La crisis financiera que ha expuesto el Gobernador David Monreal desde que tomó las riendas del Estado, tiene un origen y claro que tiene culpables, es imposible achacar el problema a un solo ex gobernante, sino a toda una generación de políticos que durante años han logrado mantenerse en diversos cargos de gobierno, para ser exactos, desde 1998 hemos tenido a los mismos políticos en diversos cargos de representación o como servidores públicos.
La falta de recursos no se debe únicamente al mal manejo de los mismos, han sido muchas las acciones que han traído como consecuencia lo que hoy se enfrenta desde el gobierno estatal, nómina saturada, es decir, que un gran porcentaje de los recursos con los que cuenta el Estado, se destinan a pagar la nómina de trabajadores al servicio del estado.
La nómina estatal no se ha inflado por si sola, ni tampoco ha crecido de forma proporcional de acuerdo a las necesidades administrativas o según el crecimiento gubernamental, sino que el crecimiento desmedido es resultado de que el gobierno del estado ha sido visto durante sexenios como una agencia de colocación para familiares, amigos y “recomendados” de nuestros políticos.
Legisladores que condicionan el voto legislativo a favor o en contra a cambio de favores en forma de empleo para sus recomendados o que al concluir su mandato legislativo otorgan base a sus parejas sentimentales, asesores y otros compromisos; regidores que de la misma forma, negocian con los presidentes municipales la contratación de sus familiares o equipos políticos, presidentes municipales y gobernadores que ven en el triunfo en las urnas, la oportunidad de despedir a una gran cantidad de servidores públicos para colocar al propio equipo y para cumplir con los compromisos generados en campaña a cambio del apoyo en durante la misma, terminan por ser acciones que inflan las nóminas, incrementan el gasto e incluso ponen en problemas a las administraciones tras concluir el mandato por los laudos generados tras los despidos masivos de personal.
Aunado al incremento en la nómina burocrática de los municipios y de la nómina estatal, el despilfarro de dinero por diversos conceptos también ha terminado por ahorcar las finanzas públicas, como las compras a sobre precio, obras que no resultan indispensables para el desarrollo del estado como las famosas glorietas de la muerte, la construcción de elefantes blancos o como las recientes glorietas en la avenida Pedro Coronel en las que instalan el nombre de la avenida, también la corrupción ha sido un factor determinante para ahorcar a los municipios y a Zacatecas.
El anuncio del recién estrenado gobernador de disminuir la nómina estatal puede verse reflejado en un pequeño ahorro, sin embargo, la estrategia implementada puede representar un mayor gasto derivado de los posibles laudos por violentar los derechos de los trabajadores al no pagarles su salario.
La reestructuración del gasto con los medios de comunicación que en días pasados señaló el coordinador de comunicación de gobierno del Estado, también puede traer consigo un ahorro importante, pues los convenios con los medios de comunicación han sido utilizados como un premio por el apoyo brindado en las campañas políticas o durante las administraciones, pues estos han sido onerosos e incluso ofensivos para los zacatecanos, ojalá dejen de ser usados para manipular la opinión pública a través de la manipulación de periodistas, columnistas, comunicadores y dueños de medios con el condicionamiento de los convenios.
Es evidente que la administración de la nueva gobernanza deberá tener mucha imaginación y verdaderas propuestas para salir del agujero en el que encontró a Zacatecas, pues depender del apoyo de gobierno federal no será una opción, esperar que regresen ciertos recursos como el fondo minero tampoco debe ser considerado, la única vía para sanear las finanzas será la austeridad republicana, fomentando el retiro voluntario de servidores públicos; adelgazar la nómina revisando los contratos y las funciones de los trabajadores, evitando la aviación y la dupla de funciones; impulsando una ley de medios para evitar que los convenios sean usados para beneficio de actores políticos; combatiendo a fondo la corrupción e implementando mecanismos para eficientar el gasto evitando programas disfrazados de sociales pero usados con fines de operación política.
Si realmente se busca un cambio en la administración estatal, ser verá reflejado en las acciones que propongan, así como en el presupuesto que propongan al Congreso del Estado, hasta el momento se ha fallado con la promesa de no más cuotas ni cuates, ni más de lo mismo en los cargos de la administración, saldremos de la duda una vez presentado el paquete económico.
