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sábado, 15 febrero, 2025
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■ Además, ha aumentado el ingreso de niños y adolescentes a educación básica: Coneval

Abonan Becas Benito Juárez a combatir la deserción escolar

■ Sin embargo, hay familias que consideran que el monto del apoyo no es suficiente

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez ha tenido impacto de manera favorable en rubros como el rezago escolar, en los indicadores de deserción y en las condiciones de vida de la población en zonas de alta marginación.

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Por ejemplo, se destaca que ha aumentado el ingreso a la educación básica de las niñas niños y adolescentes, ya que en ciclo escolar 2022-2023, 91 de cada 100 mexicanos entre tres y catorce años asisten a la escuela en el nivel básico y, si bien la educación básica se ha vuelto generalizada y más común para los padres y madres mandar a sus hijas e hijos a la primaria, existen contextos de vulnerabilidad de las familias donde recibir la beca es un factor fundamental para que los hijos continúen sus estudios.

Refiere que la postura de las madres y padres de familia especto a la permanencia educativa responde a factores culturales y normativos, pero se observó que la percepción general es que el hecho de recibir la beca contribuye a que las niñas, niños y adolescentes se sientan motivados a continuar estudiando.

En ese aspecto, las personas beneficiarias reportaron que la beca impulsa a las y los menores de edad a esforzarse más en sus estudios, porque sienten más responsabilidad y apoyo. Esta percepción fue validada por el personal directivo de las escuelas al afirmar que las y los estudiantes que participan en el programa están más motivados.

El análisis arrojó entonces que el programa de becas ha sido exitoso en su meta de promover que niñas, niños y adolescentes permanezcan en la educación básica, pero solo en el corto plazo.

“Los resultados de las estimaciones realizadas indican que las primarias y secundarias tratadas—es decir, aquellas donde la proporción de estudiantes con beca aumentó sobre la mediana municipal tras la creación del programa en 2019—experimentaron una reducción en el abandono del 0.48 y 1.89 por ciento, respectivamente, en comparación con las del grupo de comparación un ciclo escolar después del tratamiento”.

Desde una perspectiva cualitativa, el estudio indica que hubo un impacto importante en la categoría de “rezago grave”, que disminuyó 0.07 por ciento en promedio en el periodo analizado. “Este efecto es significativo y atribuible al programa de becas”.

Asimismo, el programa logró una disminución en la reprobación en escuelas primarias generales de 0.42 por ciento el primer ciclo escolar después de su implementación, posteriormente se observa que esta disminución se mantiene, pero estos no son significativos para el segundo y tercer año. De igual forma, se observa una disminución del rezago educativo a partir del segundo año de la implementación del programa y la tendencia hacia la baja se mantienen en el tercer año, estos efectos son significativos y atribuibles a la mayor intensidad del programa.

En el análisis por modalidad y grado de marginación de los municipios, solo se encontró un efecto significativo y atribuible al programa en las escuelas ubicadas en municipios de alta marginación: una reducción en la tasa de abandono de 1.18 por ciento para las primarias indígenas en el primer ciclo después del tratamiento.

En contraste, en los municipios con baja marginación, el programa disminuyó el abandono un ciclo después del tratamiento en las primarias de modalidad general (1.06 por ciento), donde además hubo una disminución promedio de 0.66 por ciento. Asimismo, el programa también disminuyó la tasa de rezago en primarias generales en promedio y al segundo y tercer ciclo después del tratamiento.

Con respecto a los rubros a los que se destina la beca, existe una discrepancia entre lo reportado por las familias beneficiarias y la percepción de las autoridades escolares, ya que e personal directivo opinó que las personas destinaban la mayor parte del dinero a la alimentación. Por su parte, la mayoría de las familias expresaron que dedicaban más del 70% del monto de la beca a gastos educativos—cuotas, uniformes y material escolar. Otros temas como la alimentación o los gastos del hogar ocuparon un lugar secundario.

Una opinión generalizada entre las personas beneficiarias fue que la beca no es suficiente para cubrir los gastos que les permitirían darle una mejor educación y calidad de vida a las y los menores de edad. Esta situación afecta de manera particular a las familias con más de un hijo o hija en educación básica. Asimismo, las madres y los padres citaron los crecientes costos de los alimentos y otros artículos esenciales, así como las cuotas y las aportaciones que piden las escuelas, para explicar por qué no les alcanza el dinero.

Ante este contexto, y tomando en cuenta el monto de la beca, la mayoría de las familias no han destinado el dinero de la beca en insumos para mejorar las condiciones de estudio en casa: escritorios, suministros de oficina, computadora, enciclopedias, entre otros. En muchos casos, las personas entrevistadas explicaron que les gustaría hacer esas compras, pero no podían hacerlo.

Otro problema reportado consistentemente por las y los beneficiarios fue que la beca no llega a inicios del ciclo escolar o cuando se realizan las compras de uniformes y materiales educativos. Por lo tanto, deben cubrir con su propio dinero los gastos que esto implica. Algunas madres y padres no pueden hacerlo, por lo que recurren a préstamos informales con familiares, amistades y vecinas o vecinos.

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