■ Sánchez Gómez participa con el catálogo artístico fotográfico titulado “Invisibles”
■ Estrada Lazarín, en la categoría investigación histórico documental con su trabajo “Una bizarra melancolía”
Andrés Sánchez y Jánea Estrada Lazarín, fotógrafo y directora del suplemento cultural La Gualdra de La Jornada Zacatecas, resultaron beneficiados en la convocatoria “Ediciones 2019” del Instituto Zacatecano de Cultura en la categoría de catálogo artístico fotográfico e investigación histórico documental respectivamente, con los trabajos titulados “Invisibles” y “Una bizarra melancolía”.
“Invisibles”, de Andrés de Sánchez Gómez, es una serie fotográfica que se concentra en mostrar, mediante claroscuros y contraluces, a una galería personajes de la vida cotidiana de Zacatecas: personas en situación de calle, cantantes urbanos, adultos mayores en el trajín de los días y niños saltando entre baños de luz. La serie, a decir del fotógrafo, se titula así “Invisibles” porque son personajes que ante la prisa o bien la indolencia de la gente son muchas veces ignorados.
La serie fotográfica de Sánchez Gómez, en la que retrata la soledad, la nostalgia de los días y el olvido pero con una técnica compleja y resultados sumamente estéticos, fue seleccionada por la galería Margem do Brasil para ser expuesta en julio pasado en la ciudad de Natal, Río Grande du Norte en el país brasileño, siendo el único mexicano seleccionado para participar este año en aquella ciudad.
Para el catálogo seleccionado el foto periodista realizó una selección de 25 imágenes realizadas a lo largo de los últimos tres años, todos en blanco y negro y con un sentido discursivo que va más allá del simple disparo mecánico y la composición, sino buscando reflexionar mediante la fotografía y exponerla también como una ejercicio de introspección del propio artífice de la lente.
Por su parte la historiadora Jánea Estrada Lazarín, quien dirige el suplemento cultural La Gualdra de La Jornada Zacatecas resultó beneficiada con su trabajo titulado “Una bizarra melancolía”, una investigación histórica de largo aliento que estuvo bajo la dirección de la investigadora Mariana Terán Fuentes, Salvador Camacho Sandoval y la lectura atenta del escritor Gonzalo Lizardo, quien, a decir de la autora, fue el que tituló finalmente la investigación que tenía por nombre académico “De los muros de la iglesia al taller de artes plásticas: hacia un nuevo orden cultural en Zacatecas en los siglos XIX y XX”.
El libro de Estrada Lazarín realiza un recorrido desde las postrimerías del siglo 19 hasta la actualidad buscando saber cómo fue el proceso de construcción de un nuevo orden cultural en Zacatecas que hace que se le distinga hoy como un estado lleno de arte y cultura, aunque la investigación se enfoca de manera concreta en las artes plásticas.
Originalmente la temporalidad de la investigación partía de 1950 hasta la década de los 90, sin embargo, explica la historiadora, en el proceso se fue modificando conforme descubría más información hasta encontrar que el antecedente más lejano y a la vez más cercano al siglo 20 se dio con Manuel Pastrana, quien fue el primero de los artistas que estudió en México, por lo que la temporalidad de la investigación quedó a partir de 1892 hasta la fundación del taller de grabado Julio Ruelas en 1985.
En pocas palabras “Una bizarra melancolía”, a decir de su autora, trata de indagar los pasos que siguieron los pintores migrantes para ir construyendo esta realidad artística que se tiene ahora. Un entramado de historia cultural construido con base en archivos familiares, hemerografía e historia oral, por el que desfilan figuras como Manuel Pastrana, Julio Ruelas, Severo Amador, Pedro y Rafael Coronel, Manuel Felguérez, Ismael Guardado, Juan Manuel de la Rosa, Alejandro Nava y Emilio Carrasco, por mencionar algunos.
Andrés Sánchez