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viernes, 26 abril, 2024
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Combatir la inseguridad desde la familia como Agente Moralizador

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Por: Antonio Salas •

No hay duda: la inseguridad es el tema que marca la agenda diaria, desde la prensa hasta la sobremesa familiar y si alguien sabe de eso, son los zacatecanos.
Por eso, lo ocurrido esta semana en el Congreso del Estado hubiera alcanzado un foro no sólo local, sino nacional, incluso internacional, de no ser por la forma en que se operó.
El martes 21 de junio, en la Gaceta Legislativa de la Sesión Ordinaria, el Orden del Día indicaba que en el numeral 6 se presentaría una iniciativa de Punto de Acuerdo para exhortar respetuosamente al presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a fortalecer la Estrategia Nacional de Seguridad.
Pero no sólo a eso, también a redoblar esfuerzos en materia de seguridad pública en el estado de Zacatecas, a través del trabajo coordinado con el Gobierno del Estado y los gobiernos municipales.
En la lectura en tribuna, por la Diputada Ma. del Refugio Ávalos Márquez, promovente de la misma, se recordó que el artículo 21 de la Constitución se establece que la seguridad pública es una función del Estado a cargo de la Federación, las entidades federativas y los Municipios.
Que en el mismo artículo queda definido salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social.
“En nuestro estado, no hemos cumplido con los postulados constitucionales, en consecuencia, resulta indispensable, y urgente, que las autoridades de los tres niveles de gobierno establezcan reglas precisas para el trabajo coordinado”, exclamó la legisladora.
Añadió que la seguridad pública no es, no puede ser, botín político de intereses partidistas, sino que debe ser el motivo que posibilite la unificación de las agendas parlamentarias y la unidad de los zacatecanos en torno a un objetivo común: preservar el orden público y la paz social.
“Zacatecas debe ser, nuevamente, la suave patria de la que hablaba nuestro poeta López Velarde, hoy es el momento de retomar el camino y sentar las bases para el desarrollo armónico de nuestra sociedad”, indicó.
Su lógica no tiene falla, por eso es que los 30 diputados, incluso los del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no dudaron en agregarse al exhorto al presidente Andrés Manuel López Obrador, alguien que conoce no sólo todos los municipios del estado.
Sino también sus tradiciones, costumbres, formas de vida y muchos otros datos, no sólo por sus visitas a la entidad, sino por un grupo de zacatecanos que desde hace mucho le son cercanos.
Donde ya la cosa no fue nada bien, fue justo cuando sin un acuerdo previo, surgió la propuesta de que el secretario de Seguridad del estado fuera removido de su cargo. Los opositores clamaban por que renunciara o que el gobernador lo despidiera. Ninguna de las cosas pasó, ni pasarán.
Eso provocó que el impacto que pudo haber tenido ese exhorto en la Opinión pública y la Sociedad en General, se viniera abajo y diera paso a poner foco en la forma y no en el fondo: Decir que todos habían coincidido por primera vez, quitó importancia a la misma.
Sea como sea, por unanimidad se aprobó hacer llegar el exhorto a Andrés Manuel López Obrador, quien hace unos meses acompañado de todo su gabinete, implementó una de las estrategias más importantes en la materia, el Plan Zacatecas II.
Pero algo está pasando, porque si no es por una o por otra, hasta el momento, devolver la paz y la tranquilidad a Zacatecas ha sido algo imposible.
Quizá sea momento de que simultáneamente al exhorto a la máxima autoridad de la nación, hacer una evaluación de cómo están trabajando, solos y por separados los Agentes Moralizadores de la sociedad zacatecana.
La familia, la escuela, el estado y la iglesia son los encargados de regular la conducta del individuo en sociedad y determinan el comportamiento individual y social de un grupo. Pero, ¿en Zacatecas se está logrando?
No hay duda, existe el interés y la voluntad. Sinceramente no creo que en lo que al Estado le corresponde, ni al gobernador, las diputadas y diputados, alcaldes y todos aquellos que lo integran, inicien sus actividades esperando que la entidad cada día vaya de mal en peor.
La escuela y la iglesia, en todos los niveles y todos los credos, también hacen lo propio. Con limitantes, carencias y bajo sus propias doctrinas.
Y en la familia, ¿cómo andamos? ¿Cómo está afectando la pandemia, la migración, la crisis económica y de valores? Hablar de la familia es tocar una fibra sensible, pues el amor entre los integrantes de la misma, en ocasiones se vuelve en contra y emana de allí la justificación para hacerse de la vista gorda.
En fin, demos un voto de confianza y supongamos que la familia, como los otros agentes está haciendo lo suyo. ¿Entonces que está pasando? Será que, así como en el Congreso, los acuerdos y la convergencia en un tema, se viene abajo en cuanto los intereses personales, familiares o de grupo aparecen.
No es justificación decir que en otros lados está o mejor o peor, ni mucho menos que la política del Presidente de la República es de “Abrazos, no balazos”, cuando no se ha entendido y no hay el interés de hacerlo.
Ahora es cuando, como individuos, integrantes de alguna familia, participantes de alguna escuela, feligreses de algún culto y miembros del Estado, por el simple hecho de ser ciudadanos, hagamos un ejercicio autocritico y aunque de inicio no coincidamos, así como los diputados, después de un segundo o tercer intento por fin hagamos algo desde nuestra trinchera.
Y si al margen de todo, el presidente Andrés Manuel López Obrador atiende el exhorto para redoblar los esfuerzos en materia de seguridad en favor de Zacatecas, y cada quien hace, en la práctica y no la teoría lo que nos toca, ese día la situación por fin podría empezar a cambiar.

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