■ Se registran pocos accidentes en carreteras, y una disminución en zona metropolitana, informa Caldera
■ Seguirá el descenso de temperaturas en varias partes del estado durante este mes y parte de febrero, advierten
Durante la época invernal que aún sigue su curso, no se han presentado muertes por temporada pese a que el domingo de la semana pasada se dijo que un hombre murió por hipotermia, pero la causa real fue broncoaspiración provocada por flujos gástricos, informó el jefe de Bomberos de la Dirección Estatal de Protección Civil, Antonio Caldera.
En entrevista también detalló que como resultado del programa Navidad Segura implementado durante el periodo de vacaciones concluido a inicios de este mes, se atendieron 985 servicios diversos: seis incendios forestales con cuatro hectáreas de afectación de pastizal; 52 incendios en lotes baldíos, nueve incendios en casa habitación por cortos circuitos, acumulación de gas o pirotecnia; nueve incendios en vehículos: 257 servicios prehospitalarios y 55 servicios especiales como fugas de gas, árboles caídos, entre otros.
Respecto de los accidentes automovilísticos en carrera estatal y federal, Caldera dijo que se presentaron algunos en la temporada vacacional, pero en la zona metropolitana disminuyó.
Por otro lado, el jefe de Bomberos expuso que en Zacatecas seguirán las bajas temperaturas con un promedio de cero a menos cinco grados en varias partes del estado durante este mes de enero y se espera que parte de febrero se tengan temperaturas gélidas que alcancen hasta menos 10 o 14 grados en ciertas regiones.
En tanto, en las zonas altas y montañosas se espera heladas severas y aguanieve en los límites con Durango. A la par se han registro y se podrían registrar más incendios de pastizal. Los municipios más afectados han sido Genaro Codina con cinco hectáreas, en Ojocaliente fueron 10 y Sombrerete ocho. Los incendios forestales se podrían dar hasta febrero y hasta mayo, agregó el funcionario.
Caldera refirió que los incendios de pastizal fueron sin riesgo a la población. Algunos esparcidos por los vientos, otros por la mala costumbre de la gente de juntar hierba y basura para quemarla lo que se les sale de control.
