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jueves, 28 marzo, 2024
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Moratoria constitucional, estrategia equivocada

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Por: Ulises Mejía Haro •

El pasado 9 de junio los presidentes de los partidos políticos de la alianza Va por México (PAN-PRI-PRD), Marko Cortés, Alejandro Moreno (Alito) y Jesús Zambrano, respectivamente, firmaron una Moratoria Constitucional Legislativa por el tiempo que resta de la actual LXV Legislatura para no aprobar ninguna iniciativa de reforma constitucional que presente el presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena y sus aliados, bajo el argumento de proteger la democracia; en otras palabras, plantean parar el trabajo legislativo de sus diputados y senadores y obstaculizar las actividades del Congreso por el resto del tiempo que le queda a la actual administración.
Este planteamiento de los líderes de los partidos de oposición se hizo al calor de la derrota que tuvo la Alianza Va Por México el pasado 5 de junio, donde Morena y sus aliados ganaron cuatro de las seis gubernaturas que estaban en juego y por el temor que Morena les arrebate las gubernaturas del Estado de México y Coahuila en 2023; lo que les dejaría fuera de la competencia electoral “sin tiro” en la elección presidencial y del Congreso de la Unión en 2024.
De sostener la Moratoria Constitucional, sería un grave error de la oposición, porque la ciudadanía ya está cansada y enfadada que los partidos de oposición estén siempre “en contra de todo y a favor de nada”, que no presenten propuestas o proyectos alternativos de solución a los grandes problemas del país, que obstaculicen las iniciativas de ley, los proyectos y las acciones de gobierno del Presidente López Obrador, que se la pasen denostando los programas sociales de Bienestar y las grandes obras insignias de la actual administración, como lo son, la construcción del Aeropuerto Internacional ”Felipe Ángeles” (AIFA), el Tren Maya, la construcción de la refinería Dos Bocas, la modernización de las seis refinerías existentes, la compra de la refinería “Deer Park”; obras importantes para lograr la autosuficiencia de gasolinas y para el desarrollo del país, entre otras.
Dentro de las funciones de los diputados y senadores están las de hacer, presentar, debatir y aprobar leyes y enmiendas a la Constitución de interés nacional, el pueblo los eligió para que legislen a favor de México y de los mexicanos y no para hacer “huelgas legislativas” o intentar paralizar el Congreso; es tiempo de enaltecer el trabajo legislativo y de mejorar la percepción ciudadana de los legisladores, de enaltecer la política, con una auténtica real política al servicio de la gente y no al servicio de intereses privados y de los intereses de grupos y partidos políticos; una política de trabajo, de diálogo y de acuerdos, con independencia de colores partidarios, una política orientada al crecimiento y al desarrollo de México y al bienestar de los mexicanos.
Afortunadamente, varios diputados y senadores de la oposición se han manifestado en contra de la Moratoria Constitucional, como la senadora Claudia Ruiz Massieu y el Senador Miguel Osorio Chong, coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Senado, quien dijo “nunca seré partidario de detener el Congreso mexicano, de detener el trabajo legislativo, hay que discutir y oponernos a lo que no funcione. Esta decisión que tomaron los dirigentes y algunos líderes de la Cámara de Diputados es contraria a lo que nosotros pensamos”. Las declaraciones de Osorio Chong ponen al descubierto, qué en el PRI, los legisladores no fueron consultados al respecto, que fue una decisión equivocada y precipitada de los dirigentes y de algunos líderes de los diputados, mucho menos, obedece “en respuesta a petición ciudadana”, como lo dijo Alejandro Moreno, presidente del PRI.
Paralizar el trabajo y la productividad legislativa sería un grave error de la oposición, eso lastima al país, es una estrategia equivocada; con ello, no recuperarán la confianza perdida de la ciudadanía, sino, todo lo contrario, entrarían a un túnel sin salida, de falta de credibilidad, porque estarían faltando a su juramento legislativo y, sobre todo, estarían faltando a su encargo popular y al compromiso que hicieron con la ciudanía que los eligió.
Confiamos en la sensatez de los legisladores federales de la alianza Va por México, que hagan caso omiso de la Moratoria Constitucional que suscribieron sus dirigentes en el ánimo de justificar su derrota en las pasadas elecciones, está en puerta la Reforma Electoral que envió el presidente López Obrador al Congreso, donde Se propone eliminar las diputaciones plurinominales y reducir el número de legisladores federales, quedando 300 diputados (as) y 96 senadores (as), electos mediante el sistema de representación pura a través del sistema de listas por entidad federativa; se contempla reducir un número considerable de diputaciones locales y de regidurías municipales. También reducir el gasto a los partidos políticos, eliminar el financiamiento público para actividades ordinarias, el financiamiento público se mantendrá solo para el gasto de campañas durante la contienda electoral.
Se plantea la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), el cual sustituye al Instituto Nacional Electoral (INE); la desaparición de los Organismos Públicos Locales y de los Tribunales Electorales estatales, por considerar que realizan duplicidad de funciones con las autoridades administrativas y jurisdiccionales federales, sus resoluciones, finalmente son impugnadas y resueltas ante las instancias del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Se propone que la elección de los Consejeros del INEC y magistrados del TEPJF sea mediante el voto popular, siendo los candidatos propuestos por los tres Poderes de la Unión. Lo anterior, para garantizar la imparcialidad de los consejeros y magistrados.
Como vemos, hay una agenda legislativa importante, donde todas y todos los legisladores de ambas cámaras, están llamados a discutir, debatir, argumentar, cabildear y llegar a acuerdos sobre esta iniciativa de reforma constitucional, la cual puede sufrir cambios, adiciones y en su caso, ser aprobada con modificaciones, lo que no se vale es que a priori por decisión partidaria, se decida votar en contra por el solo hecho que la presenta el Presidente de México.

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