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viernes, 19 abril, 2024
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Ayotzinapa nos enseñó a organizarnos y tomar decisiones: estudiantes

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA • RAFAEL DE SANTIAGO • Admin •

■ Lo ocurrido a los normalistas generó inconformidad y falta de confianza hacia el gobierno, dijo

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■ Disminuyeron movilizaciones; es responsabilidad de todos definir qué país queremos: Ramos

La desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos, ocurrido hace cuatro meses en el estado de Guerrero, detonó la organización estudiantil en todo el país y en Zacatecas no fue la excepción, pues alumnos de nivel medio superior y superior de diversas instituciones se han manifestado para exigir su presentación con vida, y de acuerdo al testimonio de varios de ellos, aprendieron a coordinarse y tomar decisiones por sí mismos.

El 26 y 27 de septiembre del año pasado, alumnos de esa Normal se trasladaron a la ciudad de Iguala para llevar a cabo diversas acciones que les permitieran obtener recursos a fin de acudir a la marcha convocada en la Ciudad de México para conmemorar el 2 de octubre.

Sin embargo, aparentemente fueron interceptados por policías y militares y los aprehendieron por orden de autoridades de los municipios de Iguala y Cocula. Según la versión oficial, después fueron entregados a miembros del crimen organizado quienes asesinaron e incineraron a los jóvenes, aunque todavía no hay evidencia contundente que lo demuestre.

Por el contrario, especialistas han desarrollado la hipótesis que los normalistas podrían estar recluidos en algún cuartel militar, según lo indica el GPS del teléfono celular de uno de los estudiantes, motivo por el cual los padres mantienen la exigencia de entrar a las instalaciones de las fuerzas castrenses.

La desaparición de los normalistas coincidió con un conflicto académico-administrativo al interior del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que derivó en la movilización del grueso de la comunidad estudiantil. Ello obligó a las autoridades a detener sus pretensiones de una reforma académica que le daría un carácter técnico y no científico a sus programas.

César Rojas, estudiante de Ingeniería en Sistemas Computacionales en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería campus Zacatecas (Upiiz), comentó que el suceso ocurrido a los normalistas de Ayotzinapa ha generado inconformidad y falta de confianza hacia el gobierno, ya que “fue el Estado el que se los llevó”.

Después de cuatro meses, destacó la amplia movilización de la sociedad para exigir su aparición con vida pero lamentablemente no ha tenido el impacto necesario para avanzar en el caso.

“Si le preguntamos a los padres de los desaparecidos van a decir que el problema no va a quedar en el olvido, pero en la sociedad se ha diluido un poco la exigencia, pero tiene que ver con que hay muchos otros problemas en el país y uno suplanta al otro, aunque todos tienen importancia y no se diga la desaparición de 43 alumnos, es algo que no pasa en ningún otro lado del mundo”, expresó.

El caso de los estudiantes desaparecidos y el conflicto en el IPN se presentaron prácticamente al mismo tiempo, lo cual ayudó a “juntar todo para hacer un reclamo más fuerte hacia las autoridades. De parte del Politécnico fue la manera en que nos incluimos, apoyamos y en todas las asambleas se hacían planes de acción para Ayotzinapa”.

Rojas expuso que los estudiantes del IPN se mantienen a la expectativa sobre qué es lo que sigue para continuar con la exigencia de presentar con vida a los normalistas, y después de cuatro meses, un aspecto importante es que se generó una mayor conciencia sobre lo que ocurre en el país.

“Desapariciones en este país hay muchas, ha habido y sigue habiendo en más cantidad, pero este caso de los 43 normalistas fue el punto donde se rompió el globo y el aire salió a presión. Necesitamos seguir haciendao conciencia y si la sociedad ya despertó, que no dejen de estar conscientes y se organicen”, agregó.

Eduardo Octavio Ramos Moreno, estudiante de Educación Primaria en la ENMAC

Respecto al proceso electoral que se realiza este año, el alumno de la Upiiz expuso que el abstencionismo no ayuda a reclamar o a expresarse en contra de las instituciones, sino que se debe fomentar un ejercicio consciente del voto

“Aunque las opciones que tengamos son muy parecidas, debe haber una opción que les de alguna posibilidad de solución. Lamentablemente aquí elegimos lo menos peor porque no hay una que realmente nos de la confianza, no hay un partido que represente los intereses de la sociedad. Por eso hay que tener un voto informado”, agregó Rojas.

