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jueves, 25 abril, 2024
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Una obra de teatro puede generar conciencia y transformar a las personas: Paolo Becerra

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Por: ALMA RÍOS • Araceli Rodarte •

■ El arte dialoga con el contexto en que se está viviendo, una forma es mediante el humor, dice

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■ Hay que preguntarse, comenta, si estamos dispuestos a arriesgar o a seguir quejándonos

El arte dialoga con el contexto en que se está viviendo. Una de las formas de hacerlo es al modo del Carro de comedias de la Dirección de Teatro de la UNAM, mediante el humor, dijo el actor Paolo Becerra. Aseguró, una obra de teatro no crea revoluciones pero sí puede generar la toma de conciencia de la gente, que “tal vez va a ir a su casa y a actuar de manera diferente a lo que está haciendo y hará que esta sociedad se transforme”.

En Acentos, el programa de La Jornada Zacatecas TV, se recuperó a propósito del fenómeno mediático que ha generado la más reciente película de Luis Estrada, La dictadura perfecta, y justo en un contexto de recrudecida corrupción y violencia en México, al humor como un vehículo de reflexión, una necesidad y una expresión de la inteligencia humana que también provoca con el autoreflejo ya sea como sociedad o individuos, la posibilidad de tomar una decisión de cambio o bien aceptación de los hechos satirizados, misma que quedará siempre en manos del espectador.

Carlos Navarrete, conductor de la serie, conversó con Paolo Becerra, egresado de la licenciatura en Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien forma parte de la compañía Carro de Comedias que dentro del Festival Internacional de Teatro de Calle 2014 presentó La Amenaza Roja.

El público pudo verse reflejado, en este caso, en una comedia de situaciones, donde después de avatares diversos que involucran el mito de Frankenstein, las pasiones humanas y un sistema de salud ineficiente, se produce la creación de un luchador de cuadrilátero con fuerza sobrehumana que se convierte en vengador de los oprimidos al modo de un Chucho el Roto o Robbin Hood, mismo que objeto de la persecución policiaca, muestra las escenas ya cotidianas de corrupción e ineficiencia de las instituciones mexicanas.

A la pregunta de “¿dónde cabe la risa en este México tan manchado de sangre, con tanto olor a pólvora, que parece una fosa inmensa?”, el actor contestó con una frase de Nelson Mandela que reflexiona: si es posible enseñar al hombre a odiar, asimismo lo es a amar, a hermanarse para crear una sociedad mejor, y el humor y la risa es una forma de recibir en este caso a al público afectivamente “para pasarla bien  cuando están aquí”.

Agregó, de esta manera se genera una apertura mediante el placer de reír, y puede accederse por un momento al derecho a la felicidad.

“Yo creo que ese es el valor que tiene la risa, hacer que la gente por unos momentos sienta un abrazo de alguna manera, que se sienta dentro de algo en una comunidad (…) es la intención de la comedia hoy en día, que de alguna forma nos riamos en comunidad y nos sintamos juntos”. Tal cual sucedió en Zacatecas durante las funciones del Carro de Comedias, dijo.

Hay, propuso Carlos Navarrete, además una risa sardónica, que procede de atestiguar el actuar de una enfermera incompetente y grosera, un investigador corrupto que prepara montajes para explicar crímenes, o la impunidad cuando se ven lanzarse cuerpos a la cañería “como si fueran cualquier cosa”, como ocurre en La Amenaza Roja, o bien, las situaciones expuestas en La dictadura perfecta, donde la risa generada es vergonzosa, pues la gente puede verse reflejada “ahí, en la forma más grotesca pero a la vez más real, la más fea”.

“Pues mira es cuando uno se ve en el espejo y se da cuenta de que uno es parte de eso”, contestó Paolo Becerra para agregar que lo que resta es optar por dos decisiones: seguir por ese camino o decir “no me gusta de lo que me estoy riendo”.

No obstante, el cambio derivado de una decisión de rechazo a lo que se observa es muy difícil, dijo, la misma se toma ya con conciencia, “yo creo que eso es lo importante”. El porqué la gente que se encuentra en el poder y es cuestionada de esta forma no interviene para impedirlo, agregó, tiene que ver con el hecho de saber precisamente que “una obra de teatro nunca ha generado revoluciones”. Pero el humor inteligente sí cambia a las personas, añadió.

