El desenlace de la jornada electoral local de los Estados de Coahuila e Hidalgo son resultados que han puesto al desnudo (aunque no del todo) el cómo está la situación política en México. Por un lado, tenemos un partido que ha iniciado con un cambio de régimen pero que no le ha dado la continuidad al trabajo de base, por lo que sí aumentó el número de votos respecto a elecciones pasadas en esos 2 estados gobernados por el viejo régimen, pero no le alcanzó para el triunfo; por otro lado, tenemos un partido que se aferra las viejas prácticas de coacción y compra de voto con tal de que no haya un cambio de régimen.
Fueron resultados desalentadores para morena, porque no bastaba con duplicar o triplicar la votación local sino alcanzar el triunfo (aunque podemos decir con plena seguridad que la apuesta máxima para Regeneración Nacional, está en las elecciones federales del 2021, pero depende de que tanto modifique su ritmo de trabajo y sus conflictos internos). El triunfo electoral del PRI en estos Estados, les demostró una vez más que si operan desde sus estructuras gubernamentales Estatales, es decir con las mismas prácticas de la vieja política, donde funcionarios de los gobiernos estatales actuaron como operadores electoreros, los resultados les son favorables. Quien pierde por completo y tiene que modificar totalmente su estrategia mediática y territorial es PAN; se esperaba que este partido fuera la principal competencia de morena, pero ya vimos que no, que la gente les está cobrando muy caro lo de García Luna.
Para fortuna de la verdadera transformación del país, los resultados en Coahuila e Hidalgo demuestran que Andrés Manuel López Obrador hablaba enserio cuando dijo que no existía partido de Estado y que no metería las manos a la contienda electoral, esto es alentador porque estamos terminamos con decenas de años de malas prácticas de un régimen político autoritario corrupto e impositivo; lo que quiere decir que no hubo operación desde el Gobierno de México para influir en los resultados; contrario los gobiernos estatales de Coahuila e Hidalgo que sí se metieron a operar. Dicho sea de paso, que las declaraciones del dirigente estatal del PRI en Zacatecas, que asegura que AMLO meterá las manos a las elecciones del 2021 están equivocadas, no lo hizo en esta ocasión y no lo hará en el 2021. Esto demuestra también, que quienes en Zacatecas pretenden utilizar los Programas Federales y los Servidores de la Nación para promover a un candidato, se equivocan de estrategia y de tácticas, ya que ha quedado demostrado que Andrés Manuel no va a respaldar a ese tipo de prácticas y si les ha dado ciertas responsabilidades y encargos federales a algunos personajes no es para que los utilicen a su merced con fines electorales. Bien le servirían a alguno que otro que hubiera operación electoral desde Palacio Nacional, pero eso sería más de lo mismo.
El mayor aprendizaje de estas pasadas elecciones, sin duda es para todas y todos los dirigentes, simpatizantes, militantes, líderes y actores políticos de morena. Ya vimos que la popularidad y simpatía de AMLO no alcanza a arropar al partido en el poder, esto es muy sencillo de entender, López Obrador todos los días habla con su pueblo desde las mañaneras; a diferencia de morena, que dejó de lado el despertar de las conciencias a través de la entrega de de su periódico informativo por estar inmersos en el complicado cambio de dirigencia.
Previo al histórico triunfo del 2018, mucho antes del proceso electoral veíamos a morenistas en plazas públicas, calles y casa por casa entregando el periódico “Regeneración”, el cual no traía propaganda de promoción del voto nada más, sino que era el medio de comunicación con el que el partido buscaban crear un cambio en la mentalidad de los mexicanos y mexicanas y lo lograron, pero cambios tan grandes deben darse continuidad.
La fiesta de la victoria del 2018 para los de morena no se interrumpió para continuar con las tareas de concientización, lo único que interrumpió esa pasividad en las calles, fue el proceso de renovación de las dirigencias, que se judicializó tanto, que ahora los sobrevivientes del viejo régimen (que están en los órganos electorales) les están imponiendo mecanismos de renovación de manera ilegal.
Coahuila e Hidalgo son estados gobernados localmente por el viejo régimen, están bajo el dominio de viejos grupos dinosaurios de la política tradicional, eran unas elecciones verdaderamente difíciles, por eso creo que la situación de morena no fue completamente decisiva para los resultados, pero sí influyó al respecto.
Hay que aprender en cabeza ajena dicen por ahí, las elecciones del 2021 son más importantes para la 4T que las de este año, pues se renueva la Cámara de Diputados, lugar donde se están y se estarán dando las grandes reformas; de tal forma que es obligación de morena no repetir el resultado de los Estados donde hubo elecciones y retomar todo el intenso trabajo con el que se obtuvo el triunfo en el 2018.