Por su parte, Juan Sandoval, estudiante de Educación Primaria en la Normal Rural de San Marcos General Matías Ramos Santos, de Loreto, informó que después de cuatro meses de la desaparición de sus compañeros, se efectuó una reunión con la presencia de todas las Normales y “nos hicimos a la idea que es un caso perdido y ya lo dimos por cerrado”.

 

Ante esa postura, expuso que la Normal Rural de Ayotzinapa se ha separado de la organización normalista. “Sintieron que los estamos dejando solos y dijeron que ya no nos iban a incluir en sus actividades. Solamente quién quisiera acercarse, bienvenido, porque iban a ser acciones muy radicales”.

Entre las molestias de aquella Normal, es que el resto de esas instituciones se negó a parar clases indefinidamente, debido a que había el riesgo de perder el ciclo escolar. En el caso de los alumnos de San Marcos, se definió entonces enviar contingentes al estado de Guerrero periódicamente.

“El secretario general de Ayotzinapa nos dijo que los habíamos dejado solos, que ellos todavía no regresan a clases y que ellos se iban a deslindar de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México por algún tiempo, aunque si nosotros tuviéramos una propuesta ellos van a estar presentes para apoyarnos”, indicó Sandoval.

Por tal motivo, informó que los alumnos sanmarqueños seguirán apoyando las acciones de aquella Normal, pero sin descuidar el ámbito académico. Para ello, descartó alguna acción en el estado de Zacatecas, sino que enviarán contingentes.

Lamentó que en el estado poco a poco la sociedad ha dejado de lado el tema de la desaparición de los estudiantes, e incluso afirmó que en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) “se perdió el contacto totalmente con ellos y ahora ya no están dispuestos a apoyar marchas ni perder clases”.

“No puedo hablar a nivel nacional pero por lo menos en el estado ya se apagó este caso con los estudiantes. Es muy preocupante porque se perdieron 43 alumnos y es algo que no se puede dejar de un día para otro”, añadió el normalista.

César Rojas, estudiante de Ingeniería ■ fotos: miguel ángel núñez

Reiteró que alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa se ha separado del resto de las Normales, molestos porque ninguna institución aceptó realizar un paro indefinido, y “les pareció increíble que preferíamos un ciclo de clases que 43 alumnos”.

Sandoval concluyó que en dos semanas acudirá un contingente de la Normal de San Marcos a acompañar las acciones que se realicen a nivel nacional. Es decir, “por parte de nosotros no van a quedar solos y vamos a continuar apoyando no a nivel del estado, sino en las movilizaciones que allá indiquen”.

Eduardo Octavio Ramos Moreno, estudiante de Educación Primeria en la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho, comentó que después de cuatro meses de la desaparición de los jóvenes no hay certeza sobre lo que ocurrió y la sociedad se mantiene conmocionada.

“Yo tengo un balance negativo respecto a que no se han dado resultados concretos del caso y es por eso que la misma sociedad lo ha dejado pasar. Ha disminuido la movilización lamentablemente, no es lo mismo que antes, pero es responsabilidad de todos definir qué queremos para nuestro país”, expresó.

Manifestó la necesidad de mantener la esperanza, pues cada vez toma más fuerza la hipótesis que los estudiantes se encuentran aprehendidos en cuarteles militares, motivo por el cual se requiere nuevamente del involucramiento de la sociedad en su conjunto.

Para ello, “debemos estar conscientes de lo que queremos lograr, de la trascendencia que tendría este movimiento. Es una cosa que no puede quedar en el olvido porque pudimos ser nosotros”, advirtió.

Michelle Olguín Santillán, alumna de la Preparatoria 4 de la UAZ

En otro tema, Ramos Moreno opinó en relación al proceso electoral que el ejercicio del voto implica caer en la trampa del sistema, sobre todo porque la sociedad no es reflexiva ni crítica sobre los aspirantes a ocupar cargos públicos.

No votar, entonces, ayuda como estrategia para señalar que la gente no está de acuerdo con los partidos políticos ni con lo que hacen, pero manifestó que también es un derecho que puede ser aprovechado.

Por su parte, Michelle Olguín Santillán, alumna de la Preparatoria 4 de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), coincidió en que el caso Ayotzinapa fue el detonante de la organización estudiantil al interior de la máxima casa de estudios de la entidad.

“Hemos tratado de apoyar y luchar ante la desaparición de nuestros compañeros normalistas, pero es muy difícil, porque como estudiantes enfrentamos muchas cosas sin tener el poder de incidir en el ámbito social”, indicó.

