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viernes, 29 marzo, 2024
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Mujeres, las más afectadas por la brecha salarial y las tareas en el hogar

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Por: SCARLETT LLAMAS •

Una mujer tendría que trabajar 5 días más al mes para tener el mismo ingreso que un hombre

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De acuerdo con Inegi, el sector femenino pasa más tiempo al cuidado de otras personas y en tareas del hogar

 

Una mujer tendría que trabajar 5 días más al mes para obtener el mismo ingreso que un hombre, esto según los datos aportados por la asociación civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, que denuncia una brecha salarial de 797 pesos en promedio al mes entre los ingresos de hombres y mujeres.

Esto debido a la brecha salarial, que según la Organización de Naciones Unidas, se entiende como la diferencia en la cantidad que una persona recibe de su empleador/a por realizar su trabajo, incluyendo, además del salario base, los complementos salariales asociados a la persona, al puesto, al desempeño o a la realización de trabajo adicional, según el sexo del trabajador o trabajadora. En el caso de México, los hombres ganan en promedio 5 mil 825 pesos al mes, a comparación de los 5 mil 29 que cobran las mujeres.

La encuesta también resalta la desigualdad en cuanto a la ocupación de empleos, pues en el caso de las mujeres, 4.6 millones de 25.5 millones se encuentran desempleadas, representando un 18 por ciento de la población femenina en condiciones de trabajar, y más del doble de los hombres desempleados, que se estima se acercan a los 2.9 millones de 36.2 millones de hombres desempleados, tan sólo el 8 por ciento.

De acuerdo con la encuesta ya mencionada, las mujeres tienen más escolaridad alrededor de un año más de escolaridad que los hombres y trabajan más dedican 10 horas más que los hombres para realizar actividades económicas, pero aún así reciben un sueldo menor.

El salario igualitario es una de las demandas del feminismo, pues argumentan que un pago diferencial por el mismo trabajo y tiempo empleado es un tipo de violencia ejercido contra las mujeres; se puede decir que limitando los ingresos de alguien, se limitan sus libertades.

Tiempo en labores de cuidado
y ocupaciones domésticas
La brecha no sólo se queda en el aspecto monetario, sino que también abarca el tiempo que las personas emplean en el cuidado de los demás; en este sentido, las mujeres pasan una cantidad de tiempo considerablemente mayor al cuidado de otras personas.

Según lo reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi), en la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2017, en todos los aspectos analizados, las mujeres son mayoría en la atención a niños, discapacitados, personas enfermas y/o mayores, así como al invertir su tiempo en realizar labores del hogar en lugar de otras actividades, como educativas o recreativas.

Perpetuar modelos de género mantiene a mujeres y niñas realizando la mayor parte labores domésticas, lo que resulta en un total de 12.58 horas en esas actividades, más las 14.35 horas gastadas en la preparación de alimentos y 3.2 más que tienen que ver con la compra de bienes para las actividades previas.

Lo referente a cuidados de alguien más resulta en una suma total de 178.41 horas dedicadas a alguien más, en contraste con las 104.3 horas invertidas por hombres.

Desigualdad en
representación política
A pesar de que la mayoría de la población del país es parte del género femenino, los cargos políticos no son representativos, en realidad no son ni siquiera equitativos dentro de los mismos poderes políticos pues, aunque en la 63 Legislatura del estado de Zacatecas se puedan encontrar 16 hombres frente a 14 mujeres, en cuestión de presidentes municipales la desigualdad es evidente, con sólo 15 alcaldesas y 43 alcaldes, según información proporcionada por el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas.

El propósito de los mandatarios es gobernar con relación a las necesidades del pueblo; si la mayor parte del pueblo está conformado por mujeres, son ellas las que tienen una mayor cantidad de necesidades, por lo que una participación equivalente a la población no sólo es correcta, sino que indispensable en una democracia.

Las oportunidades políticas se presentan para todos, pero no se consideran los obstáculos que las mujeres sufren y los hombres no, los ataques relacionados con la “inestabilidad emocional” o las “alteraciones hormonales”, sin mencionar el acoso que sufren gran cantidad de personajes políticos femeninos, y quienes se les da más importancia por cómo lucen que por lo que proponen o representan.

La desigualdad, en fin, está presente en todos los aspectos de la vida, y pareciera que en una gran cantidad de casos, las mujeres son las receptoras de ese tipo de violencia.

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