Editorial Gualdreño 669
Ismael Guardado falleció el 16 de mayo de 2025 en la ciudad de Guadalajara. Nació el 13 de septiembre de 1942 en el municipio de Ojocaliente, Zacatecas. En este Estado realizó una gran cantidad de obra pública; El Prometeo, instalado en un edificio de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas es una de sus obras más destacadas; la UAZ le otorgó el Doctorado Honoris Causa en noviembre de 2019, durante la conmemoración de los 50 años de la instalación de esa emblemática escultura.
En 2019, la Legislatura del Estado de Zacatecas, le otorgó el nombramiento de Hijo Predilecto de Zacatecas, distinción que habían recibido décadas atrás otros dos artistas de esta tierra: los hermanos Pedro y Rafael Coronel Arroyo. El 14 de mayo de ese año, tras recibir el reconocimiento, Ismael pronunció un discurso del que transcribimos aquí la parte final:
“Vivimos tiempos difíciles, apatía, insensibilidad, deshumanización, agresión entre propios y hacia la naturaleza; sin embargo, desde mi trinchera, la única que conozco, sigo creyendo en la cultura como mecanismo de cambio. Nuestro país es un rico y diverso mosaico de culturas, si bien hemos ido avanzando en la ciencia y la tecnología de acuerdo con las exigencias que los tiempos imponen, es igualmente importante que los programas educativos caminen en paralelo en las áreas que estimulen la sensibilidad de los individuos y el arte y la cultura, en todos sus caminos, son para mí esa herramienta, el trabajo lo vence todo”(1).
El mensaje que dio ese día hace énfasis en la importancia de incluir en los programas educativos temas relacionados con arte y cultura; a él le constaba que el arte tiene un poder transformador de las conciencias. Nunca dejó de estudiar, además de pintar, leía, escuchaba y hacía música, fue un cinéfilo de corazón -amaba el cine de Akira Kurosawa- y se mantuvo actualizado sobre lo que ocurría en el mundo del arte hasta el final de sus días.
Hace apenas unas semanas, hablé con él porque el 22 de abril falleció un amigo suyo, su compadre Alberto Huerta. Hubo un silencio grande después de que le di la noticia, seguido de un “Nos estamos muriendo” que sigue resonando en mi memoria. Le pregunté por su estado de salud y me dijo que su marcapasos le “seguía el paso” todavía y que se encontraba bien, trabajando mucho, “con muchos planes” y emocionado porque pronto se presentaría el libro que había estado trabajando con José de Santiago Silva.
Volví a hablar con él unos días después y entre lo que conversamos surgió el tema de su archivo personal; había estado trabajando los últimos años “dándole orden” porque quería que quedara bajo el resguardo de la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero no logró concretarse ese proyecto. Ojalá que el nuevo rector lo retome y consiga la anuencia de Rebeca García -esposa de Ismael- para que pueda llegar a Zacatecas toda la documentación de este artista zacatecano. Hablamos también de la posibilidad de que expusiera próximamente en Zacatecas y con tono contrariado me dijo que no había sido invitado a exponer en su tierra desde hace muchos años. No sé por qué; si mal no recuerdo, la última vez que participó en Zacatecas fue en un proyecto multidisciplinario en el Museo Rafael Coronel en abril del 2024; previamente, en marzo del año 2023 había inaugurado en Fresnillo la exposición Orígenes. 60 años de trayectoria, en el Tunal.
En Zacatecas siempre será recordado. Ismael Guardado fue un artista destacado, integrante de esa generación de los nacidos durante la primera mitad del siglo pasado que tantas glorias le han dado a nuestro Estado, entre los que se encuentran Pedro Coronel, Rafael Coronel y Manuel Felguérez, fallecidos también.
Que descanse en paz nuestro querido artista y que la música lo acompañe siempre. Nuestra solidaridad con Rebeca -su esposa-, con toda su familia y con la comunidad artística de Zacatecas.
Jánea Estrada Lazarín
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(1) Ver: “Sesión Solemne 140519 6 Ismael GUARDADO”, en: https://youtu.be/xTW7J3NNyXY?si=O-U6vdvul0hmI6Rx