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martes, 23 abril, 2024
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Iowa sorprende con frenazo a Trump

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Por: La Jornada •

Nueva York. La sombra ominosa de Donald Trump fue frenada por el ultraconservador Ted Cruz quien se impuso entre los republicanos y Hillary Clinton y Bernie Sanders efectivamente acabaron en un empate técnico en el primer concurso intensamente reñido del largo proceso para elegir el próximo presidente de Estados Unidos realizado en el estado de Iowa.

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Cientos de miles participaron esta noche en los llamados “caucuses”, asambleas electorales realizadas por separado por el Partido Demócrata y el Partido Republicano, en un total de unos 2 mil sitios en el estado con lo cual finalmente arrancó el proceso electoral presidencial de 2016.

El triunfo tan cerrado del lado demócrata –el cual no pudo declarar triunfador cerca de la media noche con el 95 por ciento del voto contado- fue efectivamente un triunfo de Sanders (aun si al final gane el voto Clinton) al constatar el inesperado surgimiento de Sanders que logró empatar a la favorita, algo que hace solo un par de meses era impensable. En los hechos, ambos candidatos se dividirán en efecto aproximadamente 44 delegados demócrata en juego en Iowa.

Martin O’Malley, el tercer contendiente demócrata anunció que se retirará de la contienda nacional como precandidato después de jamás establecer su presencia ante el electorado.

Por otro lado, el triunfo de Cruz ofrece un respiro para la cúpula como el menos malo de los llamados “insurgentes radicales” de derecha que están tomando por asalto al Partido Republicano. El cubanoestadunidense Cruz, quien dio gracias a Dios por su triunfo, por lo menos es senador y producto del establishment que solo recientemente se alzó sobre la ola del llamado Tea Party, y por lo tanto forma una parte de la cúpula.

Para Trump el segundo lugar es una derrota para su imagen de invencible, pero mantiene su ventaja en las encuestas a nivel nacional. Marco Rubio, el otro cubanoestadunidense, festejó su sorpresiva fuerza al llegar a un tercer lugar a un punto de Trump –de hecho, podría considerarse como el que más avanzó en términos políticos. Todos los otros ocho contendientes republicanos lograron menos del 10 por ciento cada uno (Jeb Bush logró menos del 3 por ciento, y uno, Mike Huckabee, se retiró de la contienda).

Después de casi un año de campañas, millones en publicidad, infinitos sondeos y aún más infinitos comentarios –todo manejado por profesionales muy bien pagados– llegó el momento donde el supuesto protagonista del espectáculo democrático por fin entra al escenario: el votante.

Aunque Iowa captó la atención nacional, millones de dólares en inversiones en propaganda y enormes recursos humanos y tiempo por los precandidatos, no es en sí un estado importante en el mapa político-electoral estadunidense. Tampoco, como recuerda el veterano analista político Charlie Cook, determinará el eventual ganador de la candidatura de uno u otro partido., “tomen un respiro, todos”, aconseja, falta mucho, solo es el primer concurso de más de 50 que faltan.

De hecho, esta noche en Iowa solo se seleccionaron/eligieron a menos del 2 por ciento -o sea, unas cuantas decenas- de los delegados que están en juego en el tablero nacional (un total de 2 mil 472 delegados del lado republicano, 4 mil 763 del lado demócrata). Pero Iowa y Nueva Hampshire –la siguiente cita del calendario electoral en ocho días- sí tienen una presencia nacional exagerada cada cuatro años sólo porque son los primeros dos concursos en el proceso electoral presidencial y por lo tanto pueden desencadenar dinámicas que afectan a los siguientes concursos, como también confirmar o minar la viabilidad de candidatos establecidos o insurgentes. Es la primera vez que se escucha la voz de los votantes.

La próxima cita son las elecciones primarias en Nueva Hampshire el 9 de febrero, y de ahí a concursos en Nevada y Carolina del Sur a mediados de mes. El primero de marzo continua el proceso con el denominado “súper martes” cuando una docena de estados realizan primarias.

El proceso de elecciones internas de cada partido nacional continua hasta el 14 de junio y culmina con las convenciones nacionales de cada partido en julio donde los que ganan las mayorías de los delegados (incluyendo superdelegados otorgados por las cúpulas partidarias) se coronan como candidatos presidenciales de su partido.

Más allá de Iowa, lo que continua definiendo esta contienda es la insurgencia de precandidatos que están desafiando las cúpulas de ambos partidos: Trump por el lado de los republicanos y Sanders por el lado demócrata. En parte, la contienda es una expresión de hartazgo de las bases de ambos partidos y sus aliados contra el “establishment”.

Pero también hay otra vertiente en todo esto: por la presencia de Sanders, la pugna es una entre millonarios (tanto varios de los precandidatos o sus principales patrones) y una expresión ciudadana en lo que se pronostica será la elección presidencial más cara de la historia. El socialista democrático Sanders recaudó 20 millones solo en el mes de enero, pero lo más importante es que estos como todos los fondos (durante 2015 recaudo más de 73 millones) que han financiado su campaña provienen de más de un millón de ciudadanos donando más de 3.5 millones de contribuciones individuales de en promedio 27 dólares cada una –un nuevo récord.

Clinton sigue recibiendo directa e indirectamente la mayoría (un 81 por ciento según algunos cálculos) de sus fondos de donantes ricos. Todos los precandidatos republicanos son patrocinados por multimillonarios, o en el caso del multimillonario Trump, por su propia fortuna.

Así, la pugna es en cierto sentido entre el poder ciudadano y el poder empresarial/corporativo/multimillonario.

Aunque a nivel nacional Clinton sigue gozando una amplia ventaja en las encuestas nacionales, el mensaje de Sanders, por una “revolución política” para rescatar a esta democracia de las manos de una oligarquía multimillonaria y de Wall Street sigue resonando de una manera muy potente entre las filas democráticas, sobre todo entre los jóvenes (cuyo voto estaba ganando de manera abrumadora esta noche según encuestas de salida). Eso quedó comprobado en Iowa esta noche con el auto-definido socialista democrático empatando a la poderosa maquinaria política no solo de Clinton sino la cúpula del partido.

Sanders goza de una amplia ventaja sobre Clinton en el siguiente concurso en Nueva Hampshire y con el empate esta noche ha provocado una contienda interna casi impensable hace solo un par de meses.

Mientras tanto, los ahora tres cabalgantes principales de la derecha seguirán su sagrada cruzada.

Esto apenas empieza.

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