Cada vez más, la humanidad enfrenta importantes retos que ponen en riesgo su integridad, permanencia y número, pues eventos globales como el cambio climático o las latentes pandemias, disminuyen nuestras posibilidades de seguir viviendo a plenitud en nuestra única casa común. En este sentido, en noviembre de 2023 se emitió por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el Informe sobre la brecha de adaptación al cambio climático, denominado también: Financiación y preparación deficientes (La falta de inversiones y planificación en materia de adaptación climática, deja el mundo expuesto al peligro). En el citado documento se establece que pesar de que existen señales claras en torno a los riesgos climáticos y a que sus efectos se están acelerando en todo el mundo, el déficit de financiación para la adaptación, no deja de aumentar y actualmente se sitúa entre 194.000 y 366.000 millones de dólares anuales, lo cual es contrastante ya que según la ONU, las necesidades monetarias son 10 o 18 veces mayores a los flujos actuales de inversión pública internacional, lo que supone al menos un 50% más de lo que se había estimado previamente. Así las cosas, los gobiernos en todo el orbe, deben trabajar en la atención urgente de otras crisis humanas que crecen y amenazan con desbordarse; ya que muchos recursos se destinan al tema de la inseguridad, las guerras, las pandemias u otras emergencias no menos importantes, no obstante, el tema del cambio climático es fundamental y no debe quedar atrás, de lo contrario, estaremos jugando con el presente y el futuro de muchas generaciones. De igual forma, considero que la tarea del gobierno es cada vez más delicada por lo que ya no podemos permitir el paso a políticos improvisados o carentes de conocimientos o con obvios propósitos de grupos políticos distintos a los del interés colectivo. En este contexto, el citado informe también ofrece datos actualizados sobre la planificación e implementación de medidas de adaptación, y llega a la conclusión de que los avances mundiales, no reflejan la aceleración que urge, sino que se están preocupantemente desacelerando. La ONU establece también que ante el aumento progresivo de los fenómenos meteorológicos extremos, como la sequía de África oriental que dura ya varios años, las inundaciones que se producen en China y en Europa, y el calor extremo y los incendios forestales en los Estados Unidos de América y el Canadá, entre otros, el reducir el déficit de financiación para la adaptación, reviste especial importancia por los grandes beneficios que las inversiones en la materia pueden ofrecer en términos de reducción de los riesgos climáticos y la mejora de la equidad y la justicia climática. Sin embargo, si no se actúa desde ya, el aumento de los riesgos climáticos provocará inevitablemente más pérdidas y daños, por lo que el Informe sobre la Brecha de Adaptación 2023, también se centra en las pérdidas y los daños para apoyar a las Partes en las negociaciones posteriores a la decisión adoptada en el vigésimo séptimo período de sesiones de la Conferencia de las Partes, en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), en Sharm el-Sheikh, y sumar voluntades para consolidar un fondo que haga frente a las pérdidas y daños, además de establecer mecanismos de financiación para los países en desarrollo que son más vulnerables. En lo tocante al aumento de la temperatura, la ONU señala que las medidas actuales relacionadas con el clima, son inadecuadas para alcanzar los objetivos de temperatura y adaptación del Acuerdo de París, en tanto que las temperaturas medias mundiales superan el 1.1 °C, por encima de los niveles preindustriales, por lo que según las estimaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) nos sitúan en la senda de los 2.4 °C, a los 2.6 °C para finales de siglo, situación que traerá condiciones irreversibles para la humanidad y todas las formas de vida sobre el Planeta. En este sentido, la ONU establece que aunque el aumento de la temperatura acabe por disminuir como resultado de una efectiva acción global de mitigación del cambio climático, los riesgos climáticos se acelerarán con cada fracción de grado debido a la naturaleza acumulativa y en cascada de los impactos relacionados con el clima. Así pues, las adversidades en materia de cambio climático, nos acechan, están latentes y pueden detonarnos todavía más, atentando contra nuestros estilos de vida actuales, contra nuestras aspiraciones de un nuevo año sostenible y contra nuestras esperanzas de un mejor mañana. Feliz 2024!!!
