14.8 C
Zacatecas
lunes, 18 marzo, 2024
spot_img

Romper lanzas y quemar las naves

Más Leídas

- Publicidad -

Por: Erik Herrera •

¡Agárrense!, desde la tercera cuerda, y con la ayuda de Dios y la venía del Santo Niñito de Atocha, nuestro más ilustre y protagónico paisano, ese que juega en las grandes ligas de la política nacional, ha dado el primer paso para su destape como candidato presidencial de las elecciones del 24. Si el show de Ricardo Monreal, presentado el pasado domingo, no constituye un acto en el que por fin se decidió a quemar sus naves y romper lanzas contra la 4T, y su líder indiscutido, poco le falta para ello. Muy al estilo de José Alfredo, ya había declarado que diciembre le gustaba para abandonar las filas de Morena. De hecho, ya está afuera. 

- Publicidad -

Reunido y ovacionado por sus fans y amigos, donde no debieron faltar sus compadres que los tiene por racimos, con su familia incluida, el hijo prodigo y orgullo de Plateros, según el presentador del magno evento, se lanzó desde la tercera cuerda. Por fin se ha quitado la máscara y aparece como el primer reconciliador y redentor de la sufrida raza de bronce para enderezar los renglones torcidos por los que nos ha llevado Morena y el caudillo de Macuspana.

Blandiendo la bandera de la reconciliación, con una Arena México casi llena, pero que no llegó a colmarla, desgañitándose a grito abierto, dijo en su mensaje que solo espera que lleguen los tiempos legales para registrarse como candidato para suceder a López Obrador. Con un discurso preñado de un estilo redundante espetó que quiere ganar por la buena con el pueblo, con la verdad buscando convencer a México y al pueblo de México. Remarcó tener la capacidad y talento para servir al pueblo de México. Buscando recorrer el camino de la reconciliación, dijo ser dueño de las mejores propuestas, tener capacidad y talento y la vocación de servir a México, prometiendo “ir hasta donde la gente quiera”.

Todo lo anterior lo mencionó bajo el manto de declararse hombre de fe y de creer en Dios.

El tema central de su mensaje fue el de la reconciliación. Entre otras declaraciones mencionó que: “el país está partido en dos por la polarización y la división, los insultos y las descalificaciones”, (Reforma, 20 de noviembre, 2022). Por lo anterior, con actitud incluyente y pluralista, se ofreció a ser quien traiga la reconciliación a México por medio de la colaboración entre todos. Sin mencionarlo por su nombre, hizo una clara alusión al estilo personal de gobernar y la narrativa que ha impuesto en la opinión pública López Obrador. Haciéndose eco de la postura de la oposición y los críticos del presidente, teniendo el cuidado de no mencionarlo, pero en clara alusión a su discurso, agregó: “Esa polarización es veneno para México, enciende conflictos y conduce a la violencia, genera desconfianza y este país, culturalmente diverso, se está reduciendo a opuestos, se inventan a enemigos donde antes había amigos y se pronuncian descalificaciones en lugar de opiniones”. Sin duda, Monreal hace abstracción, se olvida de que este país, desde la Conquista, y desde antes que llegaran los españoles incluso, ya era un país dividido. A partir del virreinato novohispano, la polarización se acentuó entre ricos y pobres, entre los dueños de las tierras y de las minas, funcionarios, los comerciantes y los que trabajaban para enriquecer a los conquistadores. Entre las repúblicas de los blancos y criollos y la de los pueblos de indios y las castas, entre ellas la de los mestizos pronto constituidos en mayoría, siempre hemos estado divididos y polarizados. Con el triunfo de López Obrador para arribar a Palacio Nacional, al ganar con más de la mitad de los votantes, y con más de treinta millones, no terminó la polarización. Ya en el poder con un discurso agresivo y belicoso vino a atizarla. 

Criticó la fallida estrategia de seguridad del presidente. Para atacar la rampante desigualdad que los programas sociales atenúan, pero no la terminan; propuso lo que Obrador se ha negado hacer: implementar una reforma fiscal a fin de tener mayores ingresos e impulsar la creación de empleos. En su propuesta también abogó por la calidad de la educación y cuestionó las carencias del sector salud y la falta de medicamentos. He aquí a nuestro salvador de las lacras del populismo, el redentor que vendrá a reconciliarnos para arribar al reino de los cielos.

Resistió hasta lo último, y consciente de las ventajas que le daba ser el candidato de Morena, esperaba ser ungido, pero los morenos radicales y el presidente no lo quieren. Por algo será. La oferta de Monreal con las cartas que ha mostrado está sobre la mesa a la espera del partido o coalición que lo quiera tomar como su candidato para la presidencia. Es el favorito de buena parte de los medios y de la opinocrcia al servicio de los dueños del dinero.

Menospreciado por el presidente y el núcleo duro de Morena (la nomenklatura como él le llama) que lo ven como un traidor a la causa cuatro teísta, Ricardo Monreal con la presentación y discurso de la Arena México, pareciera haber roto lanzas en favor de los sufridos mexicanos intercediendo por sus intereses y aspiraciones y quemando sus naves dispuesto a lanzarse por su cuenta y riesgo y sin retorno en la aspiración de seguir en busca de su sueño y lograr el objetivo para el que desde hace tiempo dijo estar preparado y en su mejor momento: ser el próximo presidente de este sufrido y maltratado país.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img