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viernes, 29 marzo, 2024
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Una instantánea con Sampedro

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Por: FRANCISCO JAVIER GONZÁLEZ QUIÑONES •

La Gualdra 407 / Literatura

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Los años sesenta parecen todavía un asunto vivo. Alejandro

Toledo, Instantáneas de la Beatlemanía y otros apuntes

sobre música y cultura. DosFilos 2017

 

 

La voz de Xóchitl, una amable y guapa aeromoza, anunciando la proximidad del aterrizaje puso mi atención en la ventanilla del avión y entonces los sembradíos, desplegados entre bucólicos paisajes, se transformaron en hermosas alfombras de campestres colores. Plantadas en alineados surcos, entre rectangulares y transversales trazos, un poco al estilo del geómetra Manuel Felguérez, estas alfombras moteadas por figuras y sombras fraguadas por personas, caballos, vacas, árboles, matorrales y aditamentos de labranza, centelleaban entre fulgores de charcos y riachuelos.

Cuando más absorto estaba, sumergido en la estética de ese apacible paisaje, unas colosales siluetas, aleteando sus tres largos brazos, irrumpieron mi ensimismamiento. La evocación al caballero de la triste figura fue inmediata. Ese guiño literario fue el preámbulo a los días por venir. Los primeros días en Zacatecas se diluyeron entre agradables visitas y pláticas familiares, espaciadas entre lecturas y relecturas de viejos libros.

Aunque Susana, mi esposa, se quedó en Cuernavaca, de alguna forma la tuve presente al leer Flor de Fango, por su nombre en común con la heroína de esa novela. Fue precisamente Vargas Vila, junto con José Rubén Romero, quienes me hicieron desistir de la tentación de alimentar mi ego, alejándome de la lectura de Kalimán Christopher Lee y otros amigos. Los siguientes días se escurrieron entre agradables recorridos por mi ciudad. Al pasear cerca de la Alameda, en compañía de mi hermano Arturo, su hijo Dirarturo y mi fiel escudero Gael, decidí pasar a saludar al buen José de Jesús Sampedro, quien con su característica sencillez me invitó a pasar a su oficina.

Una enorme mesa ocupaba gran parte de la oficina y al fondo de la misma reposaba la maravillosa colección de elefantes referida con anterioridad por Jánea Estrada, en una entrevista que ella le realizó al poeta y editor zacatecano, con motivo del 40 aniversario de la revista Dosfilos. Sobre la mesa y alrededor de la misma, en varios estantes empotrados en las paredes, estaban los indiscutibles protagonistas del escenario, los libros. Ahí, reluciente sobre la inmóvil mesa, el Anuario Literario 2019 esperaba el Año Nuevo para amamantarlo con sus deliciosos textos. Al notar mi ávida mirada sobre este Anuario, Sampedro, no obstante que unos momentos antes me había aclarado que Oscar Tagle, el editor de este almanaque, le había encomendado su entrega a una amiga en común, en un acto de gentileza me lo ofreció. Aunque resistí un poco a tan deseado impreso, convencido del genuino y desinteresado ofrecimiento de José de Jesús, por supuesto, acepté el presente.  Al tomar el Anuario, pude apreciar que a un lado del mismo estaba un ejemplar de La Digna Metáfora, ante mi cara de asombro Sampedro me comentó que ese ejemplar era el número uno de la nueva época y del enésimo esfuerzo de Víctor Roura por poner al alcance del público un suplemento cultural ajeno a intereses mezquinos y a cualquier dogmatismo cultural, un suplemento digno de lectores heterodoxos.

Después de un vistazo a La Digna Metáfora, un texto sobre el poeta y cantante Leonard Cohen, escrito por Sampedro, dio la pauta para platicar un poco sobre María Baranda. Conforme transcurrió la plática, Sampedro fue acumulando sobre su mesa de trabajo un lote de publicaciones, que coronó con Instantáneas de la Beatlemanía y otros apuntes sobre música y cultura, un libro que con sus textos nos pasea por el mágico y misterioso camino de los fabulosos 60´s. Años matizados por la psicodelia, la literatura y la música que definió una época cuyas intermitentes reminiscencias “son todavía un asunto vivo”.

Reminiscencias masivas como las provocadas recientemente por el 50 aniversario de la mítica fotografía, tomada el 8 de agosto de 1969, en la que los Beatles cruzan la famosa calle londinense de Abbey Road. O bien, evocaciones más intimistas de mi adolescencia, como el grato recuerdo de acompañar a Sergio Román a la tienda de don Samuel Zezati, en el Portal de Rosales, a comprar las últimas novedades musicales sembradas entre los surcos de vinilo.

 

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_407

 

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