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viernes, 29 marzo, 2024
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La autonomía de la UAZ. La visión de Rogelio Cárdenas Hernández en retrospectiva 1

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Por: Juan Manuel Rivera Juárez •

El pasado mes de marzo del 2021 falleció el I.Q. Rogelio Cárdenas Hernández, quien en vida fuera Rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (2000-2004), primer candidato independiente a una alcaldía en el estado (2013) y secretario de Educación y Cultura del Estado (2004-2006). El presente artículo a manera de homenaje póstumo retoma sus reflexiones, cuestionamientos e ideología, registrados con su puño y letra en escritos que se encuentran resguardados en la que fuera su oficina. Agradezco a la familia Cárdenas Vargas que me permitieran husmear entre sus pertenencias para identificar información para elaborar este y otros futuros artículos.

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Siendo estudiante de primaria conocí del proyecto de autonomía de la UAZ, el que causó en la sociedad zacatecana una buena impresión, escribe el propio Rogelio Cárdenas. La autonomía fue un cambio importante que en mi opinión debe ser evaluado. En la recapitulación del 175 aniversario de la Universidad y referente a la autonomía, se cuestionaba: ¿Nos ha convenido? ¿Qué beneficios hay en la actualidad por ser autónomos? ¿Cómo modernizarnos sin perder la autonomía? A partir de 1972 se dieron cambios importantes que generaron alteraciones en la vida interna de la universidad ante la intromisión del marxismo; la Reforma Universitaria fue el boleto legítimo de entrada para que el pensamiento marxista se recreara en la Institución.

De 1971 a 1977 se dio un proceso de sobre politización. Los universitarios asumieron en serio el discurso de Salvador Allende: aquel universitario que no fuera de izquierda, no merecía ni ser joven ni universitario. La UAZ abrió sus puertas a este tipo de movimientos, a lo que Rogelio Cárdenas se planteaba la necesidad de valorar si eso fue o no conveniente. Como consecuencia de la politización de la Universidad se perdió el interés académico, no se logró conciliar la academia con el apoyo popular. La institución se convirtió en un centro de agitación política para la sociedad y en una amenaza para el sector dominante, los ganaderos. En este contexto la autonomía fue un tema de lucha y revisión permanente.

Se dio por hecho que la autonomía era permitirnos vivir en un ghetto (área separada), o bien, en el campo de la extraterritorialidad de la Institución; podían entrar masas de campesinos y de colonos, la UAZ se volvió un refugio, era el espacio donde se podía estar a salvo. Este fenómeno no fue conducido adecuadamente por los rectores. Fueron rectores muy queridos por la comunidad universitaria, debido a toda esta libertad que se vivió, pero eran rectores sujetos a las fuerzas políticas, por ejemplo no podían oponerse al uso del Teatro Fernando Calderón en actos populares, porque así les iba. -Si el rector no podía, los directores menos-. Es aquí en donde considero que este proceso falló. Los resultados no fueron los mejores.

Si bien, no había claridad en cómo gestionar una universidad pública, si existía interés en ser cause de las problemáticas populares, esta si era una dirección bien hecha y armada. Los resultados fueron diferentes. Con el tiempo, el campo (la lucha campesina por la posesión de la tierra) siguió su camino y la Universidad el suyo. Sin embargo este tipo de errores no se corrigen de un día para otro. -Es más, no se da uno cuenta sino hasta después-. En mi caso, como profesor, sabía que era irregular que bajo la presión política se consiguieran plazas (docentes) con base en la exigencia irracional del Sindicato de Profesores (SPAUAZ). Plazas de tiempo completo (TC) para profesionalizar a la Universidad, que se dividieron en dos medios tiempos (MT) para ser ocupadas por cuadros políticos. Acción que se fue haciendo uso y costumbre. -Incluso el director que nos exigiera, a los activistas, que buscáramos mejorar nuestras obligaciones en la Institución, era visto fuera de lugar-.

En la Universidad -éramos intocables-, fuera de ella, en las comunidades, teníamos reconocimiento, la gente estaba agradecida. Todo esto condujo a la UAZ a muchos problemas relacionados con los flujos internos. Se estimó que a los profesores activistas, se nos diera la posibilidad, ya como profesionales, de ser maestros en Licenciatura, eso generó que muchos profesores de la Prepa desplazaran a los de la Licenciatura. -Algunos nos regresamos. Yo, en la Escuela de Ciencias Químicas, encontré la posibilidad, pero también el choque con la idea de desplazar-. Fueron muchos los cambios de adscripción.

Se desató el interés por conducir a la Universidad, era vista como un cobijo para la movilización popular. Se conformaron grupos internos, propiamente universitarios (1971-1977) y se dio el crecimiento de un movimiento universitario consolidado hacia el exterior. -¿Qué nos salvó? La toma de 1977, de otra forma habría seguido en caída-. Los universitarios estábamos dispersos, lo que quedaba del movimiento popular eran fracciones: el PCM tenía una fracción, el Frente Popular Maoísta otra. De nueva cuenta nos unificamos, pero sin juntarnos.

Siete fueron los años que duró el auge y la caída del movimiento popular que resultó en la dispersión de todas las fuerzas, pero, en 1977 nos unimos para ganarle a la Derecha, el único motivo en común, era desbancarla. ¿Pero qué pasó?, en cuanto le ganamos, se generó la dispersión. Se negociaban cabezas. Lo único que se logró fue que la Derecha resultará más débil en la negociación y perdiera. Gobernación les dijo: “Ustedes no saben lo que quieren, no son capaces de nada, entonces que regrese Díaz Casas a la Rectoría, que se reencause la universidad”. Esa fue nuestra demanda y se acabó. ¿Qué siguió? Después, vino el pleito por determinar quién iba a ser el próximo Rector. Las fuerzas nuevamente en movimiento. Empezaron las asambleas con el SPAUAZ en las oficinas que tenían a un lado del Calderón.

–Con la división que había dentro de las fuerzas democráticas– los resultados de las diferentes comisiones negociadoras era impredecible. Dependiendo de la composición negociaban, fue así como se estructuró una red política al interior de la UAZ. ¿Quién hablaba ya de salir? Nadie. En la Universidad, la discusión se centraba en los puestos y en las plazas. Quién entraba y quién no a trabajar. Esa es la descomposición del flujo.

Sé parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes: http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.

*Docente Investigador de la Unidad Académica
de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT
[email protected]

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