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jueves, 28 marzo, 2024
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Javier Báez Zacarías, esto huele a rebelión

Historia y Poder

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Por: MIGUEL ÁNGEL AGUILAR •

Es de una espectacular narrativa, es aferrado y da clases en Zacatecas y es potosino, se llama Javier y es escritor, novelista, a nadie interrumpe, deja que todos sigan su camino, pero hay alcaldes que con sus propios ojos miran cómo crecen las pencas en Plena Alcaldía y preparan conferencias y dan detalles para que los gobernadores del país se sientan cada día más importantes en la senda de una locura que nadie puede ni quiere parar.

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Unos proclamaban que en lugar de secretarios, subsecretarios, comandantes y jefes políticos de partido, flamantes diputados y señoronas senadoras al Congreso de la Unión, hubiera mejor en las vecindades zacatecanas bolillos con frijoles calientitos, que los niños lograran alcanzar algo de cena luego de trabajar todo el día como cargadores, mandaderos, todo ese ejército reclutado para dar brillo a los negocios y fondas, fábricas o ejidos y no es para más, los pueblos no perdonan ninguna falta, menos sus escritores que le retratan su vida cotidiana y la envuelven, no en una anécdota o paisaje pintoresco, sino en vívida literatura que intercede ante el peligro y  la calma en las tormentas.

Javier tiene una buena trayectoria que es digna de nombrarse y ya porque su actividad académica la ha realizado en diversas universidades y sobre todo en la Orgullosa UAZ para la cual desarrolla su estilo impecable y libre para que el estudiantado asuma responsabilidades y más adelante tareas que proporcionen humanistas, intelectuales, escritores sin aduanas, todo un movimiento cultural muy sano en estos tiempos de dificultades muy duchas para almacenar silencios.

Me acaba de enviar su más reciente novela publicada: ALETEAR  DE SÁBANAS y salta a la vista una narración de prodigios, legal porque es su afán el ser serio en su entrega fecunda de contarnos historias y que el lector consiga obtener una calma y yo lo logro pues su novela de inmediato prepara para invitarnos a historias, a ser víctimas de sus logros como narrador en el pleno uso de sus facultades extraordinarias de los mejor de la narrativa mexicana, da pie, sensación de casa, de pueblo con olor a hierbas y calles polvorientas y aflora el prejuicio, muy dado a empequeñecer las ínfulas de ciudadanos del mundo.

Martí decía, sé aldeano y serás universal, añado, sé provinciano y agarrarás al universo entero del rabo y su masiva constelación de prejuicios y verdades a modo y en su novela nada está  prohibido, falta recorrer sus 238 páginas, la bella edición a cargo de Martín Granados, el esfuerzo editorial de la Universidad de Guanajuato, ser parte de los títulos de colección con otros escritores como Benjamín Valdivia, Amaranta Caballero, Antonio Tamez y más y más en la industria editorial de la gran luminosidad de los estados nacionales mexicanos que en su interior cultivan la fórmula para hacernos felices y como el personaje central de su novela Julio Olalde, no hay incautos.

10 capítulos, bella edición, fuentes tipográficas de altura, toda una odisea cumplida de Javier Báez Zacarías a nombre de un oficio magistral que se pasa de condensar lo maravilloso, lo tangible, lo real en la gran despampanante provincia mexicana que tiene iguales en cualquier lugar del mundo y da pie a ser guion de cine, poema, motivo de alegría y reconocimientos a su labor como un gran apretón de manos y abrazos solidarios por tan bella obra que hoy degustamos en nuestras bibliotecas.

Ninguna objeción, no tiene porqué ni para qué, es una rebelión de los sentidos, de la destreza en el deber de describir y descubrir en las ciudades mexicanas todo el potencial humano con sus virtudes y defectos adheridos a los vicios, los robos, los ultrajes, los desmanes de haber sido alejados de la felicidad durante decenios y aun así sentirnos culpables.

ALETEAR DE SÁBANAS es una obra para buscar y degustar en una isla que se llama humanidad en medio de galaxias que se alejan de sí mismas y se expanden en los confines amén de saber que el oficio de escritor en Javier es un deleite, una obligación, un éxito y un bello encuentro con lo mejor de la novela mexicana contemporánea.

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