■ Si los recursos públicos se aplicaran debidamente cambiaría la mentalidad de la gente, dicen
■ Fue con Jazz Vinil como se dio a conocer la banda, hace más de 10 años, en Guadalajara
Si los recursos públicos se ejercieran de forma debida en el tema de educación y cultura podría haber un cambio en la mentalidad de los mexicanos, opina Samo González, integrante de la banda Troker.
“Los políticos se roban todo el dinero, se lo llevan todo y el recurso no se aplica en lo que debe ser, como en la educación. También como creadores, creo que no tenemos que estar esperando a que el gobierno solucione las cosas, sino rascarnos como podamos, porque en el país donde vivimos no hay apoyo”, expone el músico.
Considera que la cultura es el camino ideal para sacudir consciencias en una sociedad en la que se viven diferentes problemas. Esto, afirma, puede lograrse con nuevas ideas que hagan al ser humano imaginar y pensar.
Considera que es por ese motivo que a algunas personas les agrada más la “música simple”, aquella que tiene letras y sonidos repetitivos, porque tienen apatía para dejar florecer lo que sienten.
Dice tener fe en que la nueva generación de jóvenes haga este cambio, sobre todo, que erradique la cultura de la corrupción y el mal ejemplo que ha dado la clase política, los medios de comunicación, a los ciudadanos.
Troker se ha consolidado como una de las bandas de música instrumental que combina sonidos como el jazz, blues, hip hop, rock, entre otros, aunque con un toque mexicano que le ha dado proyección en otros países. Franky la considera como una banda que proyecta energía, potencia, naturalidad y fluidez.
El bajista Samo y el baterista Franky se conocieron cuando estudiaban en el Conservatorio de las Rosas, en Michoacán. Decidieron hacer música juntos y viajaron nuevamente a Guadalajara, donde conocieron a otros músicos.
Con la única intención de proponer su concepto musical comenzaron a moverse en la ciudad, buscando trabajo en restaurantes y bares. Fue en esos andares donde conocieron a Cristian, hijo de un destacado músico de jazz de los años 70 en esa ciudad.
En esa época tocaban en un lugar llamado La Puerta 22, donde hacían un show los miércoles. Cada semana aumentaba el número de personas que acudían sólo a escuchar a la banda y a pasar un buen rato.
Troker había comenzado a llamar la atención de medios y fanáticos de la música, que veían en la agrupación una manera distinta de interpretar la música, y fueron los mismos clientes del lugar quienes les propusieron que grabaran un disco.
Los músicos pidieron apoyo a Gerry Rosado, productor de Evamalva y director de la disquera independiente más importante a nivel nacional, Discos Intolerancia, quien les aconsejo formalizar el proyecto.
Fue así que se grabó hace más de 10 años Jazz Vinil, con la que Troker se dio a conocer como una de las nuevas bandas de jazz. En este material contaron con la participación de Steven Bernstein, trompetista y líder de la banda neoyorkina Sex Mob.
El nombre de Troker surgió buscando una palabra corta que impactara, y por el look que tenían los músicos, quienes usaban gorras de trailero y barba, lo relacionaron con troca y de ahí nació la idea, explica Samo.
Franky considera que Troker ha funcionado gracias a la naturalidad con la que crean su música, pues aunque los seis integrantes tienen diferentes influencias musicales, todos aportan sus conocimientos.
En Guadalajara la banda fue bien aceptada por sus paisanos, aunque tuvieron que abrir espacios y mostrar su propuesta en diferentes escenarios.
El bajista Samo lamenta que en México, la radio sólo acepta las propuestas de música popular o comercial, y el hecho de ser una banda instrumental también les cerró muchas puertas en las disqueras.
Eso hizo que los músicos se aferraran más al proyecto y decidieron salir a enfrentar a un público que estaba acostumbrado a los discos de jazz o blues tradicionales. Fue un trabajo arduo llegar a generar público.
“Somos como de izquierda en esto de la música. Fue un arduo trabajo y seguimos aun en lo mismo. En nuestras presentaciones en vivo demostramos la energía del grupo; esa es nuestra naturaleza y seguiremos en esa labor”, dice Franky.
Samo menciona que en sus giras por Europa se les dijo que su sonido era muy mexicano. Esto por el sonido de trompetas en su música, y se utilizó este sonido no como cliché, sino como un rasgo que los identificara.
La oportunidad de salir a Europa se dio después de que participaron en un show Case, en Medellín, Colombia. Ahí, conocieron a Steve Symons, programador del Festival Glastonbury, quien les invitó a participar en el evento en 2013.
Fanky recomienda a las bandas independientes que no claudiquen en sus proyectos, pues aunque lo comercial se consume en radio y televisión, hay personas que les gusta escuchar algo diferente y con contenido cultural.