Paolo Becerra, egresado de la licenciatura en Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien forma parte de la compañía Carro de Comedias que dentro FITC 2014 presentó La Amenaza Roja ■ foto: miguel ángel núñez

En medio de la risa y la confianza que se genera “entran las reflexiones: esto está pasando ¿tú qué crees de esto?”.

“Entonces esa persona va ir a su casa y tal vez va a actuar de manera diferente a lo que está haciendo y va a generar que esta sociedad se transforme, a hacer lo que yo creo que todos deseamos. Que todos estemos bien. No hablo de que todos seamos ricos, millonarios, sino simplemente de que todos tengamos derecho a trabajar, (…) a hacer lo que queremos, a ser libres”.  Y como consecuencia de esta libertad a ser felices, añadió.

Sobre el humor en el arte de América Latina y por tanto México, Navarrete Ortiz añadió, existe una tradición muy acartonada, aun con la presencia de autores como Jorge Ibargüengoitia, Juan José Arreola y José Agustín, o los caricaturistas, en general se tiende más a la solemnidad, al recato, que encuentra su caso contrario en la literatura norteamericana o inglesa, donde existe toda una tradición al respecto, por lo que aseveró, “nos cuesta trabajo aceptar que la risa y el humor también es inteligente y puede ser puntiagudo”.

El histrión contestó aludiendo al humorista argentino Enrique Pinti, quien reflexionaba que si se considera socialmente correcto no decir groserías, quien no las diga será una “persona de bien”. Tal como se muestran por ejemplo, los políticos, “sin embargo roban, te hunden y hacen lo que quieren”.

Sobre este tipo de concepciones que refieren a lo respetable con la seriedad y al humor con lo burdo, dijo es una forma de hipocresía.

Recordó, en cita a la Verdolaga Enmascarada, Lourdes Ruiz, la tepiteña considerada Reina de los albures, la explicación a estos duelos de ingenio en la verbalización, se originaron “porque los naturales de estas tierras al ser esclavizados por los españoles tenían que encontrar una manera de sacar ese odio que sentían hacia ellos y entonces los albureaban, -sí patrón le voy a traer su chile y se sienta y se lo come”, recreó.

De esta manera se vengaban contra el opresor. Y en ello, señaló, no hay nada de burdo, sino más bien de inteligencia, en tanto se buscan las formas más elaboradas para expresarlo.

Para terminar, el conductor de Acentos, a la par jefe de Información de La Jornada Zacatecas, observó que en el trabajo de Carro de Comedias, ni siquiera la Máxima Casa de Estudios del país se salva de ser objeto de la crítica humorística.

Luego de señalar los cuestionamientos que se hacen al neoliberalismo y en la coyuntura actual, las expresiones a favor de la educación pública y para la resolución del caso de los normalistas de Ayotzinapa, que se manifestaron al cierre de presentación de La Amenaza Roja, preguntó, hacía dónde va el proceso social de movilizaciones, crítica y reflexiones actuales del país.

“Yo siento que sí va a hacia una transformación”, cuya dirección aseveró Paolo Becerra, dependerá de la propia sociedad. En un contexto en que se hace cada vez más visible, que todos en diferentes latitudes del país, se quejan de lo mismo.

“Si queremos un cambio radical hay que tomar decisiones que son muy fuertes, que sí implican algo que tal vez no nos guste y que no sea bueno para nosotros, pero tal vez a largo plazo sea lo mejor”.

La pregunta que hay que hacer dice, es si estamos dispuestos arriesgar o simplemente seguir quejándonos, en cuyo caso “la transformación va a ir hacia otro lugar”, que asegura no será hacia la libertad y la felicidad tan anheladas.

“La libertad cuesta y es algo que trasciende años. Hace siglos  que el pueblo ha luchado por tener esa libertad, y cada pueblo ha ido poco a poco luchando por eso y ahora nos toca a nosotros saber qué es lo que queremos. Esta va a ser una transformación, ¿cuál es?, pues creo que cada quien va a tener que tomar una decisión cuando ese momento llegue”.

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