■ En una tela roja plasmaron los nombres de personas asesinadas el 2 de octubre de 1968
■ Los jóvenes llaman a defender la educación pública y de calidad; emiten consignas contra EPN
Una tela roja, rectangular, larga se extendió sobre el suelo. Con tinta negra, se habían escrito varios nombres; todos ellos, de personas asesinadas hace 46 años.
Jóvenes vestidas de luto y portando sombrillas del mismo color, negro, esparcieron de manera desordenada tenis, zapatos y botas alrededor de la lista de nombres y apellidos. Un líquido de color escarlata derramado sobre la piedra, manchando calzado y carteles, evocaba una imagen clara: el amanecer posterior al 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas.
“La sangre pisoteada de cientos de estudiantes, hombres, mujeres, niños, soldados y ancianos se ha secado en la tierra de Tlatelolco”, escribió Elena Poniatowska, hace un año, sobre la matanza del 68.
Este recuerdo fue plasmado con tela roja, sangre y nombres en negro en medio de la Plaza de Armas del Centro Histórico de Zacatecas, tras la llegada de la primera marcha a este espacio público de la capital del estado. Unas 300 personas que, junto con los demás contingentes, superaron al final los mil participantes, quienes se manifestaron al grito de “2 de octubre no se olvida”.
Eran poco antes de las 11 de la mañana cuando los primeros estudiantes empezaron a reunirse en las inmediaciones de la Preparatoria 2 de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Todavía con las pancartas enrolladas y bajo el brazo, los jóvenes aguardaron a sus compañeros, esperando que la concurrencia fuera mayor que otros años; ya que en esta ocasión las razones eran aún más para acudir a las movilizaciones, aseguraron los estudiantes.
La muerte de alumnos normalistas en Iguala, Guerrero, junto con la desaparición de otros 43 jóvenes de la institución en esta localidad, así como las manifestaciones que los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han protagonizado y que aún seguirán, al menos este viernes, multiplican la importancia y el simbolismo de la conmemoración del 2 de octubre, en este 2014.
La convocatoria, de igual forma, fue más amplia, pues no sólo se ciñó a los planteles de la UAZ, sino que se hizo el llamado a otras instituciones como el Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez) y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep).
Mientras los estudiantes iban llegando a la Preparatoria 2, también los integrantes del Sindicato de Personal Académico de la universidad (Spauaz) comenzaron a congregarse en las oficinas de la organización gremial.
Aunque no se dio aviso a las autoridades de estas dos movilizaciones, como lo establece la nueva Ley de Tránsito del Estado, desde el principio hubo presencia de elementos de esta corporación y no se registró altercado alguno.
El líder del Spauaz, José Crecenciano Sánchez, pidió disculpas a la ciudadanía por los cortes a la vialidad. No obstante, subrayó que esta no sólo es una causa del ámbito estudiantil o académico, sino que toda la población tendría que solidarizarse.
Finalmente, los maestros se adelantaron a los estudiantes de la Preparatoria 2. Partieron de las oficinas del Spauaz pasadas las 11:30 de la mañana y enfilaron sus pasos hacia la Unidad Académica de Ingeniería, donde otro contingente de manifestantes estaba empezando a formarse. Entre ellos se encontraban alumnos de la Preparatoria 1 de la UAZ, quienes avanzaron detrás de los docentes.
Aparte de la imprescindible apelación a la memoria de los asesinados en 1968 en Tlatelolco, con la consigna “2 de octubre no se olvida”, también hubo mensajes contra el presidente Enrique Peña Nieto y contra el propio Gobierno estatal.
Las mantas y cartulinas que portaron llamaban además a la defensa de la educación pública y de calidad. “Condonación a la deuda de la UAZ. No más incrementos a las cuotas de inscripción. Por una universidad pública” y “el bachillerato obligatorio requiere calidad, voluntad y recursos”, fueron algunos de los exhortos escritos para las autoridades.
Su recorrido por las calles de la capital concluyó en Plaza de Armas, donde llegaron a la 1 de la tarde. Mientras tanto, los estudiantes que partieron de la Preparatoria 2 marcharon junto con los alumnos de otros planteles, así como con integrantes de asociaciones civiles como el Frente Social por la Soberanía Popular.
El recuerdo del 2 de octubre del 68 fue la convocatoria central. Pero en estos actos estuvieron presentes las declaraciones de respaldo al IPN, así como los exhortos para que aparezcan con vida los normalistas que están en paradero desconocido en Guerrero y, ante lo cual, el líder del Spauaz aseguró que precisamente “estamos protestando contra esa actitud represiva del Estado”.
De igual forma expuso que “hay mucha semejanza entre lo que sucedió, con lo que está sucediendo hoy”. Concluyó que “están sucediendo muchos 68 en pequeñito, malo el día que sea un 68 en grandote”.
Al final, de Plaza de Armas fue retirada la tela roja con los nombres de algunas de las personas que fueron asesinadas hace 46 años en la Plaza de las Tres Culturas, y también desaparecieron los zapatos, tenis y botas.
Sin embargo, el líquido escarlata continuó tiñendo el suelo frente a Palacio de Gobierno, al igual que la sangre del 68 que, como narró Elena Poniatiwska, se secó en la tierra de Tlatelolco.