Por ejemplo, denunció que las propias autoridades de la Universidad se ponen en contra de los estudiantes que se organizan e incluso los maestros limitan su capacidad organizativa mediante periodos de exámenes o trabajos.

En los últimos cuatro meses, destacó que los estudiantes de la UAZ han logrado organizarse luego que durante mucho tiempo no se había podido conjuntar a la comunidad estudiantil.

Raúl Alejandro Ibarra, estudiante de la Preparatoria 1 de la UAZ

“La Universidad había sido muy apática en se aspecto. Yo creo que esto viene de un sistema ya diseñado de supuestamente hacer a los estudiantes más conscientes, pero nos hacen más apáticos con lo que nos transmiten los profesores. Es difícil porque no habíamos participado de una manera fuerte, pero tuvo que pasar algo así para que los estudiantes tomaran el lugar que les corresponde”, expresó Olguín Santillán.

Por último, Raúl Alejandro Ibarra, alumno de la Preparatoria 1 de la UAZ, expresó que es triste que después de cuatro meses no hay pruebas fundamentales sobre los normalistas y es triste que el apoyo de la sociedad ha caído”.

Sin embargo, en la Universidad significó la conformación de comités y asambleas de estudiantes, las cuales no habían existido durante mucho tiempo al interior de la institución, según explicó el estudiante.

“Hemos aprendido la unión, lo cruel que pueden ser los gobiernos y lo cruel que puede ser alguna administración dentro de la UAZ por las represalias que toman contra los alumnos. Hemos aprendido a organizarnos como estudiantes sin ayuda de directivos o de personas ajenas”.

En este inicio de semestre indicó la necesidad de reactivar las asambleas y definir acciones a llevar a cabo para continuar con la exigencia de presentar con vida a los normalistas, además de solicitar atención a otros problemas que hay al interior de la institución.

Sara Ruiz, docente de institución privada

No se debe olvidar el asunto de los jóvenes desaparecidos, señalan docentes y alumnos

Zacatecanos de diferentes edades opinaron en sondeo, que el caso de Ayotzinapa no debe olvidarse por medio del “carpetazo” que pretenden dar las autoridades judiciales a cuatro meses de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.

Luz Mendoza, docente de un colegio privado, comentó que la petición de los familiares hacia Gobierno Federal es justa, ya que las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) han intentado frenar el que se indague más a fondo en el asunto.

Señaló que hubo casos similares como la masacre de Atenco, la cual también fue un hecho que trascendió por la violencia con la que el gobierno reprimió a campesinos, y que no debe pasarse por alto.

Agregó que “como mexicanos se nos hace fácil decir que a nosotros no nos afecta porque no nos pasó,  pero son fechas claves para la historia que repercutirán en nuestros hijos y nietos. Debemos razonar qué queremos como individuos y nación”.

Dijo que es una falta de respeto hacia los mexicanos que las autoridades judiciales busquen dar “carpetazo” al asunto, pues consideró que al ser los políticos la clase dominante, no toman en cuenta la opinión de los ciudadanos.

Por su parte, Sara Ruiz de 16 años y estudiante de bachillerato, expresó que al enterarse de la noticia se angustió y sintió inseguridad, pues actualmente en México a cualquier persona le puede ocurrir algo similar.

Luz Mendoza, alumna de bachillerato ■ fotos: rafael de santiago

Lamentó que las autoridades correspondientes comenzaron a mostrar resultados de las investigaciones solamente porque hubo una gran movilización por parte de familiares, así como de estudiantes y sociedad en general, que se solidarizó con los normalistas.

“Si los jóvenes no se movilizan, si no hacen nada, además de que no han avanzado nada en las averiguaciones, nos quieren hacer creer que ya se arregló todo cuando no han dado resultados, es un asco nuestro gobierno”, indicó.

Reconoció que este caso mostró la solidaridad que existe entre los mexicanos y puntualizó que se debe insistir en que se resuelva este caso y no quede olvidado, como se ha hecho con el 2 de octubre.

En su comentario, David Leaños, empresario zacatecano, apuntó que es lamentable que en nuestro país ocurran este tipo de sucesos, aunque es más frustrante ver que no hay soluciones por parte de los gobiernos.

“Nosotros como ciudadanos debemos participar más en este tipo de hechos y solidarizarnos como mexicanos; eso nos hará incluyentes y únicamente así podremos exigir nuestros derechos y no ser conformistas”, dijo Leaños.

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