Los 43 y 37 mil desaparecidos revelan: México es un país de ultratumba

Las palabras de defensores de derechos humanos están llenas de azufre candente: “México es un país de fosas”. Se escarba y aparecen cadáveres. Y no sabemos de quienes son. Los cuerpos sin vida, descompuestos y sin memoria pueblan el subsuelo del olvido. Al mes de abril de este año suman 37 mil 435 personas desaparecidas, según el Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED). Los registros de personas desaparecidas y los delitos dolosos están a tope: ya no caben en nuestra imaginación. Junto a esos desaparecidos, contamos 25, 339 en los 12 meses del año pasado, indica que tuvimos 70 asesinatos diarios. ¿México es un país de ultratumba?
En el caso de los desaparecidos hay una correlación importante entre la frecuencia de los mismos y las zonas de mayor presencia del crimen organizado. Y no sabemos aun cómo se pueda discernir (separar) aquellos que lo son por desaparición forzada (en manos de fuerzas del Estado) y aquellos que lo fueron por obra de secuestro. No sabemos nada. Por ello, los 43 normalistas se han convertido en los representantes de los 37 mil: todos claman el derecho a la verdad. Las víctimas tienen un derecho mínimo: saber la verdad de lo ocurrido. Otro rasgo en el caso de los 43 fue la negativa de investigar al ejército y la acción abiertamente mentirosa de la autoridad (Presidencia y PGR). Se les dijo a los familiares que los cadáveres de los jóvenes estudiantes habían sido incinerados, vinieron expertos forenses y demostraron que la afirmación de la autoridad era mentira. Una cosa es no investigar o hacerlo mal, y otra es mentir abiertamente. La confianza en las autoridades se fue a otra fosa. Y el colmo: Peña reivindica hace días esa versión que se probó claramente que era falsa. ¿Qué se hace en esos casos?
Un dato que sabemos es la edad de la mayoría de las víctimas: jóvenes entre 19 y 25 años. Otro rasgo por el cual los 43 representan a los 37 mil. Además de la baja escolaridad y su pobreza. Como el llamado efecto mateo: al que menos tiene, más se le quita. México es la patria (no de la desigualdad) sino de la injusticia extrema. Un joven, pobre, víctima de violencia homicida y, además, sin derecho a la verdad, arrumbado al olvido. La declaración de Peña de hace unos días, por ello, revela un Estado Cínico.
Con este escenario infame recibirá el nuevo gobierno la conducción del país. y hay un personaje clave con la misión de remediar los nebulosos entuertos: Alejandro Encinas. Misión imposible. Le dijeron cuando le encomendaron el cargo: “su misión (si decide aceptarla) es resolver los nudos de las investigaciones mal hechas del sexenio anterior”. Hacer saludable un país de fosas, impunidad, injusticia extrema y escurriendo en sangre, es equivalente a resolver el enigma de la transmutación alquímica (convertir el plomo en oro). Por todo ello, debemos desenterrar las hachas de los años 60´s: “seamos realistas: hagamos lo imposible”.