Los hechos: No me gustan las listas de los mejores libros del año, se me hacen falsas, hechas por encargo, cargadas de un marketing promocional impresionante para guiar las compras navideñas, carentes de una crítica real, se habla del libro del amigo, del compadre, de la comadre, de la editorial cuyo editor es quien invita la cena o quien manda los libros durante el año. Y claro que hay muchas excepciones, honrosas ellas, de gente que habla de lo que le gustó o no le gustó de tal o cual libro y con muy buenos argumentos literarios y eso lo celebro, me gusta, aunque es lamentable que tengan tan poca difusión, que se le dé preferencia a las listas comerciales, esas que pegan en las librerías y que les dicen cuáles son los 10 mejores libros del año por gracia divina del gerente de la librería o de los trabajadores, a quienes no conformes con explotarlos laboralmente, porque se les explota, se les obliga a que tengan que escoger un libro, a que lo lean, a que les guste y además escribir una reseña de cincos líneas.
Así que lo que les comparto son libros que tuve oportunidad de reseñar durante este año, y que lo hice porque desde que salieron me llamaron la atención, pues es difícil que yo reseñe un libro que no me llama la atención, no tengo por qué hacerlo, para fortuna mía no estoy atado a las sugerencias y peticiones de nadie, y que me impresionaron por sus propuestas narrativas, por su tratamiento del lenguaje, y la literatura se hace con el lenguaje, por su capacidad para hacer de la literatura un arte, porque lo es, aunque muchos se quieran empeñar en olvidarlo, un medio para alcanzar momentos donde realmente se iluminó la belleza de la palabra misma, ya sea a través de la historia que nos plantean, de los personajes, de alguna de las situaciones, de toda la trama en sí del libro, y por supuesto, porque me parece que son libros que marcarán en buena medida la historia de la literatura mexicana del siglo XXI, más allá de las jóvenes propuestas, que también las hay y muy buenas, como también hay jóvenes que ocupan mucho los reflectores, pero que no pasarán la prueba, que se quedarán en sus primeros intentos, porque son meros productos mercantiles, sustentados en la monstruosa publicidad editorial, y luego de eso no queda nada, no hay nada, no van a alcanzar a sostenerse, se los aseguro.
Por desobedecer a sus padres (Alfaguara, 2023), Ana Clavel: Es una novela, pero también es un viaje, es una reconstrucción de hechos, es una biografía, es una casi investigación policiaca en torno al poeta Darío Galicia y todo su pasado, sus alegrías efímeras, su demoledora escritura, su autodestrucción y la impuesta por sus padres por su homosexualidad, es también, y lo señalé en su momento, la inauguración de un nuevo género literario al que aún no le hemos encontrado nombre. Y su autora, Ana Clavel, hace de cada trabajo narrativo un intenso trabajo de investigación, le gusta seguir las pistas, nutrirse, por eso su literatura, sus propuestas, todos sus libros, resultan tan interesantes y tan originales dentro del panorama de la literatura mexicana del siglo XXI, porque tienen ya el sello de la casa, porque Ana Clavel ha conseguido lo que en literatura es muy difícil: la marca literaria, el copyright de tu propuesta narrativa, y ahí está, escribe, lo hace muy bien, no le gusta hacer tanto ruido, se dedica a sus trabajos y sus propuestas y es una autora de la que hoy por hoy podríamos señalar como lo más representativo de nuestra literatura. “Por desobedecer a sus padres” es un libro tierno cuando hace referencias a la Alicia de Carroll, pero a la vez duro, donde tienen cabida distintas voces narrativas en un concierto polifónico que se equilibra a la perfección, la propuesta de Ana Clavel vaya que vale la pena de leerse y si buscan un muy buen regalo esta es una opción que nadie se debe perder.
Extrañas (Alfagura, 2023), Guillermo Arriaga: Se lo dije de frente a Guillermo: tu apodo es el Faulkner mexicano, y esbozó una media sonrisa y me lo agradeció, pero era obvio que no se lo decía de a gratis o por quedar bien, no me interesa quedar bien con nadie, sino porque lo creo fielmente, y quien quiera una prueba de lo que digo tiene que leer “Extrañas” para darse cuenta de ello. Y claro que nadie va a aceptar que el apodo es cierto porque la literatura mexicana está llena de envidiosos y no nos cae nada bien que al vecino le vaya mejor que a nosotros, pero Guillermo Arriaga tiene una propuesta narrativa que no parece escrita en este país ni en este idioma, es de una solidez narrativa y con una coherencia en la trama, por muy grande que parezca, que siempre consigue amarrar todos los cabos que deja sueltos. “Extrañas” tiene algunas curiosidades léxicas que prefiero que ustedes investiguen, y también tiene una historia que es de grandes magnitudes, a lo Dickens, que al menos a mí me gustaría ver en una serie en Netflix (¿por qué nadie lo ha hecho?). No es una novela sencilla, tiene más de 400 páginas y eso ya supone un esfuerzo para los perezosos mentales, aquellos que se conforman con autores europeos que les entregan trabajitos de cien, ciento cincuenta páginas, que les hacen una publicidad impresionante, y los llenan de los aplausos y las porras y las fotografías que en sus países les niegan porque ahí sí saben lo mal que escriben, lo mediocre de sus propuestas. Por favor, lean “Extrañas”, cada propuesta de Arriaga es como entrar a otro mundo, como estar en él mientras estás en la lectura, él es un arquitecto de mundos, y eso lo hacía Faulkner, ¿recuerdan?, no se van a arrepentir, y si quieren regalar un libro cuya lectura al menos les va a durar todo el mes de enero, aquí tienen una muy buena opción.
