I. Amplio se ha hablado sobre problemas como el de la UAZ, seguridad social (Issstezac), violencia estatal, desarrollo humano precario, políticas públicas un tanto desatinadas. Vivimos los mexicanos una etapa de atropello a la Política Social, a todo indicio de Estado de Bienestar, atropellos incluso a las conquistas sindicales y populares y todo puede ser explicado por que vivimos una etapa de AUGE DE LA DERECHA.
Si damos un vistazo a los problemas de México y de Zacatecas por ejemplo; La desaparición de 43 normalistas, la insuficinciencia de recursos para una universidad pública, la reforma a la ley del Issstezac en detrimento de la clase trabajadora así como el uso desmedido de la fuerza pública para aprobar dicha ley, que el IDH local sea tan bajo y por último que en ningún momento se impulse un proyecto integral y de fondo para elevar dicho índice. Podemos darnos cuenta de que todos tienen el mismo origen, la plataforma político-económica en que la derecha se ha basado desde 1982, el modelo Neoliberal.
Pues es aquí donde nace la conducta del estado para no aumentar el gasto en educación pública por eso las normales rurales se ven obligadas a pelear por más recurso, por eso el crecimiento de la UAZ no es sostenido, la conducta del Rector y del Gobierno Federal así como local es natural no es voluntad el problema, el problema es el modelo económico.
Que se consideren insostenibles las prestaciones de los trabajadores y se les tengan que arrebatar, que en el proceso se les golpee, que la pobreza se atienda desde un enfoque filantrópico y no de fondo es una concepción no emanada desde los gobiernos sino desde el FMI.
II. Así es como los mexicanos nos encontramos en una lucha, que se gesta en un lugar donde no tenemos voto, el Poder Legislativo ahí donde todas las partidas presupuestales a la educación en el lugar donde se dan las reformas a las leyes y donde se aprueban o no los planes de desarrollo.
Y sí, son los políticos quienes sí ejercen voz y voto, quienes se encargan de llevar la lucha, lo cual nos lleva a un problema nadie cree en ellos, a nadie le interesa lo que hagan ellos y todos los repudian, y ¿Cómo no? Dirían algunos. Lo cierto es que el sistema político mexicano vive una crisis de credibilidad, de filiación, de identidad.” Son los mismos”, “cometen los mismos errores”, “no hacen nada” son voces, ya comunes en cualquier plática. Y sí, como generación vivimos el cambio de partido en la presidencia, el cambio de partido en el gobierno local y seguimos viendo y escuchando los mismos nombres los mismos apellidos.
Parte del problema del Sistema Político Mexicano responde a la falta de un “refresco de la sangre” como lo dirían los ganaderos o en otros términos de una ”renovación de personal” pero no dejemos de vista que lo que le pasa al sistema político es que no es capaz de ofrecer lo que la ciudadanía demanda, la oferta no corresponde con las necesidades, los sectores campesinos, populares, la clase trabajadora, los estudiantes así como los emprendedores nacionales, etc. no están siendo representados por el sistema político mexicano, el dilema no está en votar o no, el dilema está en que a la derecha no le interesa la UAZ, a la derecha no le interesa mantener las prestaciones sociales, pero a quien sí nos interesa es a nosotros, los de a pie, los que vivimos en carne propia los embates de la mala oferta política. Aunque gracias a los problemas creados atreves de los errores o malos manejos de los políticos, los ciudadanos hemos alcanzado ciertos avances en la solución de los mismos, un ejemplo claro está en las asambleas estudiantiles, alcanzadas en la UAZ.
III. Y ante este panorama de atropellos a las clases baja y media ¿cómo actuar? ¿Cómo resistir? Si algo bueno tienen las asambleas es que se genera debate, discusión y por resultado tenemos propuestas he visto casos buenos, con proyecto de universidad, de estado e incluso con esbozos de proyecto de nación. Las cosas tienen que cambiar y la sociedad tiene que generar un proyecto que aglutine a los sectores sociales, donde el Estado de Bienestar sea una realidad, repensemos nuestras condiciones y es necesario retomar un fuerte sentido nacionalista.
Nacionalismo no entendido en el fanatismo del chovinismo, entendido en el sentido del consumo, consumir lo nacional, arraigarnos a esas tradiciones que nos dan fuerte identidad, creer en nosotros mismos, nuestros productores, nuestras universidades, nuestros científicos, nuestros emprendedores. No querernos desarraigar de nuestros valores para adaptarnos a la globalidad.
Entendido esto, no para oponernos a la empresa, a la minería, a la tecnología. Entendido esto en si existan empresas y que las más sean mexicanas, si minería pero ¿por qué no? con un modelo más sustentable y que involucre y brinde más valor en el territorio estatal. Si a intercambio comercial y a cierta apertura pero en condiciones favorables también para los mexicanos, es parte de los esbozos que se han hablado.
Lo urgente sí es que la sociedad se siente a crear un proyecto de estado, que contemple a la UAZ, que contemple a los trabajadores, al campo, a los empresarios, en sí, a todos los sectores, proyecto que tendrá que ser llevado al sistema electoral, al sistema político y así gestar los ciudadanos no una lucha de resistencia sino una lucha de conquistas.
SH ■
*Integrante de la Asamblea Estudiantil UAZ