■ En 1959 el Instituto de Ciencias de Zacatecas transitó a instituto autónomo de Zacatecas
■ El ICAZ contaba con el decreto de autónomo, pero aún existía la intervención del gobierno
■ Fue hasta 1968 al adquirir el rango de UAZ, que se pudo ejercer la autonomía plenamente
■ En este momento hay la posibilidad de transformar a la universidad desde adentro: Rector
En 1959, luego de una movilización estudiantil, el Instituto de Ciencias de Zacatecas transitó a Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas (ICAZ). Su autonomía trajo consigo un desarrollo político, económico y social fundamental para el estado, pero en los últimos años esta precepto se ha violado por el vínculo de algunos actores con partidos políticos y grupos de interés.
En el contexto del 60 aniversario del decreto de autonomía del ICAZ, precedente directo de la actual Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), el ex rector Jorge Eduardo Hiriartt Estrada relató los antecedentes de la institución.
En primer momento el entonces gobernador Francisco García Salinas creó a la Casa de Estudios en el municipio de Jerez hasta que en 1837 se trasladó a la capital del estado con el nombre de Instituto Literario de García y exhortó a mantener a la institución desvinculada de intereses políticos.
Después de 1880 adquirió el nombre de Instituto de Ciencias de Zacatecas, y fue hasta el año de 1959, luego de un movimiento estudiantil, cuando el Gobierno del Estado le otorgó autonomía, generando así el Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas.
“En la época en que esto se da estaba de moda la adquisición de la autonomía en instituciones de educación superior. Inicialmente surgió en Córdoba, Argentina, y a partir de esa influencia y por la movilización estudiantil de ese momento, se otorgó al instituto la calidad de autónoma”.
Explicó que la autonomía significa, fundamentalmente, autogobierno, de manera que se le otorgó al instituto la capacidad de autogobernarse independientemente de otras instancias y del propio gobierno.
Se le otorgó al instituto la capacidad de autogobernarse
Así, los miembros de la institución adquirieron la capacidad de elegir a sus gobernantes, su forma de gobierno, y en el aspecto académico pudieron definir sus propios planes y programas de estudio.
Hiriartt Estrada consideró que ese proceso fue importante porque los estudiantes del ICAZ tuvieron esa posibilidad y entonces eligieron a su rector, directores y subdirectores en las escuelas, lo que no ocurría antes porque esa era facultad del gobernador. El director del instituto fue José Abraham Torres Viramontes.
No obstante, aunque el ICAZ contaba con el decreto de autónomo, aún existía la intervención del Gobierno del Estado mediante diversas formas, pero al adquirir el rango de Universidad Autónoma de Zacatecas, en el año de 1968, se pudo ejercer la autonomía plenamente.
Este proceso de conversión, de ICAZ a UAZ, se llevó a cabo durante la gubernatura de José Rodríguez Elías, el 6 de septiembre de 1968 y lo otorgó el Congreso del estado de Zacatecas mediante un nuevo decreto que se hizo público con un recorrido de los universitarios por las principales calles de la ciudad.
“Así se daban a conocer los decretos gubernamentales, edictos, a través de pregones. Entonces recorrimos la ciudad, con las autoridades universitarias, dando a conocer el decreto. Y así se creó la nueva Ley Orgánica y se transformó su estructura orgánica así como la forma de elección del rector”, expuso.
Respecto a la significación política que tuvo ese proceso de ejercicio de la autonomía, Hiriartt Estrada dijo que lo más trascendente fue la conversión de ICAZ a UAZ porque implicó una transformación organizativa muy grande.
Recordó que en el ICAZ ya había escuelas profesionales, entre ellas la de Derecho, Medicina, Enfermería e Ingeniería, y cuando se convirtió en universidad aumentaron las opciones, a la vez que incrementó el presupuesto federal y estatal.
Así surgieron numerosas escuelas y la institución se convirtió en la más importante del estado, con una influencia fundamental en la sociedad e incluso en otros estados, porque venían jóvenes provenientes de Aguascalientes, donde no había universidad, y de otros lugares.
Reiteró entonces que la autonomía plena se ejerció al momento de decretarse la creación de la Universidad Autónoma de Zacatecas porque en ese momento hubo la capacidad de manejar su propio presupuesto, mientras que en el ICAZ aún se dependía en su totalidad del recurso que le daba el gobierno.
Por otra parte, comentó que la autonomía en la universidad ha tenido claroscuros, pues ha habido momentos en que no se ha respetado completamente. En 1977, cuando se dio el asalto a la Rectoría, participaron universitarios y personal de gobierno y de partidos políticos, con el fin de obtener el control de la institución.
Durante su rectorado, recordó Hiriartt Estrada, siempre estuvo atento a que no se vinculara a la universidad con partidos políticos, porque la autonomía no solo es respecto a la autoridad, sino también respecto a grupos de interés.
Contrario a ello, “creo que ahora hay muchos intereses dentro de la universidad con partidos políticos. Esto afecta porque puede instrumentalizarse a la universidad en favor de intereses personales o de grupos. Eso afecta la vida normal de la universidad”.
En el asalto a la Rectoría participaron universitarios, personal de gobierno y partidos
“A la universidad se le sujeta a un vaivén político al que debe estar ajeno. No debe servir a intereses políticos de ninguna naturaleza. La autonomía debe ser preservada de manera tajante y no sujetada a intereses ni de gobierno ni de partidos ni de grupos”, expresó.
En ese sentido, consideró que ha habido ocasiones en que algunos actores de la universidad han violado la autonomía universitaria por su vínculo con partidos políticos o con el gobierno en turno.
