La Gualdra 623 / Cine / Festival de Cannes 2024
Es bien sabido que el cine fantástico es un observatorio en el que se reformulan, bajo forma de pesadillas, algunos de los problemas que afectan a su época. Esto resulta especialmente cierto cuando hablamos del cuerpo, el laboratorio en el que el género expresa su mayor creatividad formal.
No es de extrañar que lo fantástico se haya interesado por los cambios en la percepción y las nuevas maneras de habitar nuestros propios cuerpos, que se han producido en la transformación acelerada de nuestras sociedades. La imposición de la ideología consumista para concebir nuestro cuerpo como un producto más, nos aleja de la aceptación de su degradación, el miedo a la muerte y a la vejez, así como decreta el culto de la belleza, la salud y la juventud.
El Festival de Cannes sorprendió a todos premiando en 2021 a Titane, de Julia Ducornet, alucinada película fantástica, de raíz cronenberguiana. Así que cuando el festival anunció la selección de The substance, segunda película de terror de la francesa Coralie Fargeat, para la competición oficial, las expectativas eran altas.
Contra el envejecimiento
The substance es una película sobre el envejecimiento y cómo ha dejado de ser aceptado, convirtiéndose en motivo de exclusión social. Lo ejemplifica el personaje de Elisabeth Sparkle, interpretado por Demi Moore, veterana estrella televisiva de aeróbic, que es despedida por ser demasiado mayor.
Al mismo tiempo, descubre la existencia de una sustancia secreta que promete devolver la juventud, siempre que se respeten unas reglas. El rejuvenecimiento pasa por la creación de un doble más joven, más bello, más eficaz, retomando la figura fantástica clásica del doppelgänger, el doble maléfico destinado a acabar con su modelo original.

Demi Moore y la mirada masculina
La elección de Demi Moore para el papel es especialmente apropiada. Como es sabido por todos los amantes de la farándula, la actriz estadounidense ha recurrido a la cirugía para preservar su juventud, y su papel tiene todos los elementos de una valiente transposición autobiográfica.
También, de pasada, ajusta cuentas con el machismo de los medios televisivos, ya sea caricaturizando a los propietarios como una panda de ancianos lujuriosos, o bien parodiando la mirada masculina a la hora de filmar lascivamente los cuerpos en el programa de fitness.
Retorno de lo popular reprimido
Pero la película reserva una sorpresa. El inicio de la película, con estas premisas argumentales y el imaginario médico y orgánico, se inscribe dentro de la tendencia cronenberguiana de la “nueva carne”, dentro de unas coordenadas de un cine fantástico de autor, plenamente aceptado ya por el festival.
Sin embargo, la película se va desprendiendo de esta apariencia inicial para adoptar progresivamente otra estética, la del cine gore y hasta splatter y de las referencias a la serie Z, en particular las películas de la productora Troma, que culmina en el mayor baño de sangre probablemente visto en la historia de la Croisette.
Así, al mudarse de piel, del cine de autor a la serie Z, The substance consigue infiltrar el cine popular en el elitista festival.
https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_623