■ Costo al erario, por tratamiento de enfermedades relacionadas asciende a 109 mdp
■ Zacatecas registra “el peor índice de contaminación” en cuanto a calidad del aire: Del Castillo
En Zacatecas mueren diariamente dos personas por enfermedades asociadas al consumo y/o exposición al humo de tabaco. Sólo por infarto agudo al miocardio, uno de los padecimientos que encabezan una lista total de 50 afecciones a la salud, las muertes registran anualmente 150 hombres y 113 mujeres zacatecanos. Y los costos al erario público durante mismo periodo por el tratamiento de las mismas, ascienden a 109 millones de pesos e implican a 669 personas.
Hace un año y medio, Comunicación, Diálogo y Conciencia (Codice), hizo una medición de la calidad del aire en Zacatecas a la par de en otras 11 entidades, incluida el Distrito Federal. Y fue aquí donde se encontró “el peor índice de contaminación”, expuso Eduardo del Castillo, director de esta organización.
El registro, comentó, se realizó midiendo el número de partículas de benceno, nitratos, alquitrán, metano y otros componentes que contiene el humo de tabaco.
La Organización Mundial de la Salud, refirió “dice para que un lugar sea sano, por metro cúbico de aire no debe haber más de 10 micropartículas, bueno en un bar de Zacatecas encontramos mil 600. ¿Qué es eso? Es una concentración que pudiera encontrarse en una cámara de gases. Este fue un lugar extremo”.
Los promedios registran entre 250 y 300 micropartículas por metro cúbico, expuso, pero un lugar cerrado donde a veces se concentran los jóvenes, “todos ellos fumando porque creen que es muy light fumar, llegan a esos niveles. Entonces la toxicidad en la que conviven es sumamente perniciosa, afirmó.
Por esta razón, esta organización no gubernamental, propone a Gobierno del estado invierta 0.5 por ciento del presupuesto destinado al rubro de salud para realizar una campaña en medios masivos, que entre otros elementos promueva el respeto a la Ley de Protección Contra la Exposición al Humo de Tabaco del Estado de Zacatecas, advierta sobre los daños a la salud que tiene el tabaquismo, divulgue mecanismos de prevención y cesación acerca de esta conducta y asimismo, ofrezca elementos para una visión amplia de cultura de vida sana.
Eduardo del Castillo estuvo en Zacatecas el día de ayer para, conjuntamente con la presidenta de Red de Género y Medio Ambiente, Isabel Jiménez, agrupación aliada en Zacatecas, ofrecer un informe que recupera estos y otros datos, mismo que fue dado a conocer en la sede de la 61 Legislatura.
Añadió contrastando los datos, que solamente para la atención de cuatro de las enfermedades que encabezan la lista de padecimientos asociados con el tabaquismo: infarto agudo al miocardio, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc), cáncer de pulmón y enfermedades cerebrovasculares, Gobierno del Estado invierte cada año 3.5 del presupuesto para salud.
Por lo que en balance, consideró a la inversión propuesta por Codice y la Red de Género y Medio Ambiente, como algo que no sólo evitará se gasten recursos del erario público sino que dijo, “vamos a evitar enfermedades y la muerte, que deben ser unos de los grandes propósitos del Estado”.
El gobierno mexicano, recordó, firmó el Convenio Marco para el Control del Tabaco ante la Organización Mundial de la Salud, mismo que habría implicado el aumento de impuestos a los cigarros, la inclusión de pictogramas en las cajetillas, la implementación de espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco, así como la divulgación de campañas que adviertan sobre los peligros a la salud del tabaquismo.
Agregó, sin embargo, que cuando se hizo la Ley General para el Control del Tabaco, los legisladores federales dejaron un resquicio que implica el incumplimiento con el convenio internacional al permitir que pudiera acondicionarse hasta un 33 por ciento de las áreas en lugares interiores para fumadores.
Por esta razón organizaciones de la sociedad civil de carácter nacional como Codice, quien mantiene para ello alianzas con otras 10 agrupaciones asentadas en los estados de la República, se han dado a la tarea de consolidar entidad por entidad leyes denominadas genéricamente como de “espacios 100 por ciento libres de tabaco”.
Este propósito se ha cumplido en nueve entidades federativas, incluida Zacatecas. Refiere además al Distrito Federal y Veracruz, estas, dos de las más densamente pobladas en el país.
De esta manera señaló, se ha conseguido que 42 por ciento de la población en México viva en estados con leyes de espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco. Sin embargo, el reto va aparejado a completar el esquema de prevención y control.
Ejemplificó, según un estudio realizado por el Centro de Investigación en Docencia Económica (Cide), que contrasta lo acontecido al respecto en Aguascalientes y el Distrito Federal, la primera entidad sólo regida por la Ley general, cosa que implica que su exigencia legal parta de 33 por ciento de laxitud, y el otro, bajo una normatividad de 100 por ciento libre de humo de tabaco, que el desapego a la ley en el primer caso puede elevarse hasta 50 por ciento, mientras que en la Ciudad de México sólo se viola 20 por ciento de este 100 que la rige.
“Es decir, nosotros sí estamos contentos con las leyes que han aprobado los estados”. Ahora, dijo, hay que cumplir más todavía esta tarea que no termina sino cuando la gente deje de fumar. Por esta razón agregó, “las autoridades están obligadas en los lugares donde ya se tienen las leyes, a hacer campañas en medios masivos de comunicación”.
El que se haga divulgación mediante carteles, ha implicado, comentó, que no se visibilice el problema en su magnitud y gravedad. Recordó que la industria tabacalera tuvo 100 años para lograr permear en la sociedad mensajes acerca del consumo de esta planta que incluso lograron asociarlo a la hombría.
“100 años en que nos dijeron, que eran los hombres muy hombres. De los Delicados por ejemplo la publicidad decía eso: los hombres muy hombres fuman Delicados, porque eran los cigarros sin filtro. Y entonces lo que no dicen es que los artistas que promovieron Marlboro y Delicados se murieron de cáncer. Eso no lo dicen”.
Ante esta promoción que ha permeado el imaginario social y generado costumbres de percibir la realidad como la expusieron las tabacaleras, subraya el hecho de que ante la realidad de la existencia de 20 millones de fumadores en el país, resolver el problema del tabaquismo no es un asunto individual sino un problema social que implica normas para el acotamiento de la libertad de fumar en los espacios de reunión pública, ante el derecho a la salud de quienes no lo hacen.
