El historiador zacatecano, José Enciso Contreras, celebró que Gobierno Federal haya nombrado a 2023 como el año de Francisco Villa debido a que, no obstante su peso histórico y desempeño crucial en la Revolución Mexicana, ha sido “bastante maltratado” por la historia oficial y el discurso político de los gobiernos priístas y panistas que no se identifican para nada con él, dijo a La Jornada Zacatecas.
De acuerdo con el autor del libro “Llegó Pancho Villa a ver qué estaba pasando”, son varias razones por las que el caudillo revolucionario no ha sido querido por los gobiernos anteriores a la 4T, y entre éstas se encuentra su origen popular, pues Villa provenía de los sectores más marginales y agraviados de la sociedad mexicana de su tiempo, pero también por sus andaduras en los primeros años de su vida, cuando incursionó en el bandidaje.
Pero, por otro lado, agregó, se le descalifica también por pertenecer a la fracción constitucionalista perdedora, es decir, a la que no se identifica con Venustiano Carranza. “Pero no estamos hablando en estos procesos históricos de una junta de beatos. Estamos hablando de una revolución”.
En el mismo sentido, Enciso Contreras refirió que hasta el Ejército Mexicano, como institución, no contemplaba a Villa más que como un cuatrero, como una cuestión incidental en la vida de la Revolución, y más bien lo colocaba en un área olvidada y “entre las patas” se discriminaba también a otros notables personajes de gran ascendencia en el Colegio Militar como fue Felipe Ángeles.
Villa provenía de los
sectores más marginales
y agraviados de la
sociedad mexicana
de su tiempo
“Pero nadie odia más a Villa que el neoporfirismo”, agregó el historiador, quien destacó que los valores del Porfiriato están aún presentas en la forma de vivir y un sector muy conservador de mexicanos que tienen expresión política representan esta visión contra la que se reveló la Revolución Mexicana.
“Esa posición neoporfirista, estoy convencido, la representó el gobierno de Alejandro Tello, por lo menos, en cuanto a perspectiva de la historia se refiere”, y es que, a decir de Enciso Contreras, el rencor hacia Villa en Zacatecas data desde 1914, cuando llegó a la ciudad y puso a barrera las calles a la élite porfiriana para que, públicamente, se viera el nuevo orden que traía la Revolución Mexicana, que sería mucho muy diferente al que estaban acostumbrados los zacatecanos de la época.
“Hay muchas familias zacatecanas agraviadas por aquello todavía y están en su derecho, pero también quienes pensamos de manera diferente estamos en nuestro derecho de reconocer a estos héroes y darles su lugar en nuestras instituciones, en nuestros estadios, en los nombres de los municipios. Esto explica esta idea neoporfirista de que se haya quitado el nombre al estadio que originalmente fue bautizado como Francisco Villa.
Yo me atrevería a proponer, modestamente, que aprovechando este año que va a haber condiciones, regresarle el título al estadio. No tiene nada de malo que se llame Francisco Villa, como muchas escuelas, colonias, calles con nombre de gente que han hecho algo por este país. Yo creo que debemos pensar en hacerlo formalmente”.
Finalmente, el investigador señaló que el mensaje que lanza la Cuarta Transformación al nombrar este año como el de Francisco Villa es que la corriente política que gobierna se identifica con estos símbolos históricos y eso está bien, dijo, “porque hay políticos que hacen su grilla y campaña con el Niño de Atocha” y quien lo hace así, aseveró, no puede proclamarse progresista.
“Alguien que cree que las transformaciones de este país van a caer del cielo no es jun hombre de izquierda; descarta a la historia y a las masas como motor de la izquierda y lo pone en los arcones del santísimo. Yo creo que estas declaratorias de la 4T son definiciones y la comprometen a actuar en consecuencia: rescatar valores populares que estaban muy bocabajeados. Yo aplaudo esa decisión”, concluyó.
