Está de moda que el PRIANRD, MC y los monopólicos de la comunicación se rasguen las vestiduras hablando “a favor” de la reconstrucción de Acapulco”. Hasta la señora Piña de la SCJN comprometió públicamente, y por escrito, los 15 mil millones de pesos de 13 fideicomisos que días antes sostenía “eran” de los trabajadores del Poder Judicial y; por tanto, no deberían tocarse. En pocas horas se desdijo y evidenció que se trata de un dinero almacenado para luego desaparecerlo en “legal” robo hormiga. Ni la risa perdonan.
Para la derecha corrupta, Acapulco sólo ha sido el grupo de capitalistas nacionales y extranjero que han invertido en tierras que, en muchos de los casos, antes fueron ejido y pudieron privatizarse gracias a la reforma al 27 Constitucional que promovió el gobierno de Salinas de Gortari.
Históricamente, Guerrero ha tenido la misma suerte que Chiapas y Oaxaca, la gran diferencia lo hizo la playa de Acapulco. Así como en la vieja Cuba, antes de la gran Revolución, sólo importaban los casinos, playas, hoteles y restaurantes, mientras los aborígenes viven en la miseria y frente a ellos se concentra la riqueza en un puñado de extranjeros.
Según el CONEVAL, Guerrero es el penúltimo estado donde existe mayor desigualdad, sólo superado por Chiapas; en tercer lugar, se ubica Oaxaca, en cuarto San Luis Potosí y en quinto Puebla. La desigualdad es el tamaño de la brecha entre los más ricos y los más pobres. Hay ciudadanos muy acaudalados y ciudadanos en miseria.
Nuestra derecha rechaza hablar de la historia reciente, porque revisarla nos muestra lo que realmente fueron, son y serán. Una condición fundamental para que se pueda creer que la derecha es una alternativa reside en ocultar la realidad que construyeron y que, en Guerrero, se resume en saqueo por capitalistas nacionales y extranjeros, explotación, insuficiencia de empleo y otro tipo de oportunidades como la educativa (antepenúltimo lugar nacional según el INEGI), impartición de justicia y bienestar.
Guerrero ha sido una de las entidades mexicanas donde los gobiernos del PRIANRD más han reprimido la libertad de expresión, asociación y sufrido la violencia del Estado Mexicano y de las desapariciones forzadas. El caso de los estudiantes de Ayotzinapa sólo es un hecho más.
El surgimiento de grupos revolucionarios tiene motivaciones sustanciales en la lucha por la libertad, justicia, democracia y mayor bienestar de los sectores mayoritarios que son, a la vez, los más empobrecidos. Así lo dicen los datos del INEGI, de CONEVAL, CONAPO, etc., los índices de migración al interior de la República Mexicana y al extranjero.
Guerrero fue sacudido por las inclemencias del tiempo. Pero ahora encontró el apoyo de un gobierno diferente que lucha por la reconstrucción y procura evitar, en lo posible, el sufrimiento de los que perdieron todo y nada tienen.
Basta echarle un vistazo al plan de reconstrucción, que de inmediato está en vigor, para darse cuenta que el grueso del presupuesto se destina a los pobres, en forma de salarios de autoconstrucción, inyección directa a quienes quedaron con viviendas dañadas o sin ellas, créditos a la palabra y sin intereses a pequeños negocios, exención de impuestos de noviembre y hasta febrero, igualmente se les exenta del pago del servicio eléctrico de uso doméstico, se les dota de una despensa semanal durante 4 meses, entre otras medidas. Eso no implica descuidar a los capitalistas, también hay programa para ellos.
Y, en nuestra historia ¿cómo se atendió a Guerrero en calamidades semejantes? Primero, apoyando al que más tiene, reconstruyendo la infraestructura sólo de los negocios capitalistas y dejando en segundo término a los más necesitados, con recursos del antiguo FONDEN que no todos llegaban a los necesitados, dotando de enseres que no resolvían los problemas de muchos de los damnificados y evitando la protesta.
La historia de Guerrero nos habla de un pueblo que ha sido inmensamente reprimido para evitar los estallidos sociales. A pesar de ello, ha incubado la guerrilla como una visión de lucha por la libertad. Así surgieron hombres valerosos como Genaro Vázquez y Lucio Cabañas que, tras su persecución, los gobiernos del PRIANRD no se limitaron a detener y encarcelar a los levantados. A muchos los desaparecieron y a otros los asesinaron. Ayotzinapa es un ejemplo de lo que ha tenido que soportar el pueblo guerrerense.
Por eso, uno debe preguntarse si la propaganda embustera, oculta de información y noticia, de la derecha y los medios monopólicos de la comunicación permeará en la conciencia y el sentimiento del grueso de los guerrerenses. Es de pronosticarse que en las elecciones del 2024 habrá una respuesta ciudadana y que el pueblo ha identificado sainetes y embustes como para darles la espalda.