Artísticamente, ella es multifacética. Lo mismo hace teatro como actriz, que como directora o productora. Lo mismo escribe una intensa y bienaventurada poesía. Ella sabe transformarse, moverse según lo exija cada proyecto escénico. En cada uno está la pasión de quien cree en las artes escénicas como una forma de expresión del mundo que la rodea. Si bien proviene de una gran familia de actores y de directores (su abuelo es Julián Soler) ha sabido caminar sola y buscar sus propios medios de expresión, todos ellos originales. Tuve oportunidad de conversar con Andrea Soler en la Ciudad de México y esto fue lo que nos dijo ya para despedir el año.
Óscar Garduño (OG): Cuéntanos un poco de tu trayectoria, ¿quién es Andrea Soler?
Andrea Soler (AS): Yo estudié teatro en Zaragoza, España, con Javier Arnás y ahí dirigí lo que fue mi primera obra de teatro: una pastorela con un colectivo de mexicanos en 2005. También soy egresada de la UNAM de la carrera de Literatura Dramática y Teatro. Desde 2009 he producido más de diez obras de teatro independiente.
OG: ¿Y como directora?
AS: He realizado trabajo con textos propios y ajenos.
OG: ¡Y también eres actriz!
AS: En 2012 mi instalación escénica “Alice in Cha” participó en el festival Fringe de Edimburgo y en 2013 estuvo expuesta en la galería la Miscelánea. En 2020 participé en el Ciclo de Teatro Germánico Contemporáneo Theatherwelt dirigiendo “La mano es un cazador solitario” de Katjia Brunner. Y en 2019 y 2022 participé en los IV y VII ciclos de Dramaturgia Contemporánea Escrita y Dirigida por mujeres.
OG: Andrea, ¿para que nos sirve el teatro?
AS: Tiene muchas utilidades: conocernos como humanos, como sociedad, estar juntos, divertirnos, pensar, hacer catarsis… el teatro puede ser también un acto político.
OG: Cuéntame de tus influencias, ¿quién o quiénes te motivan para hacer teatro?
AS: Pues mi primera influencia fue Javier Arnás, en España; está también el teatro de Brecht; mi familia; Marina Abramovic. Me motiva a hacer teatro el estar juntos, convivir, pensar juntos sobre el espacio, el cuerpo, las emociones, las relaciones; John Cage es otra influencia importante en mi trabajo, su “4 33”.
OG: ¿Por qué hacer teatro cuando la gente lo que menos hace es acudir al teatro?, ¿cómo invitarías a todas esas personas que huyen del teatro, que jamás han visto una obra?
AS: Creo que el término gente es muy abierto, ¿de qué gente estamos hablando? Es verdad que en México hay un gran porcentaje de personas que nunca han ido al teatro, y creo que eso tiene que ver también con la política que hemos tenido durante tantos años. En la medida que vayamos teniendo más oposición habrá mejor teatro y las personas irán y participarán más. Es curioso como los niños sí van al teatro y participan porque no les han enseñado todavía cómo deben pensar.
OG: ¿Qué problema crees que presente el teatro en México?
AS: Uno de los problemas que presenta es que se volvió durante mucho tiempo en una reproducción de los discursos del poder, con muy poco margen de disidencia, pero actualmente eso está cambiando. Y si bien este cambio va a ser lento hay que seguir haciendo teatro.
OG: Cuéntame un poco cómo es que trabajas en cada uno de tus proyectos, cuál es el proceso que sigues, qué haces cuando ya lo tienes en tus manos…
AS: Depende de la obra: a veces tengo un texto que me gusta, que habla de lo que quiero hablar o que tiene cierta forma que me llama la atención y empiezo a crear un guion de acciones que luego pruebo con los actores en los ensayos y vamos viendo qué funciona o que no. También está la parte de la producción: conseguir el Foro, el dinero para los vestuarios, la escenografía, la utilería, etc. En muchas ocasiones he invertido de mi bolsa y con los actores trabajamos por un porcentaje de taquilla. Otras veces he tenido apoyos institucionales, sobre todo ahora que, como ya te comenté, la política cultural está cambiando, la política en general. En otras ocasiones yo escribo el texto o como en “Alice in Cha” usé como texto unas conversaciones de chat, y de ahí hice el guion de acciones. Me gusta trabajar con temas que me interesan y formas donde pueda expresar mis propias opiniones y ponerlas en diálogo con los actores y el público.
OG: Sé que también escribes poesía, ¿tienes pensado en algún momento de tu carrera publicar?
AS: Me encantaría hacerlo, pero ahora no tengo nada en concreto; mi manera de publicar ha sido en la escena.
OG: ¿Cómo conoces a tus actores y actrices, cómo trabajas con ellos al comienzo de un montaje, cómo los metes en la obra, en el discurso teatral?
AS: Algunos actores los conocí en la escuela; otros los vi en alguna obra y me gustó su trabajo y los invité a trabajar conmigo; otros me los han recomendado. Primero nos sentamos a hablar, a leer el texto y escucho las opiniones de todos, no sólo de los actores, también de otros creativos, iluminadores, escenografos, vestuaristas, etc. A veces la dirección se trata de hacer coincidir y que funcionen todas esas opiniones. A veces creamos el texto en colectivo. En otras ocasiones yo les llevo mis ideas o mis guiones, pero siempre tomo en cuenta sus ideas y opiniones porque así se implican en la obra de manera personal.
OG: ¿Te inclinas por temáticas específicas o eso no es importante para ti?
AS: Prefiero trabajar con mujeres.
OG: ¿Por qué?
AS: Porque temas y visiones nuevos, no necesariamente de “mujeres”, pero es otra visión de lo que se ha visto durante tantos años.
OG: Esta entrevista se publica en “La Jornada Zacatecas”, ¿crees que, como ocurre con otras expresiones artísticas, el teatro también está centralizado?
AS: Pienso que el teatro, por su propia naturaleza, ha podido escapar un poco de eso y que se hace teatro en todos lados. Claro que hay un teatro centralizado, pero no todo, hay colectivos muy buenos en distintos Estados de la República.
OG: ¿Qué les recomendarías a la gente o a los colectivos, como bien señalas, que quieren hacer teatro en Zacatecas?
AS: Bueno habrá colectivos, individuos, compañías, etc. Lo que les recomendaría es la Resistencia.
