Si visitamos domicilios, a lo largo y ancho del territorio zacatecano, encontraríamos miles de historias de mujeres que salen adelante con los recursos que disponen, desde una mujer exitosa profesionalmente que aporta al desarrollo de la entidad, hasta amas de casa que cocina a las brasas para llevar sustento a su familia; cada una de ellas buscan las oportunidades dentro del contexto en el que habita.
Desgraciadamente, existen mujeres que a pesar del arduo esfuerzo que día a día realizan, aún no gozan ni siquiera de los derechos humanos básicos, menos hablar de igualdad de condiciones para el pleno desarrollo de sus capacidades. Es inconcebible, alcanzar desarrollo sostenible, si se sigue negando a la mitad de la humanidad el pleno disfrute de los derechos humanos y las oportunidades.
En los últimos años, los gobiernos han encaminado esfuerzos para implementar programas y fortalecer las capacidades institucionales que generen condiciones para el pleno desarrollo de las mujeres y reduzcan las brechas de desigualdad entre los géneros. Dentro de estos logros, se ha obtenido un aumento significativo en las inversiones destinadas a paliar la disparidad entre los géneros, además de que se ha fortalecido el apoyo a las instituciones en los temas de igualdad y empoderamiento de las mujeres. A pesar de los esfuerzos, estos han sido insuficientes.
Análisis recientes, nos han demostrado que existe una estrecha correlación positiva entre el ingreso y el nivel de estudio de una madre de familia, con el nivel de nutrición y el grado de estudio de sus hijos, es decir, entre más perciba salarialmente la madre, mayor nivel de nutrición y escolaridad tendrán los hijos. Eso nos deja en claro, que apostarle al desarrollo de la mujer, es aportarle al desarrollo integral de la sociedad, por que ocurre en un en efecto multiplicador, en el sentido de que si la mujer tiene las oportunidades para desarrollarse plenamente, la probabilidad de desarrollo integral de todos sus miembros será más alta.
El camino para llegar a la plena igualdad de género es muy largo, falta mucho por recorrer. El gobernador Alejandro Tello, nos ha instruido para que desde el Plan Estatal de Desarrollo impulsemos la transversalidad de la perspectiva de género en todos los ejes, esto nos permitirá sentar las bases para impulsar de una manera integral el desarrollo de la mujer en el estado. Las mujeres deben tener igual acceso a recursos económicos, educación de calidad y participación política. La incorporación sistemática de una perspectiva de género en la implementación de la Agenda es crucial.
En coordinación con el PNUD y la Secretaría de la Mujer Zacatecana, hemos trabajado por incorporar esta perspectiva como un principio esencial, que contemple la necesidad de realizar acciones especiales orientadas a garantizar los derechos de las mujeres, pero no sólo para evitar que las diferencias de género sean causa de desigualdad, exclusión o discriminación, sino porque además de ello, se tiene mayor impacto en el desarrollo de la sociedad.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030, exige la integración explícita de la perspectiva de género, que promueva acciones que abarquen desde las políticas macroeconómicas hasta la paz para fomentar el desarrollo sostenible con equidad e igualdad.
El pleno desarrollo, sólo se alcanzará mediante medidas políticas, sociales, económicas y culturales que permitan el goce de todos los derechos. El objetivo final, es lograr la igualdad entre los géneros, vamos avanzando hacía un Zacatecas Diferente, que garantice el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, a la autonomía económica y su participación en la toma de decisiones. Siendo prácticos, apostar a las mujeres, es apostar al Desarrollo de Zacatecas. Vivimos una nueva época, una nueva sociedad. Trabajemos Diferente. ■
