■ La administración del lugar debe pagar alimentación y en ocasiones el tratamiento de especies
■ Una de las ventajas es hacerse cargo de ejemplares como el puma o halcones: Javier Romo
Con sus ventajas y desventajas, el zoológico de La Encantada recibe animales que logra decomisar la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ya que la dependencia no tiene la infraestructura para atenderlos, por lo que se quedan en resguardo en la zona del anterior parque.
Algunas de las ventajas de hacerse cargo de estos animales es obtener especies, como el puma, que actualmente se encuentra en el lugar, pero en ocasiones llegan animales atropellados y heridos, mutilados de una pata o en el caso de las aves, de sus alas, así como con cuadros de neumonía y de desnutrición.
Sin embargo la administración del zoológico debe hacerse cargo de los gastos de alimentación y en ocasiones de tratamiento médico veterinario, explica José Javier Romo Camacho, subdirector del parque.
Incluso se improvisan espacios adecuados para los animales, ejemplo de ello es un cocodrilo de poco más de un metro, que está desde hace tres años en un refrigerador a temperatura ambiente, con los cuidados necesarios para que crezca.
Algunos de los animales que ha llevado Profepa son un par de mapaches, coyotes, halcones cara cara, un lince, una lechuza, tecolotes. También se entregó un oso negro americano que fue producto de un cambio de resguardo que hizo la dependencia con el zoológico Tamatán, de Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Pero debido a las malas condiciones en las que llegan, en este grupo se presenta la mayoría de las bajas de los animales, por ello al momento de resguardarlos se mantienen en cuarentena y en vigilancia, para que no contagien de alguna enfermedad al resto de los animales.
Comentó que en algunas ocasiones las personas que tenían a estos animales no los alimentaban de forma adecuada, ni les proporcionaban un espacio conveniente, dejándolos en la intemperie, lo que dañaba su salud.
“La mayoría de las bajas se dan en los animales que decomisa Profepa y no en los que adquirimos, pero somos lo más cerca que tienen y por parte de la dependencia se hacen visitas y verificaciones e incluso nos dan plan de manejo”, dijo Romo.
También la dependencia federal presta al zoológico las jaulas de traslado para mantenerlos en la cuarentena, y en caso de no tener espacio en el zoológico, los animales se envían a las Unidades de Manejo Ambiental (UMA) que hay en la empresa cervecera de Calera y en la empresa minera de Fresnillo.
Otros animales de los que también el zoológico se hace cargo, es de decenas de patos que ciudadanos van a dejar porque ya no pueden mantenerlos ni darles de comer, y en un mes se llegan a recibir de 10 a 20 de estos animales.
“Se piensa que el maltrato a los animales se da en un zoológico, aunque en verdad ocurre en una casa, pues no se tiene el conocimiento científico para dar el alimento que necesita un animal, ni qué tipo de espacio requiere”, puntualizó Romo.
Explicó que al mes se erogan 75 mil pesos destinados exclusivamente para la compra de comida de 140 animales, y se da una dieta balanceada, entre granos, semillas y fruta.
Agregó que se tiene un proyecto de ampliación del zoológico, aunque dijo desconocer el proceso de gestión de los recursos para llevarlo a cabo, y de éste sólo se ha construido la clínica veterinaria, pero aún no está equipada.
También se contempla un salón de usos múltiples, otra zona de exhibidores, bodega para guardar alimento, y con ello se podrían adquirir más especies y distribuir a las que actualmente se encuentran en la zona de los animales de Profepa.