De cerca nadie es normal (Universidad Autónoma de Nuevo León, Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, 2022), Hiram Ruvalcaba: Hay que hacer una nota antes de empezar con este libro: qué buen catálogo editorial tiene la UANL desde que está Antonio Ramos Revillas a cargo del departamento editorial. No es casualidad, no es coincidencia, es trabajo, y Toño lo sabe, porque el mismo es un autor de lo mejor de la literatura mexicana, y sabe mucho de literatura, y selecciona a los autores y vaya que ha enriquecido el catálogo con muy buenas propuestas literarias, así que dense una vuelta por el web site, les aseguro que lo que escojan, lo que les llame la atención, les va a sorprender, es el sitio, me atrevería a decir, donde más autores jóvenes talentosos he encontrado. También me voy a atrever a decir que “De cerca nadie es normal” es uno de los mejores libros de cuentos que leí en este 2023. Vaya que Hiram Ruvalcaba sabe escribir, lo hace con maestría, con pasión, sabe combinar estilos y recurre, por ejemplo, al lenguaje poético sin saturar o entorpecer su prosa sino enriqueciéndola con devastadoras imágenes que refuerzan la función del cuento, todos los cuentos trabajados casi hasta la perfección, bien llevados, conducidos con una elegancia en el lenguaje y en el estilo. Hiram Ruvalcaba es una de mis cartas fuertes para el futuro de la literatura mexicana y le apuesto mi resto y pago por leer: nos va a dar muchas sorpresas literarias, estoy seguro de ello, ¿lo mejor de todo?, él no se monta en el papel de escritorcito intelectual siglo XIX, es capaz de burlarse de sí mismo, convoca a sus fans lo mismo que si convocará a un baile de cumbias y es bastante relajado, mientras otros autores de su misma edad nos amenazan con que se van a cortar las venas, playera de Bukowski en mano, ebrios o drogadictos y sin terminar esa obra literaria que llevan años fanfarroneando. ¡A por ellos, Hiram!
Los ojos de mi padre (Suburbano Ediciones, 2023), Isabel Ibáñez de la Calle: Hay un punto bien importante que anotar con esta propuesta narrativa de Isabel Ibáñez que no debemos pasar por alto. No es la mejor de las novelas, eso les puede quedar claro una vez que la lean, y lo digo para que no me reclamen, no es tampoco la novela del año, y yo jamás aseguraría eso, pero Isabel Ibáñez es una autora que recién ingresa en el panorama de la literatura mexicana y que lo hace con una propuesta narrativa que es honesta y en ocasiones, créanme, eso cuenta mucho más que la perfección, sobre todo en literatura. Tiene puntos a favor Isabel: sabe narrar, sabe contar historias y sabe cómo contarlas, qué recursos técnicos emplear y, sobre todo, y es un punto que deben admirar mucho en esta novela, tiene una gran capacidad para la construcción de personajes desde todos sus ángulos, lo cual no es nada sencillo a menos que tengas antecedentes dramatúrgicos. Isabel sale al quite con una historia que en sí no es tan impresionante si otro viniera y nos la contara, pero ella la cuenta recurriendo, y lo señalé en su momento, y por ahí, en sus redes sociales, hubo comentarios sarcásticos porque no entendieron mi comentario, a una técnica que en literatura nos enseña Miguel de Cervantes y que no es otra que el perspectivismo literario, ver un hecho desde distintos ángulos para así ampliar tu panorama subjetivo de visión de ese mismo hecho. Está bien, al que no me crea, por favor, vaya al Quijote y marque con amarillo todos los ejemplos que encuentre de perspectivismo literario. E Isabel sale al paso aun teniendo en contra un ritmo narrativo que en nada favorece a la novela, pero eso se trabaja, se puede mejorar, se puede tener mejor oído, ritmo, lo sé. Es una novela que vale mucho la pena y que se las recomiendo para regalar, pueden contactar a la autora en sus redes sociales y ponerse de acuerdo.
Hasta aquí van cuatro de mis propuestas de libros que no son los del año, pues no se trata ni de premios ni de estrellitas en la frente luego de pasar al pizarrón y resolver bien la suma o la resta, igual continúo para la semana que entra. Son libros cuyas propuestas narrativas y belleza a mí me sacudieron en su momento y que por eso me di a la tarea de solicitarlos para reseña en este mismo espacio; y por eso mismo, también, me doy a la tarea ahora de comentarlos con ustedes, de sugerirlos como muy buenos regalos de navidad. Pero no caigamos en trampas y en clasificaciones: no son los mejores libros del año, eso es algo que no me gusta y que no comparto, nadie tiene la capacidad de dar los mejores libros de un año, hacerlo es un peligro para la crítica libre, es imponer a los demás, es cerrar las ofertas literarias, mejor escríbanme y cuénteme cuáles fueron sus lecturas de este año, qué autores sí y qué autores no: [email protected] y ya entrados igual y hacemos una lista conforme a los autores que ustedes me vayan proporcionando.