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viernes, 29 marzo, 2024
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Romper, cambiar y equilibrar. La consolidación del Cambio de régimen

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Por: Hugo Alatorre Suárez Del Real •

El régimen de la 4T requiere establecer equilibrios (re equilibrios) que le den la estabilidad que necesita para consolidarse en el mediano y largo plazo. Esa etapa ya comenzó.

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Al día de hoy, lo que ya está en la constitución, se está practicando y convirtiéndo en hábito es el 90% del programa político que el movimiento se planteó ejecutar en el ciclo actual.

Es de sentido común esperar que el péndulo social, en algún momento, pondrá de nueva cuenta en el poder a la reacción. Si al momento en que la reacción retome el poder en el país, ya se ha establecido una correlación de fuerzas balanceada, su capacidad para revertir los avances logrados será muy limitada.

La sucesión del General Lázaro Cárdenas es un ejemplo muy representativo del arte de balancear para consolidar los avances logrados. Así explicaba él mismo su decisión:

”El señor general Múgica, mi muy querido amigo, era un radical ampliamente conocido. Habíamos sorteado una guerra civil y soportábamos, a consecuencia de la expropiación petrolera, una presión internacional terrible. ¿Para qué un radical?”.

Gracias a su magistral balanceo equilibrador, el general consolidó las conquistas de su sexenio y perfiló una tendencia de avances sociales que se sostuvo por 40 años más, aún y a pesar de los varios presidentes “moderados” que ejercieron durante esas cuatro decadas.

Lázaro Cárdenas en su momento culmen llegó a concentrar el suficiente poder como para expropiar el petróleo pero al momento de su sucesión dejó el poder lo suficientemente desconsentrado, lo suficientemente equilibrado que no les resultó fácil por 40 años revertir esos cambios que ya se habían convertido en tendencia.

Lo que está pasando al interior de morena es algo similar. Por primera vez desde que se fundó el actual movimiento el partido será presidido por alguien que no es de su primer círculo de confianza, si no por alguien que pertenece a un grupo político aliado, digamos que dentro de los grupos aliados es el grupo más “moderado”, el grupo de Ebrard.

El moderado Mario Delgado presidirá morena pero lo hará junto a una Secretaria General del partido que conoce las entrañas del partido, que tiene la legitimidad del respaldo de la militancia y que se autodenomina “revolucionaria” en el diagrama político, lo mismo con el Secretario de Organización y demás miembros del Comité Ejecutivo Nacional.

El máximo órgano del partido es el congreso nacional, que sesiona de forma ordinaria cada tres años. De forma permanente es el Consejo Nacional el órgano con mayor jerarquía y facultades al interior del partido. Éste órgano es presidido por Bertha Luján quien ha logrado consistentemente votaciones hegemónicas de alrededor del 90%, la misma correlación se encuentra en los consejos y comités estatales.

Si bien, las facultades que tiene el presidente son muchas y se reflejarán al momento de decidir las candidaturas a gobernadores y diputados federales del año que entra. Pero lo cierto es que, el presidente que está entrando en funciones se encuentra con un partido en donde la militancia, los comités y consejos estatales, el congreso y el Consejo nacional y el resto de los integrantes del comité nacional se encuentran en una posición equilibradora para el ejercicio de las facultades de la presidencia y la toma de las decisiones del partido.
El actual escenario intrapartidista, preconfigura el escenario en el cual se dará la sucesión presidencial del 2024.

Con los postulados de la 4T ya contenidos en la Constitución que se están implementando como un hábito y constituyéndose como tendencia, y sumándole la nueva realidad al interior del partido, el país está entrando ya a la etapa de los equilibrios que consolidarán el cambio de régimen.

Nos leemos en la próxima.

Twitter: @cerrodelabufa

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