Es obligación de Segalmex informar a productores sobre sustancias que no deben usarse, como el glifosato

■ Es una sustancia que no van a dejar de utilizar hasta que haya un compromiso de las autoridades para detener a las grandes empresas que lo producen y lo comercializan: agrónomo

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Sustancias como el glifosato no van a dejar de utilizarse hasta que haya un compromiso por parte de las autoridades para detener a las grandes empresas que lo producen y lo comercializan, porque hasta ahora no se ha tenido un esfuerzo real por identificar a quienes venden estos pesticidas.

De acuerdo con el agrónomo zacatecano, Crescenciano Sánchez Pérez, es responsabilidad de las autoridades como Segalmex el informar a los productores que hay ciertas sustancias que no deben utilizar en el campo por su salud y la de los demás, porque quienes están llevando las consecuencias son las personas que trabajan la tierra y sus familias, porque al ser el glifosato (y otras sustancias igual de dañinas) una sustancia barata, no resulta sorprendente que al día de hoy se siga utilizando.

Es importante que se detenga esto desde su producción, porque al llegar la mercancía a manos de los distribuidores, ellos no saben que es dañina ni que está prohibido su uso, y los trabajadores del campo tampoco tienen acceso a esta información, pero como éstos pesticidas son producidos en plantas en Estados Unidos, parece difícil que el Gobierno de México les ponga un alto, ya que es más fácil responder a sus propios intereses que proteger al sector del campo.

Hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó el anteproyecto de decreto Scherer-Villalobos, el cual pretendía dejar de prohibir el uso de glifosato y transgénicos. El primero está considerado por la Organización Mundial de Salud como un posible cancerígeno y pone a las personas que se dedican a la agricultura, sus familias, fetos, bebés e infantes como los grupos más vulnerables ante éste.

Con la decisión de descartar este decreto se establece una defensa no sólo a las semillas que se producen dentro del territorio nacional y con ello a autosuficiencia alimentaria, pero también impulsa un nuevo sistema nutricional basado en prácticas que no afectan la salud ni dañan el medio ambiente, pero aún es necesario que exista un decreto que los prohíba totalmente en todos los programas gubernamentales.