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jueves, 28 marzo, 2024
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Espera Semujer que BUAZ inicie cambios para garantizar la paridad de género en ésta

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Por: SCARLETT LLAMAS •

■ En 2019 este principio se hizo Constitucional: Rivero

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“Creo en la Universidad y creo que existen académicos que iniciarán los procesos y el diálogo de cambio que requiere”, sostuvo Adriana Rivero, titular de la Secretaría de las Mujeres (Semujer), con respecto a la carente paridad de género en la Máxima Casa de Estudios del estado.

La funcionaria recordó que en junio de 2019 se reformó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a fin de establecer el principio de paridad, para asegurar que la misma se dé en los puestos públicos y organismos autónomos. El principio de paridad, agregó, cuenta con una normativa y establece un sistema de sanciones en caso de que no se cumpla en procesos electorales.

Sin embargo, señaló, cada instancia debe armonizar su normativa interna para cumplir con el principio de paridad -que va más allá de un resultado cuantitativo-, basado en el respeto, garantía y reconocimiento de los derechos humanos, en específico el de igualdad; además se establece dentro de un sistema democrático.

En este sentido, Rivero destacó que es necesario que inicie un proceso de armonización legislativa en la Universidad, donde se garantice que se cumpla con el principio de paridad en la estructura orgánica y el sistema democrático interno.

Si bien la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) “es un órgano autónomo y una institución descentralizada del gobierno, debe dar cumplimiento a lo que indica la Constitución”, dijo; el proceso implicaría reformar la ley orgánica, estatutos, pero además conllevaría “un proceso de cambio para que las mujeres universitarias tengan una real representación en los espacios de toma de decisión, en las aulas y en los procesos administrativos”, aseveró.

Agregó que la actualidad es el “momento oportuno y propicio para invitar a la BUAZ a que, a través del Consejo Universitario, se comience con el proceso de armonización”, para que se construya un sistema democrático igualitario y que promueva los principios de justicia social. La Universidad también deberá contar con un sistema de medios de impugnación en materia de paridad y respeto a los derechos humanos de la comunidad, y en específico de las mujeres, detalló.

Los antecedentes han demostrado que “cuando las mujeres están en espacios de toma de decisión, son más sensibles a la prevención y atención de este sector porque todas hemos sufrido algún tipo de violencia”, aunque rescató que “ser mujer no significa trabajar con perspectiva de género”; aun así, de establecer la normatividad desde el principio de paridad, la secretaria aseguró que será más fácil hacer exigibles los derechos de las mujeres.

La armonización, pues, es una “oportunidad para avanzar”, aunque cada proceso e institución tiene su propio ritmo, “no siempre es el que quisiéramos”, pues aún hay resistencia para dar cumplimiento a la normativa “porque implica dejar privilegios”.

A pesar de que es una lucha contracorriente, la paridad implica que las mujeres “representen el espacio que les corresponde por derecho en todos los ámbitos”, y aunque sea un proceso paulatino, es necesario “ir trabajando y construyendo en conjunto”, comentó la secretaria.

Desde el punto de
vista feminista
“La Universidad tiene un atraso importante en cuanto a la transversalidad de género”, aseguró Mara Muñoz, abogada y activista por los derechos de las mujeres y niñas. De acuerdo con la abogada, la BUAZ, al ser un organismo público, tiene la obligación de cumplir con los tratados internacionales y las leyes constitucionales.

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer Planes de Estudio (CEDAW, por sus cifras en inglés), estipuló desde los años 80 que la educación debería de “cumplir en la currícula universitaria con carreras y materias” con perspectiva de género, situación que, señaló, “no ha ocurrido, aunque se debió dar hace décadas”.

La perspectiva de género, agregó, es una técnica que se emplea en todas las ciencias para el análisis diferencial y de la discriminación, por lo que no tiene sentido que no se asuma e integre como tal a la educación.

En el aspecto de la lucha contra la violencia “también es una asignatura pendiente”, pues la BUAZ permanece “sin una política interna” que castigue y limite los acosos, abusos y delitos que se dan por parte de sus docentes.

A pesar de que existe una Coordinación de Asuntos de las Mujeres, ésta “nunca ha contado con presupuesto o el peso político para promover una reforma institucional con perspectiva de género”, un combate digno ante las injusticias que sufren las mujeres.

“Es una grave situación”, sostuvo Muñoz, con la conformación de la rectoría y la planilla de Rubén Ibarra, “volvemos a ver incumplimiento”; la activista aseguró que no se trata de “sólo romantizar la incorporación” de mujeres a puestos administrativos, sino de cumplir con un derecho de paridad hacia las mujeres y ejerciendo la obligación de garantizarlo como institución, mas “eso no está sucediendo”, lamentó.

Sin embargo, como sucede en todas las instituciones, el incumplimiento en términos de la paridad es “consecuencia de que haya reformas sin mecanismos de sanción” por si son violadas.

En este sentido, la abogada reflexionó que se tiene que analizar el atraso de derechos humanos en cuanto a la paridad, pero también la falta de perspectiva de género y la falta de combate eficaz; estos tres puntos, desde su perspectiva, englobarían el “saldo pendiente, muy grave y preocupante” que hay en la BUAZ ante su población femenina, sobre todo “cuando las universidades deberían ir a la vanguardia en derechos humanos y perspectiva de género”, afirmó.

“Cuando la Universidad, donde está la inteligencia, no cumple con la ley, envía un mensaje de impunidad”, sostuvo Muñoz, “no sólo se debe dar castigo a los delitos, sino también al incumplimiento de cualquier ley”, dijo.

Como respuesta, tanto la Rectoría como al Consejo Universitario, y todas las fuerzas de acción, deberían hacer un compromiso de gestionar “la creación de una oficina con jerarquía y presupuestos para promover cambios en favor de las mujeres”, puntualizó.

“Todas las partes tienen responsabilidad”, aseveró, y “mientras que la sociedad se rija en torno a intereses y no ante el bien común, se verá la impunidad social donde las personas pasan de largo y perpetúen la violencia de género”, castigó.

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