■ Piden que el ISSSTE verifique que haya agua y jabón en los baños y las aulas estén limpias
■ “En algunas unidades no hay conectividad, son espacios reducidos y no hay ventilación”
■ De los 40 mil estudiantes no hay alguno vacunado, sólo los profesores y los trabajadores
La Coordinadora de Delegados del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Spauaz) rechazó el regreso a clases presenciales propuesto por la Rectoría, debido a que no hay las condiciones necesarias para garantizar la salud de toda la comunidad.
En ese sentido, los delegados exigieron que la Comisión de Seguridad e Higiene del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) revise las instalaciones de la Universidad y evalúe si hay las condiciones suficientes, por ejemplo, que haya agua y jabón en todos los espacios sanitarios, y que las aulas estén limpias y con ventilación.
Si se plantea que haya sana distancia entre los estudiantes, dijeron que esa medida no sería funcional puesto que implicaría solamente la asistencia de entre nueve y 20 alumnos en cada una de las clases.
“Hay instituciones que están dando un modelo híbrido: reciben a la mitad de sus estudiantes y a la otra mitad le transmiten la clase a través de Internet, pero ¿saben cuál es el problema? Nosotros no tenemos conectividad en muchas de nuestras aulas”, expresó Ana Lourdes Borrego, delegada de la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica.
Añadió que es necesario el regreso a las aulas porque “hay alumnos que no están aprendiendo absolutamente nada porque estamos acostumbrados a sistemas presenciales, a que el maestro vaya dando seguimiento, pero la salud es primero”.
Además, invitó a las autoridades universitarias a que visiten las unidades académicas y vean los baños y los salones, para que se den cuenta del nivel de higiene hay en los espacios.
Por su parte, Carlos Ramírez, delegado de Creación y Difusión Artística, expresó que es necesario “que se revisen nuestras instalaciones, porque padecemos las mismas situaciones de falta de conectividad, tenemos espacios reducidos y en algunos talleres no hay ventilación”.
Indicó entonces que, en su delegación solicitan que se realice un diagnóstico para poder plantear un escenario seguro para docentes, trabajadores y estudiantes en caso de que haya un regreso presencial a clases.
Rolando Alvarado, delegado de Preparatoria, relató que en una reunión el responsable del programa notificó que ya se regresaría a actividades presenciales y que Salubridad visitaría el plantel para valorar las condiciones del plantel.
“Entonces yo le pregunté si la decisión de regresar era política, porque nadie ha evaluado si es posible hacerlo, y la persona me respondió: ‘no, no, deje que vengan y luego vemos’. A mí me deja claro que son decisiones que ya toma la Rectoría unilateralmente, pero hay que tener en cuenta que la situación de este año respecto al pasado es prácticamente la misma, la única diferencia es que de los 40 mil estudiantes no hay uno solo vacunado y nada más están vacunados los profesores y trabajadores”, expuso.
Señaló, entonces, que no llega al 10 por ciento la comunidad universitaria vacunada contra el Covid-19 y, por lo tanto, ese es el elemento clave para que haya un repunte de contagios en una pandemia.
Señaló que una decisión de regresar a clases presenciales no puede basarse en criterios políticos: “necesitamos conocimiento y fundamento cuando hacemos este tipo de acciones, somos docentes universitarios y somos de los que supuestamente educamos. Entonces lo primero que debemos hacer es informarnos”.
Alvarado advirtió que el escenario que se podría presentar si hay regreso a actividades presenciales, con 40 mil estudiantes no vacunados, es que los docentes podrán contagiarse (aunque sin riesgo por estar vacunados), pero serán foco permanente de infección.
José Juan Martínez Pardo, secretario general del Spauaz, comentó que, en efecto, la Rectoría tiene la intención de reanudar actividades presenciales en agosto, pero no ha emitido una notificación formal.
Sin embargo, indicó que la propuesta deberá mostrar claridad en los protocolos y no deberá haber obligatoriedad mientras haya un riesgo, por lo que habrá que esperar a conocer el comportamiento de la pandemia en las próximas semanas y que el ISSSTE evalúe las condiciones de seguridad e higiene en la Universidad.
“Nuestra postura es que se nos entregue esa propuesta formal y que se pueda analizar por parte de la Coordinadora de Delegados. Tenemos muy claro que hay ese propósito del Rector para regresar a clases, pero esperaríamos a que nos lo externe de manera formal y que podamos analizarlo conjuntamente en una reunión expresa para eso”, concluyó.
