27.5 C
Zacatecas
viernes, 19 abril, 2024
spot_img

Presentan programa de música ancestral y contemporánea con medios electrónicos

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALMA RÍOS •

■ Mauricio Sotelo explica que su propuesta tiene influencias orientales

- Publicidad -

■ “Soy una persona que vengo del rock, que ha buscado en la experimentación ir saliendo de los convencionalismos”

 

Mauricio Sotelo presentó en el auditorio Marie Curie del Consejo Zacatecano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cozcyt) un programa que unió la música ancestral de oriente con la contemporánea, dentro del Festival Cultural Zacatecas 2019 “Cultura y Tecnología, Expresiones de Desarrollo y Creatividad”.

Solo en el escenario, en una especie de trance, el multi-instrumentista fue tejiendo a partir de distintos colores sonoros difuminados y producidos por procesos análogo-digitales, atmósferas que desembocan en construcciones musicales que encuentran su punto climático en cadenciosas rítmicas.

Los instrumentos de inspiración oriental: Bicéfono, Chapman Stick y Jarana Prisma (cordófonos) explicó más tarde, fueron construidos por su hermano Francisco Sotelo, y le han permitido desarrollar la intuición y a partir de ella, incorporar “toda la historia de la música” que encuentran sus orígenes más remotos sí en África y Asia.

Pero el proceso creativo de Mauricio Sotelo proviene de su tiempo, “yo soy una persona que vengo del rock”, que ha buscado en la experimentación ir saliendo de los convencionalismos, dijo.

Su música tiene efectivamente influencias orientales que dijo se reforzaron hace poco más de diez años cuando hizo una gira por la India que resultó determinante, sobre todo para hacerla más consciente, pero de manera fundamental incorpora su espíritu citadino, pues se asume “como alguien de la ciudad”, un hombre de una urbe cosmopolita como lo es la Ciudad de México donde confluyen culturas que, no solo desde lo auditivo sino en lo que se come, se ve o se experimenta en general, nutren de información “tanto de la parte moderna como de la tradición”.

“En el centro vas y ves a la señora con las tlayudas y al lado un súper edificio allí, con una súper tecnología”.

Su música es el reflejo de esos contrastes, un intento de “unir los extremos de lo contemporáneo o abstracto con esa raíz que a todos nos llega”.

Así lo expresa su primer disco Envés: Cordófonos & Loops (2018) en el que propone sus piezas como trayectos, caminos, que incluyen no solamente un trabajo terminado y perfectamente estructurado sino eso, momentos que “también son parte de ti o te reflejan”, un juego justo, con el concepto del haz y el envés de una hoja.

En 3 Trayectos, Stick pop, Síntesis, Relieves y Caballito de bronce, ejecutó mediante procesos análogo-digitales y en diferentes momentos, el Bicéfono, la Jarana Prisma, el Chapman Stick, platillos, flauta, sintetizador, sonajas, y live-looping.

Sobre este último recurso tecnológico que permite repetir segmentos de la ejecución, y reescribir en vivo y tiempo real sobre ellos, agregó, “es lo que me permite crear todas estas atmósferas o auto-orquestación”.

La herramienta dijo, ha sido ya comúnmente incorporada a la música, “así como es cada vez más común ver computadoras en el escenario”.

“Es muy interesante que te permite explorar otras musicalidades o ir más allá de sólo lo que puedes tocar”.

Aunque Mauricio Sotelo también observó que es un arma de doble filo, pues o “te expande o te limita”, ya que a veces lo difícil no es hacer el loop sino evitar que resulte repetitivo o aburrido, y salir de él de una manera musical.

“Hay toda una corriente a nivel mundial, de gente que ocupa el recurso de los loops tanto para hacer canciones como música experimental, bandas –sonoras-, a mí me ha permitido justo expandir todas mis capacidades interpretativas (…) me permite poder incorporar todos, o varios instrumentos en una misma pieza, cosa que antes no podía (…) entonces ahora el recurso me permite hacer una multiplicación de mí mismo. Eso ha sido determinante en mi ejercicio, y en este repertorio que toqué, fue el eje troncal que me permitía irme a todos lados”.

“Ha sido un trance, hay una parte de ir hacia adentro, justo hay un proverbio hindú que dice que para el acto musical no debe haber prisa, que debes de darte el chance de que la música entre en ti, es iniciarte en ese proceso que es como un trayecto, una caminata juntos”.

La ejecución incorpora la improvisación libre aunque hay ya elementos definidos, recursos de interpretación y efectos ya previstos; su construcción responde a los propios estímulos sonoros que va generando Sotelo y que son provocados por el momento mismo, y a la completud que le proporciona la presencia del público, expuso.

“Cuando sabes que alguien está siguiendo la historia, te mete en una situación de comunión, del sonido como lugar común, y creo que ese es justo el ritual que no está buscando en cada concierto. Ese momento en que sabes que todos estamos ahí en el mismo lugar”.

Mauricio Sotelo en solitario pero también integrado a Cabezas de Cera, “referente mexicano de la música rock avant-garde experimental”, ha realizado bandas sonoras para películas silentes; con este último ensamble: El gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene, 1920), Gente en domingo (Robert Siodmak), 1929) y México industrial (1923), un documento inédito del cine nacional, dijo.

“Es interesante cómo el sonido refleja o provoca nuevas lecturas del filme, y viceversa, cómo la música adquiere otro carácter a partir de lo que estás viendo, entonces ese binomio o esa relación es algo que nos ha dado una nueva veta creativa que ahora estamos cada vez explorando más, y mostrando más al público”.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -