extender la rescisión laboral en todas las unidades académicas, considera
■ Opina que es un tema que debe llevarse de manera urgente al Consejo Universitario
La Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) pone en riesgo su proyecto de reordenamiento administrativo si reinstala o reubica a los trabajadores rescindidos, además de que hay cientos de casos similares (de confianza, de tiempo determinado e incluso de base) que no se justifican o que no cumplen con su labor, advirtió Mariana Terán Fuentes, investigadora de la Unidad Académica de Historia.
Otorgar carga laboral frente a grupo a los que fueron rescindidos, ofrecimiento que se ha realizado en las negociaciones recientes, “pone en riesgo la política de reordenamiento porque es personal que había estado en áreas administrativas y no se puede improvisar y convertirla en personal académico”.
Desde su punto de vista, el hecho de proponerles ser reubicados en otros espacios significa que la administración central cedió a la presión que se provocó a partir de la huelga de hambre. “Ese es un problema en este proceso; ceder por la fuerza y no por el argumento jurídico legal, por eso cedió la Rectoría”.
Contrario a ello, manifestó la necesidad de extender esa medida (rescisión laboral) en todas las unidades académicas, porque hay muchos espacios que no se justifican, es decir, “esta medida debe ser general, porque si no, al Rector le van a reclamar porqué se aplica sólo con algunos, sabiendo que hay otros en situación peor”.
Terán Fuentes indicó que “ese es un tema que debe de llevarse de manera urgente al Consejo Universitario y ahí deben tener una responsabilidad muy importante las autoridades, los directores, porque ellos saben quién trabaja o no, o deberían de saberlo porque son los que dirigen las unidades académicas”.
La rescisión de aquellas personas cuyos espacios no se justifique, entonces, debe aplicarse en toda la institución, no solamente en algunos departamentos de la administración central, porque entonces “esta medida en lo particular, que para algunos puede ser muy arbitraria y atrevida, y para otros una medida muy necesaria, no va a tener mayor resultado”.
Al respecto, afirmó que al interior de la Universidad hay muchos casos donde es evidente la falta de rendimiento académico y la cantidad de docentes de tiempo determinado o de base en esa situación puede alcanzar 250 o 300, a reserva de realizar un diagnóstico preciso.
Otro tema importante es el de los docentes de base “que se duermen en sus laureles”, porque en la UAZ hay académicos con una productividad “impresionante”, por encima de la media nacional, pero también hay gente de todas las categorías “que no hace nada”.
Terán Fuentes explicó que la rescisión de los 18 trabajadores es una de varias medidas implementadas para sanear la administración en la Máxima Casa de Estudios, entre ellas la exclusión de profesores que violan la cláusula 48 del Contrato Colectivo de Trabajo, que los obliga a no tener más de dos trabajos, del Programa de Estímulos al Desempeño Docente.
Otras medidas implementadas por la actual administración refieren al no pago del Bono del Día del Maestro a quienes no son exclusivos de la UAZ, no pago de sobresueldo de 25 por ciento a quienes vendieron sus prestaciones, cancelación de contratos de arrendamiento y disminución del gasto de operación.
“Lo que ahora pasa con estos 18 trabajadores rescindidos, desde lo que yo entiendo, es que se hizo una valoración de su carga de trabajo y de sus resultados de trabajo, y entonces es una medida que va a continuar. Es decir, debe haber una revisión sistemática y minuciosa de las cargas de trabajo en todos los programas de la universidad y determinar cuales espacios se justifican y cuales no y quién está rindiendo resultados y quién no”, concluyó.
