Julieta del Río, comisionada del Instituto Nacional del Acceso a la Información (INAI), en el marco de la inauguración de la Semana Nacional de Transparencia, destacó que existen vacíos en la iniciativa que propone la desaparición del organismo autónomo y dijo que su propósito como servidora pública será coadyuvar en la transición para garantizar el acceso a la información.
Explicó que la plataforma del INAI constituye la base de datos más grande del país con datos de alrededor de 15 mil millones de registros, y que ésta no podrá trasladarse a la Secretaría de Función Pública del gobierno federal, al contener datos de otros poderes, de sindicatos y universidades.
Relató que expuso esta y otras complejidades a la presidenta Claudia Sheinbaum durante un encuentro imprevisto en Zacatecas este fin de semana, quien, como “mujer estadista”, tomó nota de sus observaciones.
Sin embargo, la comisionada aseveró que con o sin el INAI seguirán trabajando por las y los mexicanos.
El secretario de la Función Pública, Ernesto González Romo, asistió a esta inauguración en representación del mandatario estatal. Ahí, defendió la intención de la reforma de eliminar excesos y garantizar derechos sin privilegios, asegurando que la protección del derecho a la información continuará bajo nuevas estructuras.
Describió la reforma como una oportunidad para reinventarse y mejorar, garantizando que los «soldados de la transparencia» tendrán un lugar en las nuevas instituciones.
A dicha inauguración que tuvo como escenario el Teatro Calderón también asistieron Ricardo Olivares, secretario de Finanzas; Rubén Ibarra, rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), y Fabiola Torres, comisionada presidenta del Instituto Zacatecas del Acceso a la Información (IZAI), entre otras autoridades.
Las conferencias y paneles del evento están disponibles en los canales de YouTube del INAI y del IZAI.
Presentan libro “¿Por qué los mataron?”
Por la mañana, previo a la inauguración de la Semana Nacional de Transparencia 2024, se presentó en el foyer del Teatro Calderón el libro “¿Por qué los mataron?” en voz de sus autores, los periodistas Leopoldo Maldonado, Adela Navarro, Yohali Reséndiz, José Carlos Nava, junto con los comentaristas Jorge Carrasco y Alfredo Valadez, y con la presencia de Julieta del Río. Este evento reunió testimonios y análisis sobre la violencia que enfrenta la prensa en México, destacando el casi absoluto nivel de impunidad en los crímenes contra periodistas.
Leopoldo Maldonado, de Article 19, expuso cómo el protocolo homologado para la investigación de delitos contra la libertad de expresión, publicado en 2018 es “letra muerta”, pues solo cinco fiscalías en el país lo utilizan.
Explicó que no solo los periodistas de investigación o quienes cubren temas de crimen están en riesgo; incluso reportando baches o eventos cotidianos pueden verse inmersos en contubernios y relaciones ilegales “inconfesables” descritas bajo los conceptos de gobernanza criminal o macrocriminalidad.
Yohali Reséndiz recordó el asesinato de Lourdes Maldonado, quien solicitó ayuda directa al presidente López Obrador antes de ser asesinada. La periodista también se refirió a los “cárdumenes de bots” como una práctica en crecimiento por parte de los gobiernos para intentar desprestigiar a periodistas.
Criticó que quienes están al frente del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas no sean periodistas, lo que limita su comprensión de los riesgos que enfrenta el gremio. Además, señaló que en muchos medios de comunicación, dependientes de la publicidad, “siempre será más importante pactar con el poder que proteger a sus periodistas».
Adela Navarro, por su parte, relató el caso de Francisco Javier Ortiz Franco, asesinado en 2004, cuya investigación no ha avanzado en dos décadas. Navarro describió que el co-editor del Semanario Z fue asesinado frente a sus hijos de 8 y 10 años, a cien metros de la Fiscalía en Tijuana. En su trabajo, Ortiz Franco había revelado nombres y rostros de sicarios y agentes corruptos.
El director de la revista Proceso, Jorge Carrasco, indicó que, el uso de estigmatización y campañas de desprestigio hacia la prensa desde las tribunas oficiales además de minar la credibilidad de los periodistas, envía un mensaje de permisividad hacia las agresiones.
Se refirió al caso de Regina Martínez, asesinada en 2012, describiendo cómo la investigación del crimen fue manipulada desde el inicio con teorías de robo para desviar la atención del verdadero motivo: sus investigaciones sobre corrupción y crimen organizado en Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte.
Alfredo Valadez, corresponsal de La Jornada, enfatizó que la función de los periodistas no es investigar a los delincuentes, pues los reportajes no tienen valor judicial, sino que deben servir para exigir a las autoridades que tomen acción.
Mencionó su investigación de seis años para el libro “La guerra de Florencia”, señalando la dificultad para obtener información de fuentes oficiales como la PGR y la SEDENA, y resaltando la importancia de los órganos autónomos en este sentido, pues los entes gubernamentales no tienen la cultura de transparentar sus procesos administrativos y financieros, afirmó.