Por su parte, Crescenciano Sánchez Pérez, ex secretario general del Sindicato de Personal Académico (Spauaz), destacó la transformación académica que se presentó en el momento de que la institución adquirió la autonomía.
Refirió que el proceso más importante fue la conversión del ICAZ a UAZ, momento en que creció la cantidad de escuelas y se modificaron los contenidos, especialmente en el ámbito filosófico y humanista.
“Aparecieron materias con otros contenidos y con otra forma de ver las cosas y de plantearse otro tipo de ideas que ya se estaban dando en otras partes del país y del mundo, especialmente después del movimiento del 68”, indicó.
En aquella época, la ciudad de Zacatecas era pequeña y conservadora y dominada; vivía del comercio y del aparato burocrático del gobierno municipal y estatal. En ese contexto, el cambio de ICAZ a UAZ permitió el desarrollo de todos los ámbitos de la sociedad.
Consideró que el título de autónomo se concedió a la institución por el contexto nacional e internacional, pues en otros lugares del país y en otros países se había promovido entre las instituciones de educación superior.
Sánchez Pérez opinó que el propósito del gobernador en ese momento, Rodríguez Elías, no era obtener algún mérito político, sino que pretendió que la comunidad universitaria tuviera una idea de que el gobierno actuaba democráticamente, aunque en realidad era el mismo: conservador, retardatario.
“¿Cómo nos cayó a nosotros? Bien. En los pocos grupos de alumnos y de maestros, que eran muy reducidos, se empezó a discutir otra manera de ver a la universidad y su papel ante la sociedad. Creo que todavía hoy en día hay mucha gente que no entiende el significado de autonomía, tanto afuera como adentro”, expresó.
Señaló que hay muchos universitarios que creen que la autonomía “es para que hagamos lo que nos dé nuestra regalada gana, pero no es por ahí, sino por la libertad de cátedra y de pensamiento”.
Antonio Guzmán Fernández, actual Rector de la BUAZ, explicó que la autonomía es un valor intangible que se dio gracias a la lucha de una generación que ahora toca reivindicarla, y para ello se debe desterrar la corrupción y tener la capacidad para entenderla en el contexto actual.
“Es algo que no podemos perder en esta generación de universitarios y hay que generar las condiciones de cómo discutir la universidad desde adentro por todas las amenazas externas que hay. Tenemos que tener la capacidad interna para ser autocríticos y ver en qué momentos históricos nos equivocamos”.
Consideró que, a partir de la implementación de políticas neoliberales en la educación superior, se priorizó el individualismo y la competencia, y en consecuencia se dejó de lado el arraigo institucional.
Políticas de gobierno indujeron a universidades a realizar prácticas de corrupción: Guzmán
Como resultado, la capacidad de la universidad para discutir, desde adentro, su impacto hacia afuera, disminuyó, y “hoy estamos arrinconados porque no podemos salir de ese proceso”.
La manera en que la Máxima Casa de Estudios se ha reivindicado, dijo, es mediante su prestigio y proyección social, porque brinda la posibilidad a 42 mil jóvenes a ingresar a la educación pública.
No obstante, Guzmán Fernández dijo que es necesario “retomar y darle contenido al tema de la autonomía que es la capacidad que tenemos de autogobernarnos al interior de la institución y el impacto que podemos tener para la sociedad”.
Sobre la relación que puede haber entre autonomía y corrupción, refirió que en los últimos años el propio gobierno estableció una política de Estado que indujo a las universidades a realizar prácticas de corrupción, ello por la necesidad de recursos de las instituciones de educación superior.
En el contexto de emergencia económica de algunas universidades, señaló que el gobierno la aprovechó para influir en la implementación de esquemas de desvío de recursos a través de algunas universidades.
Al margen de ello, la autonomía ha sido fundamental, pues “la universidad es un crisol de ideas, hay todas las posturas filosóficas y políticas, desde el zapatismo, la izquierda institucional, la derecha. Están presentes todas las ideologías que se manifiestan en la sociedad y es un valor que tenemos que seguir reivindicando”, indicó.
Manifestó que hay agentes externos que siempre han querido controlar a la universidad, y eso lo ha propiciado la institución misma por debilidades internas, pero a pesar de todo todas las ideas están representadas al interior.
En este momento, añadió Guzmán Fernández, toca construir una transformación desde adentro, pero para ello la comunidad universitaria debe ser autocrítica y debe tomar decisiones en diversos aspectos de la vida institucional.
Aseguró que la institución no es utilizada para fines políticos, sino que se han generado alianzas para ayudar a la institución: “en términos concretos, no hay algo o alguien que controle a la universidad. No hay esa capacidad que se sostiene de que alguien tiene secuestrada a la universidad. No hay un control que funcione como una mafia”.
“Tener la capacidad de autogobernarse, de tomar decisiones, de revisar los planes de estudios, de reestructurar y discutir los contenidos, da una apertura mientras que en el nuevo gobierno, desde la Subsecretaría de Educación Superior hay un escaso margen para ello”, agregó.
Opinó que en este momento se está cimbrando la educación superior y hay un proceso de incertidumbre y ello puede ser canalizado de diferentes maneras. En el caso de la BUAZ, debe haber la capacidad para transformar a la institución.
Es decir, en este momento hay la posibilidad de transformar a la universidad desde adentro, ello con todas sus implicaciones, pues requiere de la construcción de un nuevo modelo institucional y académico, concluyó Guzmán Fernández.
