La única injerencia que el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) tiene para certificar que las constructoras garanticen el abasto de agua potable de los compradores de casas nuevas en Guadalupe, es exigirles que tengan las autorizaciones del municipio y la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz), de modo que a pesar de las quejas, no pueden dejar de entregar créditos en esos sitios.
Dijo lo anterior, Leopoldo Ortega Otuño, delegado estatal del Infonavit, al asegurar que ellos confían en los permisos que den a las inmobiliarias las autoridades referidas, sin él no darían autorizaciones de construcción, pero una vez que lo obtienen ellos lo verifican y hasta ahí concluye su intromisión en el tema del abastecimiento del vital líquido.
Hizo dicha declaración en entrevista, a raíz de que colonos de nuevos fraccionamientos de Guadalupe se han visto obligados a pagar entre 80 y 90 pesos para llenar sus tinacos de agua, puesto que el servicio público no los abastece en varios días, situación que incluso el alcalde Roberto Luévano ha justificado, al decir que la carencia del líquido se debe al crecimiento urbano desordenado en Guadalupe.
Ortega Otuño dijo que en efecto, 47 por ciento de los créditos que ha otorgado recientemente el Infonavit son en Guadalupe, municipio que se ha convertido en el polo de desarrollo de vivienda de Zacatecas.
De modo que si bien existen quejas de desabasto de agua, la institución crediticia de la vivienda de los trabajadores no puede dejar de entregar créditos para comprar casas en los fraccionamientos de Guadalupe donde se incumple, pues insistió el funcionario federal: “nosotros no podemos determinar esa cuestión, toda vez que hay una normatividad en la que verificamos que cuenten con los permisos y si los tienen no tendremos ninguna objeción”.
El delegado estatal reconoció que el problema de la falta de agua se tiene en todo el estado, pero insistió en que el Infonavit tiene poco margen de actuación, ya que él da por sentado lo que el municipio y la Jiapaz autorizan.
