Impacto del contenido visual en las ventas
Hay una afirmación que nadie puede refutar hoy en día y es que vivimos en un mundo gobernado por las imágenes. Esto ya sucedía el siglo pasado, cuando la televisión alcanzó su máxima popularidad y las vallas publicitarias estaban por doquier, generando polémicas e impactando a cualquiera que les dedicase un segundo de su atención. Pero es aún más cierto hoy, cuando las redes sociales como Instagram y Tik Tok están en su apogeo.
Todos sabemos tácitamente que, en la actualidad, lo que no se encuentra en internet, no existe. Y al entrar en la web nos conseguimos con un mundo plagado de información, que se condensa en los formatos favoritos de los usuarios: las imágenes y los videos. ¿Sabías que el cerebro humano es capaz de procesar la información contenida en una imagen 60 mil veces más rápido que la que se contiene en texto? Este enorme poder comunicativo es una de las razones por las cuales las páginas web como Vulkan Vegas casino le apuestan todo al aspecto visual.
En las siguientes líneas desentrañaremos todos los secretos de las imágenes y los videos y explicaremos cómo las marcas lo usan a su favor, con el objetivo claro de crear un recuerdo perdurable en la imaginación de los clientes y aumentar sus ventas.
El contenido visual en las campañas de marketing modernas
Seguramente has leído o escuchado en alguna parte que el marketing moderno no puede dejar de contemplar el aspecto digital. Y esto es completamente real, ya que vivimos en una era en la que los límites entre lo digital y lo tangible cada vez son más difusos. Dentro de las campañas digitales, ofrecer contenido visual rico y atractivo es indispensable, por varias razones.
La principal de ellas es que este tipo de contenidos tiene el poder de llegar a más personas y más rápido que el texto o el sonido. Esa cualidad es crucial en nuestros tiempos, cuando la capacidad de atención de las personas se está volviendo cada vez más escasa. El público de hoy está rodeado de más información de la que puede procesar, tanto en las pantallas como en el mundo físico, y la única manera de abarcar más es que esta se le brinde a través de formatos que sean rápidos de digerir.
Pero es que incluso fuera de las pantallas de nuestros teléfonos el contenido visual lleva la voz cantante. La encontramos en los logos de las marcas, los empaques de los productos, los flyers, las vallas y pendones publicitarios, los anuncios y un largo etcétera. Por ello, la mayoría de las marcas —por no decir todas— invierten tiempo y recursos en crear una imagen y un branding propios, que las hagan reconocibles a simple vista por el espectador.
Tipos de contenido visual empleados en el marketing
Dentro de lo que llamamos contenido visual, hay una amplia variedad de recursos que utilizan las marcas para impactar a su público y, por consiguiente, aumentar las ventas. En seguida podemos pensar en las fotografías y los videos, pero hay muchos otros. Por ejemplo, están las ilustraciones, las infografías, los gráficos interactivos, los GIF y los memes. Saber aprovechar cada uno de ellos y alternar entre unos y otros es una gran virtud para el departamento de mercadeo de las empresas actuales.
Un aspecto que no podemos dejar de mencionar es que ciertos tipos de contenido visual, como es el caso de los memes o los GIF son creados o intervenidos por los propios usuarios, con aquello que encuentran simpático, atractivo o relatable. De modo que es posible hacer publicidad visual aun sin inversiones adicionales por parte de las empresas.
La capacidad de la imagen de evocar emociones y crear recuerdos duraderos
La publicidad moderna se define por hablar directamente a las emociones de los consumidores. No se trata de vender un producto, sino de vender sentimientos como la felicidad, la comodidad o la nostalgia que vienen con ellos. Para transmitir este tipo de mensajes, las imágenes y los videos son ideales, ya que son capaces de hablar directamente al principal sentido del ser humano: la vista.
Por otro lado, el contenido visual es más fácil de recordar que otros tipos. Todos, hoy en día, somos capaces de reconocer el logo de empresas como McDonald’s o Nike y también de identificar la tipografía de Coca Cola. Son imágenes que se meten en nuestra mente y configuran un recuerdo imborrable.
La búsqueda de hacerse viral
Una de las características inherentes al contenido visual en la era digital es la posibilidad de viralizarse rápidamente. Pero, ¿qué significa hacerse viral? No es otra cosa que llegar a un público masivo a través de las interacciones de los mismos usuarios, es decir, sin esfuerzos adicionales de las marcas.
Los consumidores de hoy, a diferencia de los del siglo XX, no son meros espectadores que esperan que las empresas los bombardeen de información. Por el contrario, ellos son capaces de elegir lo que quieren ver y potenciar la relevancia de un contenido en específico, a través de comentarios, likes, reinterpretaciones y compartidos. El contenido visual es muy fácil de compartir y llama la atención de todos, por ello es propenso a volverse viral. Basta un mensaje directo a través de las múltiples plataformas disponibles o un link oportuno. Es el boca a boca de nuestros días, con un alcance impensado en épocas previas.