Sólo para contextualizar de acuerdo con el capítulo 1 de este prontuario, he de continuar desarrollando una situación toral, no condicionada para este estado, sino de la mayoría de los estados del país y por supuesto, perjudicial para Veracruz.
Hay dos situaciones económicas que condicionan para bien o para mal a los estados, bajo el marco de pacto fiscal Federal:
La distribución de la riqueza, de acuerdo a la formula actual de la SHyCP, misma que hace unos meses fue materia de discusión por parte del bloque de los gobernadores de oposición, fundamentalmente los de Nuevo León y Jalisco, los cuales proponían una nueva forma distributiva acorde a la aportación de las entidades federativas al PIB nacional. Y que podría ser justa, pero no solidaria con estados que por diferentes razones aportan menos que los mencionados a la economía nacional como es el caso de Zacatecas, porque veamos, si las remesas se han tomado en cuenta para hacer algunas mediciones, Zacatecas triste y paradójicamente es el estado que más exporta migrantes y más ingresa remesas, por lo tanto, la propuesta es poco viable. Veracruz en este escenario sale medianamente bien librado, porque es un estado que recibe poco más de lo que recibe el promedio nacional, que se redondea en 60 mil millones de pesos para el 2023 y aun así es insuficiente, pero además y como aliciente, su capacidad para generar recursos propios es tan grande como la creatividad del gobierno en turno, porque como lo dijimos en la entrega pasada, Veracruz lo tiene todo.
Esto último es justamente la segunda condición, en donde cuenta evidentemente su geografía y ubicación, por lo que repito, a Veracruz no le hace falta nada, tal vez sólo mejores gobiernos: Hago un breve paréntesis para destacar un dato que en mi estado natal no pudiéramos presumir y al parecer a nivel país, solo en pocos lugares; el actual gobierno de Cuitláhuac García ha logrado reducir la pobreza extrema de 16.1% a 13.9%, pero tiene muchas, aún muchas áreas de oportunidad que podría iniciar o no, pero quedaran pendientes o medio pendientes para que las realice la próxima administración. Un mejor gobierno, entonces, debe comenzar por identificar a su población vulnerable, y esta la identifica con precisión el CONEVAL y de ella también dimos cuenta en el artículo pasado. Solo por poner un ejemplo, uno de los mayores problemas que padece la gente pobre de Veracruz es la falta de agua y la capacidad para almacenarla, luego entonces los programas sociales dirigidos a abatir la pobreza deben ser más ambiciosos y atacar con planeación y estrategia este flagelo. Si en las Zonas de Alta Prioridad ya se cuenta con un avance importante de calentadores solares, cuartos adicionales y refrigeradores, que son algunos de los principales indicadores de medición de la pobreza, es momento de implementar una estrategia para almacenamiento de agua potable, que es la base de todo y el apellido del subdesarrollo. Presumimos que la infraestructura para hacer llegar el vital líquido a las ZAP’s existe y cuando mucho hay que regularizarla en los asentamientos irregulares, pero fundamentalmente lo que falla es la constancia y los tandeos, entonces necesitamos contenedores, no solo tinacos, en lo que se resuelve de fondo el problema más grave que habrá de afrontar no sólo Veracruz, sino todo el centro norte del país en unos pocos años, como ya sucede en Nuevo León.
Entonces, si una de las primeras tareas de todo gobierno es atender la infraestructura social básica para atacar la pobreza, el fondo 3 y 4 que vienen de la federación deben robustecerse con recursos propios del estado y una mezcla con los municipios, para poder hablar de una ambiciosa estrategia contra el rezago social y la pobreza, que le permita a Veracruz elevar sus índices de desarrollo y pueda entonces pensar en grande y casi al mismo tiempo que se desarrolla esta estrategia, en ser el principal puerto de México, con una industria boyante, una economía sólida y una ciudadanía mas homogénea, sin tantos contrastes, como lo marcan los postulados de la 4T. Ser cuando menos el segundo puerto más importante en cuanto a importación de mercancías, puede ser posible si se mejoran las condiciones generales del estado pero también si se llega a consolidar el proyecto del transístmico, porque esa estrecha parte del país comunicaría de mejor manera y más pronta, incluso que el canal de Panamá, al Atlántico y al Pacífico.
De la economía a gran escala, de la conectividad y potenciales del estado de Veracruz, hablaremos en la próxima entrega. No puedo dejar de escribir que al imaginar el futuro de un estado con las condiciones naturales y las alianzas políticas si los astros de las encuestas, no se mueven, es brillante.
*Secretario de Planeación de la Capital.
