■ “Ya vivían en un constante estado de ansiedad por la violencia”
“La ansiedad a la que en teoría pueden estar sujetos los niños, no va a hacer gran cosa en nuestro contexto o población por una razón sencilla y obvia: hemos estado sujetos a ella durante años”.
Luis Flores, coordinador del CISP estatal, explicó que, para los niños, el aislamiento voluntario no tendrá grandes repercusiones, esto debido a la violencia y delincuencia a la que han sido expuestos y que ya los tiene en un estado constante de ansiedad.
Comentó que “la sociedad zacatecana ya está ansiosa, ya estaba ansiosa, entonces si le agregas otra gotita de ansiedad ya no hace gran diferencia”, incluso hay una adaptación hacia este rasgo de la conducta.
Sin embargo, “en los niños es más importante lo emocional que la parte cognitiva de comprensión del fenómeno”, los infantes se apropian de la ansiedad que se les transmite, por lo que es importante explicarles la situación de una forma tranquila y con juegos, para evitar que se unan al pánico social.
Al ser tan activos, se deben buscar actividades donde puedan socializar, pues es parte indispensable de su desarrollo; los niños existen y se siente reconocidos cuando hay otros, y los otros son sus compañeros y amigos de la misma edad. Los videojuegos y redes sociales pueden funcionar como sustitutos, y la socialización con la familia también puede funcionar como tal, pero la necesidad de compañía debe ser satisfecha.
Por su parte, Osvaldo Álvarez Crespo, psicólogo especializado de la SEP, explicó que la angustia que se está dando es por la maximización de la situación que se está viviendo. El cerebro, continuó, busca dos opciones como respuesta, afrontar la situación o huir de ella; es cuando no se encuentra una salida que empieza a maximizar emociones.
Sin embargo, se puede mantener la calma, o al menos intentarlo, siguiendo las medidas de prevención correspondientes, informándose en fuentes confiables y no saturarse de información “ponerse inclusive un horario de no más de 15 minutos” recibiendo información.
Es muy importante también, según Álvarez, mantener una rutina que incluya actividad física para relajarse. Establecer tareas dentro del hogar también es una forma de mantenerse activo, no centrar la atención en la crisis y resolver pendientes. Planear los días disminuye la angustia, pues se tiene una idea de lo que se viene y se evita la incertidumbre.
Agregó que, como sociedad, se deben difundir noticias positivas y reportes de cómo están familiares y amigos; mantener una comunicación positiva, evitando el tema de la pandemia o, en todo caso, rescatando lo bueno de la situación. Escribir las emociones, con papel y pluma, también es una manera de que el cerebro reflexione y establezca contacto entre mente y emociones.
Debido a que el cerebro humano está programado para ser un ente social, es importante hacer cambios durante el aislamiento, aunque parezcan mínimos como cambiar una mesa de lugar, para que se mantenga activo el órgano; representarse cosas nuevas aunque el espacio sea el mismo.
Convivir con seres vivos, como animales y plantas, puede ser otra opción para dispersarse y mantener la estabilidad. En cuanto a las personas que no pueden realizar el aislamiento voluntario, se pueden sentir desprotegidas y en soledad, por lo que es importante que sientan reconocimiento de que también son humanos y tienen necesidades, y por eso salen para sustentar a sus familias.
