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jueves, 18 abril, 2024
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Maestras y Maestros, referencia obligatoria en la transformación de México

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Por: Jorge Adán Hernández •

¿Quién no tiene un recuerdo de su vida como estudiante?; ¿Quién no recuerda su salón de clases y su escuela? ¿Quién no recuerda a su maestra o maestro favorito? ¿Quién no recuerda al profe regañón? Cada vez que echamos un vistazo al pasado, específicamente a nuestra vida como estudiantes; o para los que aún lo son y dedican unos minutos a la reflexión de su vida estudiantil; podemos concluir, que nuestra etapa en donde fuimos o somos estudiantes, ha sido una de las mejores; hay muchos anécdotas con los compañeros de clases; hay muchas historias dignas de platicar en cada reunión familiar; hay muchos recuerdos que nos llenan de alegría y de nostalgia. Sin temor a equivocarme, puedo decir que la etapa donde fuimos a la escuela como estudiantes, nos ha marcado a todas y a todos; por esa razón, no es muy difícil hacer memoria y recordar esos momentos que pasamos en el salón de clases y en la hora de recreo; esos recuerdos, sin duda alguna, vienen acompañados del recuerdo de una persona, hombre o mujer; una persona que fue pieza esencial en nuestra formación; una persona que vio como batallábamos para hacer nuestras primeras letras, pero que también fue testigo de nuestras mejores redacciones; me refiero a las maestras y maestros que nos educaron, que nos enseñaron el abecedario, los números, las operaciones básicas; esos formadores y formadoras que nos hablaban de la historia, de la geografía; y que hoy en día son referencia obligatoria en la transformación de México.
Las maestras y los maestros, en nuestro México, han tenido una labor titánica en la formación de la sociedad; su trabajo no se delimita por los muros de las escuelas; en nuestro país, hay que ser maestra y maestro las 24 horas del día, no solo de 8 de la mañana a 2 de la tarde; quien es maestro o maestra, podrá confirmar que tiene 3 trabajos: con los alumnos, con la escuela y con la población (principalmente los maestros rurales). Un buen maestro, no se conforma con los planes y programas educativos, un buen maestro se pone como reto personal el aprendizaje de sus alumnos y lo logra invirtiendo tiempo y esfuerzo extra. Un buen maestro o una buena maestra, se convierten en amigos de sus alumnos y alumnas, a tal grado que el alumno ríe y llora junto con amigo maestro. El profesor, llega a construir una gran confianza con sus alumnos, que de un momento a otro conoce los problemas que hay en la casa del alumno; es ahí cuando el profesor se convierte en psicólogo y su vocación lo hace ayudar a todo el alumno que lo necesita. Es tan titánica la labor de un profesor en nuestro país, que sin ellos, sencillamente muchas de las escuelas, principalmente en las comunidades, estarían en ruinas; es tanta la vocación del maestro, que construye bardas, pinta salones, arregla butacas, planta árboles y mantiene en funcionamiento su escuela, muchas de las veces, poniendo de su propia bolsa. Desde hace mucho tiempo, las maestras y maestros, ha sido tan cercanos a la sociedad, que se han convertido en consejeros, en puntos de referencia y en autoridades dentro de la sociedad; maestros y maestras han ganado la confianza del pueblo tanto como un sacerdote de sus feligreses.

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En los pasados gobiernos del PRIAN, al maestro se le maltrató, se le golpeó en sus derechos, se le intentó dejar en mal con la población y con ello reducir la cercanía que tienen con la sociedad. Recordemos la lapidante reforma educativa del EPN, la cual vulneraba los derechos laborales de los docentes. Dicha reforma solo sirvió, para que una vez más, el magisterio demostrara de qué está hecho; para que demostrara su organización y su convicción por la lucha de la educación pública; ahora, podemos decir que esa batalla está ganada, pero hay que advertir, que fue una sacudida política para el gremio, y ahora tienen nuevos retos. La transformación del magisterio debe ir a la par de la Cuarta Transformación, son tiempos de cambio, por lo que en mi opinión, las maestras y maestros deberán reivindicar el gremio y parte fundamental para ello, será limpiar su sindicato de tanto lobo disfrazado de oveja.

La sociedad siempre va a requerir de las buenas maestras y de los buenos maestros, es necesaria su paciencia, su entrega, su convicción, su amistad y su compromiso con la educación; por todas esas razones, aunque sea un día después del festejo, quiero felicitar a todos los maestros y maestras, mi reconocimiento a ustedes por su esfuerzo en hacer una sociedad de bien. recordemos siempre una frase que dice: “Todo el que recuerda su propia educación, recuerda a sus maestros, no los métodos o técnicas. El maestro es el corazón del sistema educativo”.

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