Ciudad de México. El Sol interactúa con la Tierra mediante el viento solar y las eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés), que son expulsadas por esta estrella hacia el medio interplanetario. Estudiar la atmósfera solar es relevante porque, además de proporcionar luz visible y distintos tipos de radiación, las CME –nubes gigantes de gas ionizado caliente conocido como plasma– en ciertas cantidades pueden ocasionar daños a los satélites en órbita o inducir grandes aumentos de potencia en las redes eléctricas de los suministros de energía, dejando hogares sin electricidad.
La parte central del Sol es su núcleo, donde se llevan a cabo las reacciones de fusión nuclear; es la fuente de su energía. Del núcleo se transporta energía hacia la atmósfera solar, compuesta por fotósfera, cromósfera y corona, formadas todas por plasma. Estas zonas son las más dinámicas porque es donde ocurren eventos transitorios tipo jet,responsables de la transferencia de masa y energía desde la cromósfera hasta la corona.